El Colegio Público Carlos III de Cádiz ha sido escenario en la mañana de este viernes de una protesta simbólica y colorida. Justo antes del inicio de la jornada escolar, más de un centenar de alumnos, madres, padres y docentes desplegaron paraguas frente al centro para reclamar al Ayuntamiento de Cádiz la instalación de zonas de sombra que protejan a los niños durante el recreo. Con esta acción, la comunidad educativa quiso visibilizar la falta de refugio frente al sol en un espacio donde los menores pasan buena parte del día expuestos a altas temperaturas.

El gesto ha transformado la entrada del colegio en un improvisado “techo” de colores. Los paraguas abiertos simbolizaron la urgente necesidad de sombra en las instalaciones, un problema que se agrava cada curso por el aumento de los episodios de calor extremo.

Un momento de la protesta.
Un momento de la protesta.

El centro gaditano, ubicado en una antigua edificación militar del casco histórico, presume de su singularidad arquitectónica, pero esa misma estructura obliga a que los recreos se desarrollen en la azotea. Una ubicación que, en los meses de calor, se convierte en un auténtico horno. El pasado curso hubo varias olas de calor con alertas amarillas y naranjas de la AEMET en mayo y junio, con más de 30 grados a la hora del recreo, recuerdan desde el Ampa. Esta situación, añaden, expone al alumnado a riesgos como insolaciones o golpes de calor.

La protesta, difundida por el Ampa.

Desde hace meses, el centro ha solicitado al Consistorio gaditano la instalación de algún sistema de sombra, sin haber obtenido respuesta. En su petición, reconocen ser conscientes “de las dificultades de instalación de este tipo de sistema en una ciudad como Cádiz, donde los fuertes vientos están a la orden del día”, aunque insisten en que resulta imprescindible hacerlo “tal y como se ha hecho en otros colegios del casco antiguo”.

La acción de este jueves iba a celebrarse inicialmente en la azotea del colegio durante el recreo, pero la Inspección de Educación de la Junta de Andalucía prohibió el uso del espacio en horario lectivo. Aun así, la comunidad educativa decidió mantener la concentración en la entrada del centro. Además, han iniciado una recogida de firmas para respaldar la solicitud ante el Ayuntamiento, con la esperanza de que esta vez su demanda de sombra no caiga en saco roto.

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Pablo Fdez. Quintanilla

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