Lo que pudo ser una tragedia, quedó en un susto. Una gran movilización, una evacuación a marchas forzadas, con escenas de angustia, pero un susto al fin y al cabo. Las llamas desatadas tras el incendio intencionado de un colchón de una habitación en la sexta planta del hospital Puerta del Mar de Cádiz, una de las que el complejo hospitalario del SAS tiene para pacientes covid, provocaron escenas de auténtico caos entre pacientes y personal. El temor por el fuego desatado agravó la cruda situación que ya se vive en el centro, azotado por la tercera ola de la pandemia de coronavirus.
En la habitación 655, un hombre de 63 años cogió un mechero y un bote de gel hidroalcohólico y prendió fuego a su colchón. La alarma se desató a las 19:40 horas, momento en el que el hospital se convirtió en el foco de atención de los gaditanos, que, con sus móviles, propagaron la impactante escena por las redes sociales. En la planta del área de digestivos, que está dedicada a pacientes contagiados de covid, la intranquilidad fue lo único que se respiró.
El revuelo que ha generado el siniestro se palpaba en la entrada del hospital este jueves. Un sinfín de periodistas realizan su trabajo en las inmediaciones del hospital, mientras que de un camión de bomberos salen y entran efectivos. La calma no termina de llegar. Aunque el incendio está controlado y, afortunadamente, no hay que lamentar daños personales, los profesionales continúan trabajando en la evaluación y control de los daños causados.
▶️ Acceden por la escalera exterior de emergencia, camino mas corto y rápido dada la ubicación de la habitación. No fue necesario romper ventanas al contar con la llave de apertura. Extinguido el fuego, se inspeccionó el ala para constatar que no había nadie. pic.twitter.com/39w5qvdxJI
— Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz (@BomberosCbpc) February 11, 2021
Entre los efectivos del retén, Juan Carlos Rojas, jefe del Parque de Bomberos de Cádiz, recuerda su actuación y la de sus compañeros en el suceso al que nadie podía quitar ojo la pasada noche. Él es uno de los efectivos que estuvo allí. Vivió en sus carnes la incertidumbre y el nerviosismo que se apoderaron de los afectados por una evacuación en tiempo récord que evitó males mayores. “Cuando nos entró la llamada nos vinimos para acá rápidamente. Nosotros tenemos una consideración muy especial al hospital, no por la propia edificación, sino por los usuarios y pacientes que hay en ella, y con el dichoso covid, doblemente”, cuenta a lavozdelsur.es.
El gaditano, que encarnó al cartero real en la Navidad del covid desde el primer histórico camión que sirvió al parque, se bajó del vehículo, ya dotado de grandes avances que mejoran el tiempo de reacción e intervención. El fuego ardía ante sus ojos. “Ya era evidente, se veía el humo salir, incluso las llamas”, rememora.
"Se veía el humo salir, incluso las llamas”
Junto a sus compañeros, se dirigió a la zona afectada. “Como no teníamos certeza de que toda la planta estuviese evacuada, de la manera más rápida e inmediata que pudimos utilizamos el camino más corto y efectivo, una escalera de emergencias que coincidía justo en la salida de la sexta planta con la primera habitación”, dice Juan Carlos.
Durante las labores de extinción, el bombero, efectivo del cuerpo desde hace 40 años —“entré muy jovencito, recién salido de la mili”—, se sirvió de una cuerda a modo de guía, se asomó a las distintas habitaciones por si quedaban personas en su interior. “Lo que más nos impactó fue ver que lo que había ardido era considerable y se estaba generando potencia térmica, había mucha temperatura”, comenta.
El bombero del Consorcio Provincial explica que el incendio afectó a las botellas de oxígeno sanitario, “y eso actuaba como un potenciador de la combustión porque enriquecía la mezcla, se veían unas llamas anómalamente fuertes y potentes alimentadas por ese exceso de oxígeno”.
Las botellas de oxígeno sanitario actuaron como potenciador de la combustión
Además, el fuego al que se enfrentó generó una potencia térmica que fracturó el falso techo de loseta del hospital. Según relata, “la misma congestión del aire fue partiendo los tabiques de separación de una habitación con otra y así hasta cuatro habitaciones contiguas”. Con la ventilación cortada para reducir al máximo la propagación, los bomberos lograron mantener la situación bajo control. En apenas una hora y media el riesgo mermó.
