La Plaza de España de Cádiz se convertirá este viernes 30 de mayo en el corazón del comercio local con una nueva edición de A la Calle, una iniciativa organizada por Cádiz Centro Comercial Abierto (CCCA) en colaboración con el Ayuntamiento de Cádiz. Esta cita busca acercar el tejido comercial al público con una jornada cargada de actividades, experiencias y promociones exclusivas.
Desde las 10.00 hasta las 22.30 horas, más de una veintena de comercios asociados al CCCA saldrán de sus establecimientos para ofrecer sus productos y servicios a pie de calle. Los asistentes podrán disfrutar de demostraciones en directo, degustaciones gastronómicas, animación para todos los públicos y ofertas especiales, en un ambiente que fusiona consumo, cultura y ocio.
La programación incluye propuestas para todas las edades. Las librerías-cafés La Lectora y La Clandestina ofrecerán sesiones de cuentacuentos para pequeños y adultos, mientras que los más jóvenes podrán participar en talleres infantiles, actividades de pintacaras, juegos tradicionales y una miniferia con palomitas y algodón de azúcar. Todo ello pensado para crear una jornada lúdica y familiar en pleno centro gaditano.
Además, la bailaora Lidia Cabello impartirá una clase abierta de flamenco en vivo, sumando ritmo y tradición a la programación. Los asistentes también podrán pasar por un photocall para llevarse un recuerdo personalizado de la experiencia, reforzando el carácter festivo de esta jornada.
Promoción del comercio de proximidad
El objetivo de esta acción es dar visibilidad al comercio de proximidad, dinamizar la actividad en el centro histórico y fomentar una experiencia de compra cercana y memorable. “Esta cita es una oportunidad para disfrutar de nuestro comercio local de una forma diferente: en la calle, con ambiente festivo, familiar y lleno de vida”, destacan desde la gerencia del CCCA.
Consolidado ya como uno de los eventos clave del colectivo, “A la Calle” apuesta por un modelo de ciudad viva, sostenible y participativa. Una propuesta que, edición tras edición, refuerza la conexión entre los comercios locales y la ciudadanía, demostrando que consumir en el barrio también puede ser una fiesta.


