La ciudad de Cádiz celebraba días atrás la Semana Europea de la Energía Sostenible con una veintena de actividades destinadas a diferentes públicos. Alba del Campo, coordinadora de la Mesa de Transición Energética, valora positivamente la acogida del evento. "Estamos contentos porque la recepción, tanto de los talleres como de los videoforum, ha sido buena y porque la gente nos ha agradecido mucho cuando ha venido que hubiera más espacio para hablar y reflexionar con un formato más participativo", asegura.
También destaca que, gracias al formato elegido para este año la participación "ha subido bastante". "Estamos acercando conocimientos aparentemente de expertos a la gente de la calle; y cuando lo dices de manera comprensible y con una fórmula donde la gente pueda participar, el público es mucho más receptivo". Además, las jornadas contaron con la presencia de personalidades como María Campuzano, portavoz de la Alianza contra la Pobreza Energética, quien apoyó enérgicamente el Bono Social Gaditano. La activista catalana ha llegado a afirmar en una entrevista a la revista Rambla que "la energía parece un lujo y es un derecho".
Otros de los participantes fue Alfons Pérez, autor del libro La trampa global del gas: un puente al desastre, que habló de cómo nos venden esta energía como una energía de transición a la renovable, cuando ya las renovables son lo suficientemente maduras. Los efectos climáticos del gas pueden ser aún peores que los del petróleo y el carbón en el corto plazo, y su extracción afecta gravemente al medio ambiente y a comunidades cercanas a las explotaciones. "La apuesta española por esta energía ha supuesto que se releguen otras mucho más amables con el medio ambiente, como la solar, que ha sido desplazada de la forma más burda desde el gobierno", asegura el autor.
Finalmente, contó con el experto en Energía Jorge Morales de Labra, quien habló de las oportunidades de generación de empleo de la transición energética. Del Campo destaca que los cálculos fueron "muy interesantes, ya que exponía que si sustituyéramos los recursos existentes por otras fuentes renovables aumentaría el número de puestos de trabajo. A día de hoy, las centrales fósiles generan alrededor de 250 empleos en la provincia, y la transición renovable en materia de electricidad generaría más de 2.000 empleos".
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Gracias al proyecto la Mesa de Transición Energética, que está siendo "un laboratorio de democracia energética" según Del Campo, Cádiz se animó a participar en el concurso de Ciudades Inspiradoras donde ha sido elegida ciudad inspiradora en materia de energía. Dicho certamen está organizado por el Transnacional Institute (TNI), un centro internacionalista de investigación e incidencia política sin ánimo de lucro con sede en Amsterdam. En concreto, la capital gaditana ha obtenido el respaldo del público en una fase de votación abierta en internet y cuyo premio fue concedido este viernes en la ciudad holandesa. Las prioridades destacadas para optar a la mención fueron el ahorro, la eficiencia y renovables en edificios públicos, luchar contra la pobreza energética, impulsar una transición energética democrática y la promoción de la creación de empleo vinculado a la energía.
En cuanto a iniciativas, el premio hace referencia a la constitución de las mesas de energía (Mesa de Transición y Mesa contra la Pobreza Energética), el compromiso de la ciudad y de sus gobernantes en la lucha contra la pobreza energética y el Bono Social Gaditano, y el Plan de Choque contra la Pobreza Energética del Ayuntamiento. De entre un total de nueve iniciativas, la de Cádiz ha sido la más apoyada por el público. Estos nueves casos se seleccionaron a partir de una primera lista de 32 iniciativas de 19 países, plasmadas en un Atlas de utopías.
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