El aún obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, abandonó la sede canónica y la ciudad el mismo lunes -10 de noviembre- en el que se publicó la denuncia por presuntos abusos sexuales durante siete años a un joven seminarista, en Getafe durante los años 90.
Varios trabajadores del Obispado de Cádiz aseguran que el responsable eclesiástico no regresará a su cargo ni a Cádiz en mucho tiempo, "eso creemos, que no volverá en muchos meses si es que vuelve, se ha marchado muy dolido".
Estos mismos cargos de la dirección eclesiástica en la ciudad de Cádiz entienden que Zornoza "ha sido abandonado, señalado y traicionado" por los responsables de la Conferencia Episcopal.
"Cuando los obispos españoles salieron a decir que la denuncia tenía indicios de verosimilitud o cuando ponen en la misma altura el derecho a denunciar y la presunción de inocencia están siendo muy injustos con Rafa", como llaman al obispo.
Estas reacciones unidas a la campaña de recogida de firmas en apoyo del obispo investigado (que suma 537 rúbricas digitales de apoyo este 19 de diciembre) demuestran que el sacerdote madrileño se marcha con la diócesis dividida en dos.
Para unos, "maltratado" y para otros, "nefasto"
Esta mitad de la Iglesia gaditana considera que, tras la denuncia que ponen en cuestión, Zornoza es "sistemáticamente maltratado" y sufre unos ataques basados en "falsedades".
"Había muchos esperando y ahora aprovechan, con una actitud muy poco cristiana, para ignorar su gran labor de 14 años" al frente de la Iglesia gaditana. "Sin respetar su presunción de inocencia, condenándole por adelantado".
Enfrente o, como poco, en otro lado bastante distante, un segundo gran bloque de feligreses y religiosos entiende que la etapa Zornoza ha sido "nefasta" y su escandaloso final es consecuencia lógica de las actitudes de obispo.
El Grupo Cristiano de Reflexión-Acción de la Bahía de Cádiz -formado principalmente por creyentes, sacerdotes y ex sacerdotes de marcado perfil progresista- celebra que Zornoza no vaya a volver a ocupar su puesto, al que renunció forzadamente en julio de 2024 al cumplir los 75 años.
"Valoramos positivamente que por fin el obispo de Cádiz y Ceuta sea sustituido al frente de la diócesis. El escándalo mediático que se ha producido en todo el país debido a la investigación del Vaticano por presunta agresión sexual acelera los hechos".
Este colectivo, al contrario que los defensores del aún obispo, cree que la dirección de la Iglesia Católica en España ha protegido a Zornoza de forma excesiva, sin atender numerosas denuncias.
"Desde el año 2013, este grupo viene denunciando determinadas decisiones de su gestión como obispo por no considerarlas evangélicas. Una gestión que prioriza lo económico a lo social".
"En ese mismo año le escribimos una carta planteándole que, tal como había ejecutado el obispo de Lleida, cediera parte del Seminario, casi vacío, a personas sin hogar o desahuciadas, no recibiendo ningún tipo de respuesta", afirma el Grupo Reflexión-Acción.
"En 2016, difundimos una carta abierta al Obispo de Cádiz y Ceuta acompañada de 140 firmas de apoyo en la que le planteábamos determinados problemas que afectan a los marginados y sufrientes de nuestra sociedad: inmigrantes, refugiados, sin techo...y lo acompañábamos de citas del Evangelio".
"El patrimonio diocesano al servicio de la rentabilidad; el enfrentamiento constante con sacerdotes y comunidades o la falta de caridad con los pobres" son tres de los reproches de sus opositores
Una de estas citas fue: "Los conventos vacíos no sirven a la Iglesia para transformarlos en albergues y ganar dinero. Los conventos vacíos no son nuestros, son para la carne de Cristo que son los refugiados. El Señor llama a vivir con generosidad y coraje la acogida en los conventos vacíos".
Este colectivo católico asegura que "tampoco" recibió respuesta a este escrito. En 2019, Iniciativa Galilea, colectivo al que nuestro grupo pertenece, envió una carta al Papa Francisco con un amplio dossier de prensa denunciando los problemas de la mala gestión de Zornoza".
Según esa documentación, "los desmanes" del aún obispo de Cádiz se resumían en cuatro áreas: "El patrimonio diocesano al servicio de la rentabilidad; el enfrentamiento y la tensión constante con sacerdotes y comunidades religiosas; la falta de caridad para con los pobres y los despidos de trabajadores".
"En 2020, viendo que no recibíamos ningún tipo de respuesta -¿recibiría Francisco nuestra carta?- decidimos emprender una nueva acción: enviar fotocopia de la carta enviada al Papa a la Secretaría de Estado del Vaticano, a la Congregación del Clero, a la de los obispos, al Nuncio y al presidente de la Conferencia Episcopal, acompañándola esta vez de 400 firmas. No recibimos respuesta a ninguna, ni un acuse de recibo".
Que venga uno como sus predecesores
Como resumen de su comunicado, este grupo afirma que la Diócesis de Cádiz y Ceuta "ha estado paralizada en su funcionamiento participativo" durante el obispado de Zornoza, "ya que siempre actuaba de modo personal y autoritario, sin ese espíritu sinodal que la Iglesia recomienda y que tanto necesita".
"Lamentamos que se hiciera caso omiso a nuestras insistentes peticiones". Con el previsible relevo de Zornoza, ahora bajo investigación vaticana por posible pederastia, el sector progresista de la Iglesia en Cádiz reclama en el obispo venidero el perfil del que, consideran, el sacerdote madrileño carecía.
"Necesitamos un obispo con sensibilidad social, solidaridad con las personas empobrecidas, espíritu de servicio y capacidad de diálogo con los sacerdotes y los cristianos y los movimientos sociales, como los ejemplares obispos Añoveros, Dorado y Ceballos que le precedieron".