Superan los 50 años, son desempleados, reciben alimentos de Cáritas Parroquia de San Pedro Apóstol y no tienen esperanzas de encontrar un trabajo.

Una calle en Jerez se ha cortado durante el intervalo de un par de horas, “por culpa” de la Parroquia de San Pedro Apóstol—en la céntrica calle Antona de Dios— y no precisamente por la salida de una procesión. El motivo ha sido el desembarco de una gran cantidad de víveres procedentes del Banco de Alimentos de Cádiz, dirigidos a atenuar la estrechez en la que viven unas 50 personas o familias como la de Antonio Domínguez, Juan Jurado y José Domínguez. Los tres son beneficiarios, superan los 50 años y son desempleados de larga duración. Ellos se han encargado de descargar el camión de alimentos y colocarlos en el interior de la parroquia para que, posteriormente sean gestionados y distribuidos por Cáritas.

Este es el séptimo año que José Luis pasa los lunes al sol. Este ex obrero de la construcción cuya empresa quebró, montador de casetas de feria durante dos décadas, estuvo durante unos años trabajando en unos grandes almacenes. Un accidente laboral le dejó secuelas en la muñeca y ahora solo hace algún chapú de vez en cuando para ir tirando. Separado y padre de una hija, vive solo de alquiler en el barrio de la Albarizuela. Cuenta que desde hace tres años los alimentos que recibe de Cáritas le alivian, al menos, durante dos semanas. Por eso en días como este en los que les avisan de la llegada del camión no duda en acudir para descargarlo. Siempre ha residido en la zona, y todos sus vecinos saben que recibe esta ayuda. Ha tenido malas rachas, aunque “peor que esta época no he vivido ninguna”, asegura.

Juan Jurado se apresura a trasladar al interior de la parroquia comida para bebés, conservas y cajas de aceite. A sus 58 años no le pesa. En esta ocasión ha acudido solo, pero su mujer también le acompaña a veces o va a recibir los alimentos. Ella tiene una paga no contributiva debido a una minusvalía. Ese es el único ingreso fijo con el cuentan. Este vecino de la calle Morenos, se dedicaba a la venta “de todo”, especialmente de prendas de vestir hasta hace diez años. Desde entonces no trabaja. En este último dice que no ha recibido ningún tipo de ayudas, solo los alimentos de Cáritas. Recientemente ha solicitado la ayuda en los servicios sociales para afrontar los pagos del alquiler. Es perfectamente consciente del complicado futuro que está por venir. “A mi edad lo que me espera es la miseria que me dé el gobierno cuando me jubile”, y afirma que, a pesar de ello, tiene que estar agradecido.

Las separaciones en las familias humildes descuartizan a los miembros de la pareja, ya sea hombre y mujer, sobre todo en periodos de crisis. Antonio Domínguez se presenta como como “trabajador de la hostelería y de lo que salga". "Lo que quiero es trabajar. Estoy separado y le tengo que pasar la manutención a mis dos niños”. Sale adelante con la ayuda del Estado y los alimentos de la parroquia. Reconoce que le llaman de vez en cuando para cotizar algunas horas y que ni siquiera le merece la pena porque supone muchos trámites para luego poder reanudar las ayudas, “pero… ¿qué hago, con la edad que tengo ya?”.

El director de Cáritas parroquial San Pedro Apostol, Adolfo Gallego, fue hasta hace un año voluntario. Está jubilado y compagina su labor en la organización con el estudio en la Universidad. Según explica, los beneficiarios no tienen una fecha límite para recibir los alimentos, van rotando porque afortunadamente encuentran un trabajo u otra forma de obtener recursos. Aprovecha y realiza un llamamiento, ya que, además de provisiones, los usuarios requieren recursos económicas para realizar los pagos corrientes como la luz, el agua o la vivienda, apoyo que desde Cáritas solo pueden solucionar con ayudas puntuales.

Sobre el autor:

btJPX1dv_400x400

María Luisa Parra

...saber más sobre el autor

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído