Puerto Escaño, en pleno corazón de las Sierras Subbéticas, está a un paso de convertirse en un lugar de referencia mundial para entender uno de los capítulos más apasionantes de la historia de la Tierra: el tránsito del Jurásico al Cretácico. Este rincón del centro de Andalucía conserva una huella geológica excepcional que resume casi 600 millones de años de evolución.
Si Puerto Escaño obtiene este reconocimiento, Andalucía se situaría en el epicentro mundial del estudio de uno de los momentos más decisivos de la evolución de la Tierra.
Para impulsar su puesta en valor, durante la XIX Semana de los Geoparques Europeos se lanzó una campaña de sensibilización con el apoyo del Ayuntamiento de Carcabuey, la Universidad de Granada y la Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente en Córdoba. Vecinos, científicos y autoridades participaron en charlas y jornadas de trabajo para recuperar y poner en valor la sección de Puerto Escaño.
La implicación ciudadana ha sido clave. Con el respaldo del paleontólogo Federico Olóriz, catedrático de la Universidad de Granada, numerosos carcabulenses se han volcado en el proyecto. De momento, el enclave no está abierto al público por motivos de conservación, pero la meta es clara: convertir a Puerto Escaño en un espacio que combine ciencia, educación y turismo sostenible en el corazón de Andalucía.
Cuatro geoparques reconocidos por la Unesco
El territorio andaluz es un auténtico museo al aire libre. Desde las rocas del Precámbrico hasta los paisajes actuales, cada rincón refleja una diversidad única de formas, procesos, minerales y fósiles que convierten a esta comunidad en un referente en patrimonio natural. No es casualidad que Andalucía atesore una de las colecciones geológicas más completas del planeta.
Actualmente, la región cuenta con cuatro geoparques reconocidos por la Unesco: las propias Sierras Subbéticas, la Sierra Norte de Sevilla, Cabo de Gata-Níjar y el Geoparque de Granada. Según recoge la Junta en una nota, ninguna otra región española reúne tantos y, a nivel internacional, son pocas las que pueden competir con esta concentración de espacios avalados por su riqueza geológica y su gestión sostenible.
Los geoparques no son solo paisajes con rocas antiguas. Estos territorios funcionan como auténticos motores de desarrollo: fomentan la investigación científica, la educación ambiental, el turismo responsable y la creación de oportunidades socioeconómicas en zonas rurales. En ellos se conjugan conservación, divulgación y futuro.
Más de 600 lugares de interés geológico (LIG)
Consciente de este potencial, la Junta de Andalucía lleva años liderando políticas pioneras para proteger su patrimonio geológico y promover la geodiversidad como elemento de desarrollo local. Hoy existen más de 600 lugares de interés geológico (LIG) catalogados y protegidos en toda la comunidad, una cifra que revela la magnitud de este tesoro natural.
Entre ellos destaca Puerto Escaño, en Carcabuey, dentro del geoparque de las Sierras Subbéticas. Su singularidad es tal que este enclave se considera uno de los afloramientos más representativos a nivel mundial de las llamadas facies Ammonitico Rosso. Allí podría definirse oficialmente el límite entre el Jurásico y el Cretácico a través de un estratotipo global o GSSP (Golden Spike), un punto de referencia internacional aún pendiente de establecer por la Comisión Internacional de Estratigrafía (ICS).
Los GSSP son auténticos “clavos dorados” en la historia del planeta: marcadores que fijan los límites entre edades geológicas en función de cambios ambientales o biológicos registrados en las rocas.