La ventana de la habitación está totalmente calcinada. Los vecinos que transitan por la zona levantan la vista para observarla. “Si en lugar de en esa, se da en una más centrada en el pasillo, probablemente, la cosa hubiese sido más seria y la seguridad de las personas se hubiese visto más afectada”, expone Juan Carlos.
Un total de 58 pacientes tuvieron que ser reubicados en otras zonas del hospital, pero, según la Delegación Territorial de la Consejería de Salud y Familias, no fue necesario trasladarlos fuera del centro, pese a que el hospital San Carlos de San Fernando estaba preparado. Para el bombero, el nivel de dificultad de la operación ha sido medio, pero tiene un añadido. “La preocupación es que ahora mismo en el hospital hay más gente que en otras épocas donde no ha estado presente la dichosa pandemia”, dice con tristeza.
La actuación de los profesionales como Juan Carlos ha dejado huella. Plantado ante el imponente edificio de la Avenida de la capital gaditana, confiesa que “me enamoré tanto de esto que hace prácticamente un par de años que me podía haber jubilado y todavía no he podido decirle adiós”.
“La preocupación es que ahora mismo en el hospital hay más gente que en otras épocas"
Un día después del incendio, a los sanitarios y los cuerpos de seguridad les llueven las felicitaciones. El sector de Sanidad de CSIF Cádiz pone en valor “el gran trabajo” de los profesionales del SAS. “Supieron guardar la calma en todo momento, y siguiendo las instrucciones dadas por la dirección, pudieron reubicar a todos los pacientes con gran diligencia y profesionalidad y así, facilitar el trabajo de los bomberos y cuerpos de seguridad que intervinieron en el suceso”. De hecho, este sindicato considera que, de no haber sido por la rápida y encomiable reacción del personal del hospital, se podría haber producido “un verdadero desastre”.
Asimismo, CSIF ha revindicado que el actual hospital “ya está obsoleto, y tanto la plantilla como la ciudadanía merecen unas instalaciones sanitarias que cuenten con todas las medidas de seguridad y nuevas tecnologías que minimicen los efectos de episodios de este tipo”.
Entre los héroes del incendio también se distinguen siete funcionarios de la Policía Local, dos oficiales y cinco policías. Ellos colaboraron con el personal sanitario para trasladar a otras alas del edificio a los pacientes sin tener en cuenta sus patologías, y sin saber que estaban ingresados por covid. Así, el grupo se encuentra confinado en sus domicilios a la espera de conocer los resultados de la PCR.
Por su parte, el alcalde de Cádiz, José María González, ha enviado este mismo jueves por la mañana varias cartas dirigidas al personal sanitario de Gestión y Seguridad del hospital Puerta del Mar, al Consorcio de Bomberos, a los cuerpos de Policía Local de Cádiz y de Policía Nacional, al personal técnico de la Delegación Municipal de Urbanismo y a Protección Civil para agradecerles su labor.
“Quiero mostraros mi orgullo como alcalde de Cádiz por vuestra entrega y sacrificio ante una situación de emergencia y crisis en la que cientos de vidas han podido estar comprometidas”, ha saludado González. Sus palabras escritas en las misivas elogian la actitud ejemplar de los implicados. “Vuestro comportamiento, vuestro conocimiento y vuestra entrega hacen que esta ciudad sea mejor”, destaca.
Entre este jueves y viernes, las plantas séptima, octava y novena previsiblemente podrán volver a ocuparse mientras que la quinta y la sexta tendrán que someterse a trabajos exhaustivos de reparación y limpieza. Una vez más, la coordinación, la colaboración y la formación, son la clave para que, en estos momentos complicados, todas las personas hayan salido ilesas. Solo han pasado unas horas, pero la angustia ya es solo un mal recuerdo. Entretanto, la Policía confirmaba que el pirómano, un paciente con covid con problemas hepáticos que, al parecer, sufre periodos de enajenación mental, según han advertido fuentes sanitarias, sigue ingresado en el módulo penitenciario del Hospital de Puerto Real, a la espera de prestar declaración ante el juez.
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