El Campo de las Balas, llamado así por su pasado como recinto militar y parte del perímetro amurallado de la ciudad, es uno de los muchos 'balcones' de Cádiz al mar.
Esa expresión tan manida es aplicable a una treintena de espacios en una ciudad incrustada en el agua salada, pero cobra especial sentido en este caso porque se trata del último por edificar.
El solar de la polémica está ubicado entre el Paseo de Santa Bárbara, con unas nuevas instalaciones en deplorable situación de deterioro, y el Castillo de Santa Catalina, es decir, La Caleta. Colindante al Parador Hotel Atlántico, es destinado a un aparcamiento al aire libre hace décadas mientras encuentra un mejor uso que nunca llega.
Siempre estuvo dentro del proyecto de recuperación de Valcárcel, apenas a 200 metros de distancia, como pieza de intercambio, a modo de recinto hotelero o pistas universitarias.
Como el proyecto de Valcárcel sigue atascado y sin fecha en el laberinto burocrático creado por Diputación Provincial, Ayuntamiento de Cádiz, Universidad de Cádiz y Junta de Andalucía desde el año 2000, el gobierno municipal se ha cansado de esperar.
Este febrero, la Alcaldía de Cádiz anunciaba la venta del solar, al borde de la Bahía y con vistas a El Puerto y a Rota, en un emplazamiento de gran belleza paisajística, con la finalidad de abrir otro hotel. Sería el sexto proyecto de nuevo hotel de grandes dimensiones que se anuncia en Cádiz en apenas año y medio.
El proyecto de permitir la implantación de la empresa privada, una cadena hotelera, en este lugar provocó inmediatamente rechazos políticos previsibles, como el de Izquierda Unida.
La coalición resalta que la ciudad ya cuenta con 48 establecimientos hoteleros y más de 2.000 apartamentos turísticos, por lo que un nuevo hotel "es redundante e innecesario, al tiempo que vemos urgente la recuperación y dignificación de este espacio".
A la oposición política se sumaron en pocas horas otros grupos, vecinales y sociales, que hacían pública su negativa al hotel. Además de coincidir en el excesivo número de plazas hoteleras, destacan que la ciudad, su casco antiguo, precisa de instalaciones culturales, deportivas o recreativas, parques, plazas o pistas que puedan acoger algo parecido a la vida cotidiana vecinal, que consideran arrinconada por la turística.
A ese rechazo inicial, los contrarios a la iniciativa hotelera han aportado en las últimas horas un documento que incluye varias propuestas de uso que consideran mejores que la turística.
Esos grupos son la asociación de vecinos Cádiz Centro, El Pópulo, Segunda Aguada y Gades La Viña, la asociación de consumidores Facua, el colectivo ecologista Agaden, la asociación Pro Derechos Humanos y el colectivo Mujeres de Acero.
Entre todos, suman varios miles de asociados cuando el casco antiguo de Cádiz apenas conserva 40.000 habitantes.
Catálogo de alternativas
Estos grupos cívicos ofrecen "varias alternativas" a un hotel, todas ellas –consideran– útiles para crear equipamientos sociales o ciudadanos, de uso cultural o deportivo. Entre ellas incluyen "un centro de interpretación de las fortificaciones de la ciudad o un museo marítimo que Cádiz necesita hace décadas".
La plataforma pone como ejemplo práctico las rutas por el perímetro amurallado de casco histórico de Dubrovnik (Croacia) y propone crear un itinerario similar entre castillos y antiguos recintos militares, algo que además podría "generar empleo en empresas especializadas".
Otra de las alternativas de la plataforma vecinal y asociativa es la creación de una "zona verde". De hecho, la propuesta es recuperar e integrar en un solo conjunto tanto el parque Genovés como el paseo de Santa Bárbara y el Campo de las Balas, "reverdeciéndolos, recuperándolos a nivel paisajístico y estético".
"Entendemos que es una actuación ambiciosa, pero necesaria para compensar el déficit de zonas verdes en la ciudad", afirman.
"Otra posibilidad que se podría plantear es una plaza con vegetación, mirando al mar, un espacio de esparcimiento fundamental para un casco histórico con gran densidad urbanística", muchos edificios sin apenas espacios abiertos.
Esta hipotética plaza también podría acoger, por sus dimensiones, "actos culturales con un aforo claramente superior al del Castillo de Santa Catalina".
Como última propuesta, la plataforma lanza la idea de "un complejo deportivo que reforzaría la oferta ya existente junto al Parque Genovés y podría dar servicio a los tres centros educativos de las inmediaciones".
"En definitiva, hay muchas posibles alternativas al uso hotelero, sobre todo si se tienen en cuenta las numerosas necesidades de la ciudad. El Campo de las Balas es un espacio que forma parte del patrimonio cultural, histórico y artístico de la ciudad y se merece seguir teniendo un uso público".
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