Tal y como sucediera unos años antes con Felipe Sicilia, a finales del pasado sonaba con fuerza el también diputado jiennense en el Congreso Juan Francisco Serrano (1988, Bedmar, Jaén) para lidera el PSOE de Andalucía.
No parecía otra liebre más, pues en su caso llegaba avalado por su rol como mano derecha del factótum del PSOE sanchista, Santos Cerdán. De hecho, en la mochila de Juanfran incluso figuraba el peso de Bruselas y Waterloo por haber acompañado a Cerdán a negociar con Carles Puigdemont (Junts).
Ni líder andaluz, ni en la dirección
Fue finalmente María Jesús Montero la elegida para la Secretaría General del PSOE-A e incluso se descartó que Serrano, a quien la dirección socialista sevillana no veía bajo ningún concepto, pudiera bajar a ser fontanero en San Vicente.
Caído en desgracia su jefe directo, Serrano, casado con una diputada socialista del Partido Socialista de Navarra, Adriana Maldonado, recibe ahora un disparo seco en esta cacería que es la política partidista contemporánea. La cúpula del PSOE le comunicaba este pasado jueves que no seguirá en la ejecutiva federal, siendo uno de los primeros sacrificados por estar en el núcleo duro de Cerdán, ahora en prisión por presunta corrupción a gran escala.
Un PSOE en horas bajísimas
El partido celebra este sábado en Madrid una reunión del comité federal, tal y como anunció Pedro Sánchez, para renovar la dirección federal tras el escándalo de lo que internamente llaman el "triángulo tóxico" de Cerdán, Ábalos y Koldo. El devastador informe de la UCO y la revelación de las escuchas, con mordidas y golferías con prostitutas, ha provocado un hondo cráter en el seno de un partido y un presidente noqueados.
Javier Cendón, secretario provincial de León y que también formaba parte del núcleo duro de diputados fieles al ex número tres del PSOE en el Congreso, es otro de los que Sánchez dejará caer como fruta madura, según ha publicado El País.



