Ilustraciones, prendas, complementos y alimentos ecológicos son puestos a la venta en la plaza del Progreso el día de San Dionisio.
Pendientes artesanos, ilustraciones, productos elaborados con miel ‘cosechada’ en toda la provincia, quesos exquisitos, peluches, ropa de bebé, coleteros y todo lo que se pueda imaginar hecho a mano… todo en la plaza del Progreso por un día. Gran parte de los artículos puestos a la venta en el mercadillo especial de artesanía y productos ecológicos suelen venderse fuera de las fornteras de Jerez. “De Madrid para arriba”, dice una de las curiosas que duda si adquirir o no uno de los productos de los stands colocados. Su acento le delata, es del norte de España. Ella al igual que una gran cantidad de extranjeros y jerezanos de todas las edades acuden allí a disfrutar de esta iniciativa una de las muchas programadas para conmemorar el día de San Dionisio y una de las pocas que, afortunadamente, colman de vida y risas la plaza, al menos durante la jornada.
“Merece la pena vender aquí. La gente puede ver lo que hacemos y me doy cuenta de que hay personas en la misma situación que yo”, afirma María Barrones. La joven, que aún no ha cumplido los 25 años, ha creado su propia firma de ropa y complementos: Al Hilo. Justo cuando finalizó la carrera de Trabajo Social, realizó un curso de corte. Era su primer contacto con la costura, pero vio que se le dio bien. La falta de empleo hace que se gane la vida actualmente cosiendo todo tipo de prendas y complementos como tirantes o estuches.
Comenzó a rediseñar sudaderas reutilizando pañuelos hasta que una de sus amigas dio a luz un bebé y quiso regalarle algo elaborado por ella misma. Entonces se dio cuenta de que había un gran filón que explotar. “Lo que más vendo son cosas de bebé: cubre pañales, petos, cambiadores…” y en eso se centra. María no tiene tienda física. Según cuenta vende a través de su página de Facebook e Instagram y sus productos los lucen sus clientes de Barcelona, Valencia y Galicia, principalmente, refrendando así la afirmación de una de las clientas que vive de Despeñaperros para arriba y pasa unos días en Jerez. Hasta ahora es la salida laboral que encuentra, aunque su tiempo libre lo dedica al voluntariado y a la búsqueda activa de empleo.
A lo largo y ancho de la plaza del Progreso a duras penas se podía pasar de un puesto a otros: pequeños y pequeñas en el parque o realizando las actividades de Ya Voy Mamá, adultos en la terraza o de puesto en puesto decidiéndose si comprar o no unos pendientes, una taza, imán creado de temática kitsch de Cirope de Freza, o algo rico que degustar más tarde en casa. También hay stands de creadores de fuera como es el caso de los portuenses Antonio Ullén y Elena López. Este puesto es perfecto para los amantes de la literatura en general y en especial de los autores franceses. Con acuarelas o tinta china, Elena ilustra en láminas escenas que evocan sus obras, a sus personajes más conocidos o a los propios autores, algunos tan ilustres como Lorca.
El precio de las ilustraciones oscila entre los 3 euros y los 70 que puede llegar a costar un dibujo original. Ella reconoce que le resultaría imposible vivir solo de eso, y trabaja como restauradora. Antonio por su parte, doctor en Filosofía, se gana la vida impartiendo clases particulares. En este mercado aprovecha y pone a la venta su libro Los animales obligatorios, con ilustraciones de Elena López. A ambos les parece interesante los mercados como este, pues aunque la mayoría de las obras las venden a través de las redes sociales “está bien que te vean y nos relacionemos de forma tradicional, como siempre se ha hecho”.
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