José Mestre, el anciano de 88 años que ha sufrido una brutal agresión en Huelva ha hablado ante las cámaras de En boca de todos, relatando cómo ocurrió todo. El hombre se encontraba sentado en un banco junto a un amigo cuando una mujer se acercó y le pegó un tirón para intentar robarle una cadena de oro.
Desde que tuvo un accidente y se partió dos vértebras en febrero, el hombre da paseos por el mismo lugar y se sienta justo en el banco donde le entrevistan, junto a su andador. Aquel día, llegó una mujer joven: “Estaba bien presentada, no tenía ningún problema, pero yo no la conocía del pueblo, era extranjera”.
Heridas en los antebrazos
“Decía que estaba cansada, que si podía sentarse y luego se echó encima de mí y me agarró del brazo”, recordaba el hombre, que tenía los brazos vendados por lo que ocurrió después. La agresora le arañó, propiciándole unas heridas brutales: “Quería quitarme la cadena que llevo puesta, pero conseguí aguantarla”.
La agresora no ha sido detenida aún
La mujer acabó huyendo en un coche que la estaba esperando, como recuerda la víctima, y actualmente se encuentra en búsqueda por la Guardia Civil. A pesar de todo, la impotencia que sintió el hombre continúa en su cabeza: “Ella lo que hizo primero fue intentar anularme, achicarme un poco, con las pocas fuerzas que yo tengo ya, porque soy bastante mayor, pues tenía ventaja sobre mí”.
El suceso ha suscitado miedo entre los mayores de Huelva, que no se sienten seguros a la hora de salir de casa por si les ocurre algo similar. “En el pueblo hay más casos de mujeres que han robado cadenas, pulseras o carteras”, lamenta el hombre en directo.
El mensaje de José
“Nosotros, las personas mayores, hemos trabajado bastante y hemos estado en situaciones muy difíciles, y ahora creo que nos merecemos poder sentarnos en un banco con tranquilidad”, envió un mensaje, en representación del resto de ancianos de la localidad.
De esta forma, Mestre pide soluciones a las autoridades pertinentes para recuperar la seguridad en las calles. "Antes podía volver solo a casa por la noche, pero ahora me da cosa por si me hacen algo parecido", lamentaba el hombre, que explicaba que no era el único que denunciaba aquella situación.


