El pleno municipal celebrado este jueves en Cádiz, el de agosto, tenía en su orden del día un epígrafe sentimental, emocional e histórico. Apareció temprano. Trataba de reconocer a dos policías locales (antes llamados "municipales") que fallecieron en acto de servicio.
En ambos casos, fue un atropello la causa de la muerte. Las circunstancias, diferentes. Nadie pone en duda estos dos reconocimientos. La polémica y las quejas han saltado por el "olvido" a otros compañeros caídos mientras realizaban su labor profesional, por el hecho de que no sean más.
El objeto de esta propuesta, aprobada en la sesión plenaria, era otorgarles a ellos dos, 57 y 40 años después de su fallecimiento, la Cruz de Oro al Mérito Profesional. Los recordados, los honrados, son Francisco Álvarez Domínguez y Juan Luis Ruiz García de Quirós.
El primero falleció el 14 de agosto de 1966. En la playa de la Victoria, aprovechando la bajamar, se realizaban carreras de motos. Eran muy populares, un acontecimiento. En la de aquel día, una niña pequeña salió de entre el público y se cruzó ante los motoristas embalados. Álvarez Domínguez pudo alcanzarla y retirarla, salvarla, pero a costa de ser atropellado. Motociclista y policía murieron en el acto.

El agente Ruiz García de Quirós murió en la madrugada del 17 de abril de 1983. En una noche con una climatología muy adversa, lluvia torrencial, viento fortísimo y pésima visibilidad, el agente se detuvo para auxiliar a un vehículo averiado, atravesado en la calzada, en un desvío dentro de un punto peligroso: la conexión del puente Carranza y la autovía de San Fernando. Otro conductor no pudo verle bajo el manto de agua y le arrolló.
Estas historias trágicas han podido ser rescatadas y documentadas gracias a historiadores vocacionales, estudiantes de Historia y otros investigadores convocados por la Policía Local de Cádiz. Nadie, ni en el pleno municipal de este jueves, ni en las denuncias o quejas que han cruzado las redes sociales, tiene el menor reproche a estas condecoraciones.
La historia oficial dice que Pablo Mirecki se suicidó "de tres tiros" pero los estudiosos dan por seguro que murió en un tiroteo con soldados franquistas
La queja o reivindicación viene cuando se quedan en esas dos ¿Por qué no más? ¿Si se propusieron seis medallas por qué reducir su número a dos? ¿Por qué no reconocer también a los que fallecieron, por muerte violenta mientras estaban en su puesto de trabajo, en el golpe militar de julio de 1936?
José Rafael Fernández López, es un policía Local jubilado por invalidez en 2013. Desde 2020 mantiene activo en redes sociales un espacio de vocación histórica llamado Guardias municipales y serenos de Cádiz. Su trabajo incansable y vocacional, sus constantes búsquedas en el Archivo Histórico Municipal y el contacto con vecinos o familiares de agentes en activo, jubilados o fallecidos le han convertido en todo un especialista.
Esta tarea le ha permitido establecer, por ejemplo, que el de Cádiz es el más antiguo de España como cuerpo de policía municipal oficialmente constituido y denominado. Fue creada en 1836. También ha podido descubrir, detallar y recuperar otros episodios que eran desconocidos.
El concejal del PP Juan José Ortiz lamentó que se "politicen" estos reconocimientos pero recordó que el criterio de concesión lo fija únicamente la Policía Local
Esta función le supuso que la Junta Consultora encargada de decidir los nombres de los homenajeados le pidiera informes, propuestas y asesoramiento. Fernández López propuso hasta seis, los dos que han recibido y otros cuatro.
Los que han quedado fuera, por decisión de la Junta creada por la Policía Local y no por decisión del Ayuntamiento, murieron en 1936 y 1937. El más recordado de todos, ayer en el pleno y en las quejas públicas en redes sociales, es Manuel Baras Artés.
Fue jefe de la Policía Municipal en 1936. Al acudir al Ayuntamiento tras el golpe militar del 18 de julio fue detenido y, poco después, fusilado. Su caso, el hecho de que fuera interceptado y asesinado en el desempeño de sus funciones oficiales, parece indiscutible.
"Es una injusticia, al margen de cualquier criterio político. Estaba en el desarrollo de su trabajo, en su lugar de trabajo, en una institución democrática", defiende José Rafael Fernández.
Episodios controvertidos
Otra de las ausencias lamentadas en redes sociales y en otros foros públicos es la de Pablo Mirecki Bach, cabo de la Policía Municipal en 1936. Destacado portavoz, se le achacan numerosas mejoras sociales y laborales para la plantilla. Era hijo de un aristócrata, conocido violonchelista que llegó a actuar con Manuel de Falla.
Según la versión oficial, se "suicidó pegándose tres tiros" cuando iba a ser detenido. Esa chocante teoría es rebatida por José Rafael Fernández. Este historiador vocacional considera difícil contradecir que falleció en un tiroteo con los franquistas que fueron a detenerle.
Diego García Gómez, guardia municipal en 1936, también fue detenido y represaliado, como Baras Artés. Un cuarto caso, el de Antonio Muñoz Dueñas, está en duda. Fue delegado gubernativo y jefe de la Policía Municipal entre 1931 y 1933. En este último caso, sostienen los estudiosos, hay versiones encontradas sobre si estaba en su desempeño profesional como policía local cuando fue asesinado, o si su muerte violenta puede situarse en otras circunstancias.
El portavoz del grupo municipal Adelante Izquierda Gaditana, David de la Cruz, se hizo eco de estas quejas y demandas en el pleno. Solicitó que la Medalla al Mérito sea concedida también, al menos, a Baras Artes.
El concejal popular Juan José Ortiz lamentó lo que considera un intento de "politizar" la concesión de estos reconocimientos y recordó que, en cualquier caso, el criterio de concesión corresponde a una Junta Consultora formada exclusivamente por la Policía Local de Cádiz.


