Un tren remolcado, otro averiado y miles de viajeros atrapados en estaciones o a bordo de vagones durante horas. Así transcurrió este miércoles una de las jornadas más caóticas del verano para el transporte ferroviario en Andalucía, marcada por averías en convoyes de Renfe y Ouigo, afectando a servicios de Alta Velocidad, media y larga distancia.
Todo comenzaba con una incidencia en el tren Intercity 276, que partió de Madrid hacia Almería a las 8:20 horas. Una avería en los equipos de tracción obligó a detener el tren y a remolcarlo hasta la estación de La Alamedilla, en Granada. Desde allí, los pasajeros fueron trasladados en autobús hasta Huércal-Viator, con varias paradas intermedias. Renfe activó su protocolo de asistencia, pidió disculpas por SMS y solicitó a los viajeros que siguieran las instrucciones del personal a bordo.
Casi a la misma hora, otro golpe a la red ferroviaria: el tren Ouigo 6477, con 340 pasajeros, sufría un fallo técnico que, según la compañía, se detectó a las 8:30. El tren circuló con dos horas y media de retraso, y se esperaba que llegara a destino sobre las 13:00. La operadora aseguró que reembolsará el 100% del billete a los afectados.
Mientras tanto, Sevilla se había convertido en otro foco de problemas. La red de Cercanías sufría retrasos por una avería entre La Salud y Santa Justa. La noche, una incidencia en la catenaria entre Majarabique y Sevilla durante la madrugada dejó sin tensión ambas vías y afectó a trenes Avant y AVE. Más de 2.200 pasajeros resultaron damnificados, algunos de ellos atrapados hasta diez horas en los vagones.
Reacciones
Las críticas no tardaron en llegar. Los sindicatos UGT-A y CCOO-A denunciaron que "no se ha hecho una apuesta clara por lo público", y señalaron que el mantenimiento, en manos privadas, está fallando. “Cuando un tren se compra, durante 15 años el mantenimiento lo lleva una empresa privada”, explicó Pedro Gómez (UGT-A). Por su parte, Lucía Soriano (CCOO) alertó: “Con la liberalización del sector y más trenes en circulación, las averías se han multiplicado”.
A estas quejas se sumó Facua-Consumidores en Acción. Rubén Sánchez, su secretario general, aseguró que las tareas de mantenimiento “no son suficientes” y pidió a ADIF que tome medidas. También insistió en que Renfe debe reembolsar el importe íntegro a los usuarios afectados, aunque el problema provenga de la infraestructura.
En medio del caos, los trenes comenzaron a recuperar progresivamente la normalidad desde las 7:30, según ADIF. Pero la sensación general entre viajeros, trabajadores y sindicatos es que el sistema no aguanta más parches y necesita una reforma profunda.