Cientos de carnavaleros comienzan a encerrarse cada noche para ensayar sus coplas de cara al próximo Carnaval, aunque todavía hay muchos que carecen de un lugar para hacerlo.

Arranca el curso escolar en los centros docentes de toda la provincia, vuelven los partidos de la Champions League, regresan los coleccionables en septiembre y a los cuartos o locales de ensayo retornan otro años más los carnavaleros. Desde estas semanas hasta enero, bares, habitaciones, reservados, aulas, almacenes o garajes se convierten en el laboratorio de pruebas de las agrupaciones de Carnaval en Cádiz y su provincia, pero también en Sevilla, el resto de Andalucía, Mérida, Santoña o Madrid. Y es que el concurso no empieza tras las fiestas navideñas, sino mucho antes. Lo primero es encontrar un buen local, que sea cómodo, que esté en condiciones y que sirva para poder afinar. La ausencia de eco es importante y sino siempre se puede redecorar las paredes con cartones de huevo.

Hay grupos que llevan años conservando el mismo local, caso de la chirigota del Selu en el paseo marítimo, el coro de Julio Pardo en edificio de los sindicatos en la Avenida, o la comparsa que dirige Fali Mosquera, tiempo atrás con autoría de Quiñones y Bustelo, que ensayan en un colegio de la Barriada. Es habitual ver en las redes sociales cómo los grupos ya están en sus locales preparando las primeras coplas, con los pasodobles de medida y empezando a funcionar de cara al Concurso de Agrupaciones.

Aunque no todo es alegría, ya que no son pocos los que a día de hoy no cuentan todavía con lugares para empezar a cantar. Hay grupos que han tenido que cambiar de ubicación por petición de dinero del bar o la asociación donde estaban, como apuntan algunos autores que ven en este asunto un problema que se repite año tras año. “El año pasado entregué varios escritos solicitando un local al Ayuntamiento y no me contestaron”, comenta Enrique García Rosado que el pasado concurso sacó Los Indiana Jonea y no es la primera que se queja con este asunto. No obstante, según fuentes municipales, “este año se han cedido algunos locales para agrupaciones”.  

Sobre este tema también se pronuncia el autor Francisco Díaz Quintana, que este año tiene previsto participar con ‘Los Desvelaos’, “mi comparsa lleva unos años ensayando en una asociación de vecinos y de alguna manera lo compensamos, pero a los chavales que están empezando les cuesta mucho”. La referencia a las canteranas es más que evidente, puesto que son los más vulnerables en este sentido, aunque bien es cierto que siempre se va encontrando acomodo.

Del ensayódromo al registro de asociaciones 

Desde hace años se habla de la posibilidad de crear un espacio donde puedan ensayar diversas agrupaciones, “lo mismo que el flamenco tiene su centro –La Merced- y los grupos de música –La Báscula- el suyo”, critica Remolino. El “ensayódromo”, como lo han denominado, por el momento no está entre los planes del Consistorio.

Colectivos como la Asociación de Autores también se han hecho eco de estos problemas, aunque bien es cierto que no se ha hecho nada al respecto. No obstante, una de las candidaturas que se presentan al proceso electoral de esta entidad, la que encabeza Ezequiel Arauz, anuncia que tiene pensado ponerse “en contacto con la zona franca, donde existen muchas naves en desuso y proponer que se puedan usar de ensayos para las distintas agrupaciones”. Admiten que se trata de un problema que “hay que paliar cuanto antes, sobre todo en el caso de la cantera”.

No son solo grupos de concurso, puesto que también hay agrupaciones que ensayan cuatro meses aunque no participen en el Teatro Falla o las callejeras que suelen empezar más tarde. Los coros lo tienen más complicado, puesto que son del orden de 35 a 50 personas las que se movilizan, utilizando salones de acto de los colegios. También se dan casos de agrupaciones que han ensayado al aire libre, por no tener cuatro paredes en las que guarecerse.   

Fran Quintana, antiguo presidente de la Asociación de Comparsistas, plantea a lavozdelsur.es una opción alternativa al ensayódromo, “crear un registro de asociaciones que quieran acoger a agrupaciones y a cambio se les incentive a nivel municipal”. Bonificaciones económicas o alguna otra opción para que las asociaciones y peñas se vean también beneficiadas, “pero no a costa de las agrupaciones”, que para Quintana “es algo que hay proteger y ayudar”.

El propio autor se queja que en el mes de enero hay muchos bares y peñas que le piden que se vistan en su negocio el día del Concurso, sin embargo, “en agosto nadie te llama para que vayas a ensayar”. Incluso comenta el comparsista que todo ello dependiendo del caché, “si eres desconocido te cuesta el dinero, pero si eres de las grandes te ponen una alfombra roja”.

Para gente de fuera de Cadiz tampoco se le ponen fácil, puesto que en localidades como Sevilla también encuentran problemas de este tipo. "Llevamos cuatro años seguidos en el mismo local, pero he paso por varios en todos los años que llevo", comenta Jesús Benhárquez, autor de la chirigota de Sevilla que este año participaran con el nombre de 'Esta chirigota cae bien'. 

Este medio ha podido saber que alguna que otra agrupación finalista también ha tenido problemas con su local de ensayo habitual por temas económicos. Cádiz es complicado para aparcar, pero más complicado resulta para poder ensayar. Pese a ello, es habitual en estas fechas que alguien intente quedar con un carnavalero y su respuesta sea “tengo ensayo, no puedo”.  

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Luis Rossi

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