Los trabajos de exhumación en el cementerio de La Soledad de Huelva han concluido con el hallazgo de restos óseos de 15 bebés, dentro de la investigación por posibles casos de niños robados y enterrados sin el conocimiento real de sus familias. Las muestras serán sometidas a pruebas de ADN para tratar de determinar su identidad.
La presidenta de la asociación SOS Bebés Robados de Huelva, Esperanza Ordeno, confirmó que, finalmente, de las ocho fosas previstas en esta fase de excavación solo se han abierto cinco. El motivo ha sido la falta de tiempo, ya que el equipo de arqueólogos debía trasladarse a Granada para otros trabajos programados.
Próximas exhumaciones en 2026
Las fosas pendientes se abrirán en el verano de 2026, cuando también se realizarán nuevas mediciones debido a la aparición de más familias que sospechan haber sido víctimas de robos de bebés. Está previsto además ampliar las excavaciones a los laterales de distintas praderas del cementerio.
Ordeno señaló que en otros municipios, como Ayamonte y Moguer, también se estudia cómo proceder, ya que en esos casos las exhumaciones no serían en fosas comunes, sino en nichos individuales.
Restos trasladados a Granada para cotejo de ADN
Los restos hallados en La Soledad corresponden, según la asociación, a bebés de distintos periodos: algunos no llegaron a término y otros fallecieron meses después de nacer. Todos han sido ya trasladados al laboratorio de la Universidad de Granada, donde comenzará el cotejo genético con las muestras de los familiares.
Se trata de un proceso que, según estimaciones, puede prolongarse hasta un año y medio. El objetivo es determinar si alguno de esos restos pertenece a las familias que llevan años reclamando respuestas o si corresponden a otros casos no denunciados.
“No será hasta entonces cuando sepamos qué es lo que ha ocurrido, si alguno de esos niños son de los que pertenecen a estas familias que están buscando o pertenecen a otras familias de Huelva o simplemente no pertenecen a nadie que esté buscando”, concluyó Ordeno.
El hallazgo marca un nuevo capítulo en la larga búsqueda de verdad y justicia de quienes sospechan haber sido víctimas del drama de los bebés robados en España.


