Casi 1.000 euros, un billete de avión y un Ipad. Ese era el contenido de la mochila que tres vecinas de la Barriada de la Paz encontraron hace unos días junto al puente de La Constitución de 1812, en la capital gaditana. "Como todas las tardes veníamos las tres juntas de la piscina y vimos que había una mochila sola en el suelo", relata una de ellas. "Yo dije que no la tocaran no fuera a ser una bomba", bromea otra. "Pensamos que podría ser de una mujer que iba caminando en la otra dirección con un carrito, y la llamamos para preguntar pero no era suya", cuenta la tercera. Ellas son Maricruz Barba, Pepi Ramírez y Mercedes Gutiérrez, las tres mujeres que no dudaron en ponerse en contacto con la policía inmediatamente para localizar al dueño de la bolsa.
"Cuando la abrimos vimos que había un billete de avión para ese mismo día y creímos que era el de vuelta; pensamos que sin la documentación no iba a poder irse", nos cuenta Mercedes. La casualidad de que el yerno de Maricruz forma parte del cuerpo de Policía Local, por lo que sin dudarlo se puso en contacto con él para saber qué hacer. "Nos quedamos donde la habíamos encontrado hasta que llegó un agente. Pensamos que bastaría con dársela y podríamos irnos, pero no. El policía sacó todas las cosas que había en el interior de la mochila delante de nosotras. Habíamos visto que había 230 euros, las llaves, la tablet, gafas, documentación... Pero el policía, buscando a ver si encontraba algún número donde localizarlo encontró más dinero, unos 750 euros más", cuenta Maricruz.
"Estábamos angustiadas pensando que el hombre, sin documentación, no podría volver a Barcelona"
En el carnet de identidad del propietario pudieron comprobar que era natural de Hospitalet de Llobregat. "Entonces llamaron a la policía de allí para que, por el apellido, buscaran a un familiar que nos pudiera dar un teléfono de contacto. También me pidieron mi número por si llegaban a localizarlo que pudiera ponerse en contacto conmigo", continúa, aunque el catalán aún no la ha llamado para agradecerle personalmente su buen acto. Las tres reconocen que después de entregar la mochila se quedaron muy tranquilas. "Estábamos angustiadas pensando que el hombre, sin documentación, no podría volver a Barcelona", confiesa Mercedes. Cuentan que el tiempo que estuvieron esperando a que llegara el agente hasta el lugar -casi una hora y media-, estuvieron con el carnet en la mano "pendiente de todos los que pasaban por allí comparándolos con el de la foto para ver si aparecía".
El hombre explicó al agente que tanto sus compañeros como él quedaron impresionados con la vista del nuevo puente y decidieron hacerse fotografías, dejando olvidada la mochila en un banco. "Claro, es que vio el puente de La Pepa tan bonito y se quedaría embobao", comentan. En ningún momento, a ninguna de las tres, se le pasó por la cabeza quedarse con lo que había en la bolsa. "No, porque no era nuestro. Y mira que yo ese día llevaba dos euros en el monedero", cuenta Pepi. Y es que las tres trabajan como empleadas de hogar y vienen a cobrar unos 500 euros mensuales. "Nos llevamos todo el mes trabajando y no cobramos más que eso. No tendremos mucho dinero, pero somos honradas", concluyen.
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