El alcalde contesta a los concejales que han propuesto que se conceda el título de Hijo Adoptivo de Cádiz al padre Pascual Saturio después de la concesión de la medalla.
La propuesta del grupo municipal popular sobre la concesión del título de Hijo Adoptivo de Cádiz al padre Pascual Saturio, prior de Santo Domingo, abrió la caja de los truenos una vez más entre el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz –los grupos municipales de Por Cádiz sí se puede y Ganar Cádiz en común- y el PP en un pleno de 45 puntos.
Tras el anuncio de abstención por parte del PSOE, por no ser el lugar indicado para la aprobación de esta distinción, y la apreciación de Ciudadanos de que la polémica venía porque la propuesta incluyera el apelativo de “padre”, de sacerdote, el alcalde, José María González Santos, tomó la palabra para argumentar el no del equipo de Gobierno. No sólo porque no era el lugar sino porque para González Santos esta propuesta sólo busca el “barro”. “Ustedes, señores del PP, utilizan la religión y la fe contra este equipo de Gobierno y no se puede utilizar a las personas, ni las identidades religiosas. La fe se tiene que respetar y se lo dice un ateo”.
El alcalde tachó a los concejales populares de “demócratas y cristianos de pose”, además, de “fariseos”. “Estaba buscando un término y la RAE me lo dio: Persona que pertenecía a un grupo religioso judío de la época de Jesús que se caracterizaba por observar escrupulosamente y con cierta afectación los preceptos de la Ley mosaica; en general, se interesaba más por la manifestación externa de esos preceptos que por seguir el espíritu de la Ley”.
González Santos explicó la relación personal que el padre Pascual ha tenido con miembros de la Corporación, “algunos lo conocemos de antes porque fue nuestro profesor” y la labor que “a ustedes [concejales del PP] les sonará de lejos”, en el conflicto de Santo Domingo, donde su mediación fue fundamental para que cuarenta parados que se encerraron allí salieran con un programa de formación.
Reconoció los logros del sacerdote pero insistió en que “no se pueden utilizar a las personas como proyectiles” y que este debate tenía que tener lugar en la Comisión de Distinciones y Honores. “No les sale del corazón sino de una fría calculadora electoral que creo que le debería revisar porque le fallan las pilas”, espetó el alcalde al portavoz popular.
El debate se calentó aún más cuando la concejala popular, Mercedes Colombo, tomó la palabra y reprochó al alcalde que él juzgara qué tipo de cristianos son. “El único que nos va juzgar es el que está arriba y vamos a seguir defendiendo a los cristianos a los católicos de esta ciudad”. Colombo acusó además a esos cristianos de base que pidieron a los concejales de dejar la religión fuera de la política de ser “afiliados o simpatizantes de Podemos”.
Finalmente la propuesta del PP, que fue aprobada con sus votos y los de Ciudadanos, se recondujo a la elevación a la Comisión de Distinciones y Homenajes.
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