El Sindicato de Inquilinas de Cádiz ha convocado a toda la ciudadanía a parar el desahucio de Juan Antonio y Marisol, una pareja gaditana que lleva más de 22 años viviendo en su hogar de la calle Matrona Modesta Calvo nº5. El lanzamiento está previsto para el 26 de noviembre a las 8.00 horas y, según denuncia la organización, se trata de un caso de acoso inmobiliario en el que están implicados el BBVA y el fondo buitre Divarian.
La entidad ha hecho un llamamiento público para frenar una situación que, según afirman, “podría dejar en la calle a una familia trabajadora gaditana y entregar una vivienda más a la especulación inmobiliaria”.
22 años de historia y un proceso marcado por la especulación
La historia de Juan Antonio y Marisol comienza en los años 80, cuando su familia habitaba la vivienda que hoy está en riesgo de desahucio. En 2002, contrajeron una hipoteca con el BBVA, pero tras un accidente laboral en 2013 y una pensión insuficiente, se vieron obligados a pagar solo una parte de la letra mensual. “Tenían que elegir entre comer o pagar la hipoteca completa”, denuncian desde el Sindicato.
A pesar de intentar llegar a acuerdos, el banco rechazó las cantidades que la familia trataba de abonar y en 2016 inició el proceso judicial. En 2018, la entidad traspasó la vivienda a Divarian, un fondo de inversión gestionado por Cerberus y el propio BBVA, lo que, según el Sindicato, “sirvió para intensificar el acoso y las presiones”.
Desde entonces, aseguran que los afectados han recibido llamadas a horas inadecuadas, así como visitas de personas que decían ser las nuevas propietarias, invitándolos a marcharse. “Son las tácticas habituales de los fondos buitre: presión, opacidad y desahucios silenciosos”, han denunciado.
"Juan Antonio y Marisol se quedan en su casa"
Lejos de rendirse, la familia se ha organizado junto al Sindicato de Inquilinas y ha decidido resistir. “No se van de su barrio, no se van de Cádiz”, subrayan desde el colectivo. Su lucha, aseguran, no solo es por mantener su vivienda, sino también por visibilizar la crisis de la vivienda en la ciudad, marcada por desahucios invisibles, precios inasumibles y alquileres de temporada que expulsan a las familias gaditanas de sus barrios.
“Juan Antonio y Marisol no van a permitir que otra vivienda más caiga en las garras de la especulación. Van a luchar hasta conseguir un alquiler digno”, afirman desde el Sindicato.
Campaña de presión contra BBVA y Divarian
El Sindicato de Inquilinas ha iniciado una campaña de presión pública contra el BBVA y Divarian, a quienes acusa de negarse a negociar un alquiler social que permitiría a la familia quedarse en su hogar. “Tienen la posibilidad de parar el desahucio y optar por la justicia social, pero prefieren el beneficio económico”, señalan.
El colectivo ha anunciado que llevará a cabo acciones de movilización y concentraciones en las próximas semanas, hasta el día del lanzamiento, con el objetivo de paralizar el desahucio.
“Cuando las instituciones miran hacia otro lado y los especuladores campan a sus anchas, solo la organización popular y la lucha vecinal pueden defender el derecho a la vivienda”, concluye el comunicado.
El Sindicato insiste en que “Cádiz no se vende” y llama a la ciudadanía a acudir el 26 de noviembre para mostrar su apoyo a Juan Antonio y Marisol, símbolo de una lucha cada vez más común en la ciudad frente a la especulación inmobiliaria y los fondos buitre.



