Marina Valenzuela confiesa que "mi madre me metió en la escuela de modelos para que dejase de jugar al fútbol".
Gustarte el fútbol desde pequeña y acabar convertida en modelo es algo complicado de digerir. La gaditana Marina Valenzuela tiene una historia muy peculiar que comenzó pegada a un balón de fútbol y la acabó llevando hasta convertirse en la aspirante más votada en la Sevilla Fashion Week de 2015.
Marina relata que “lo mío viene desde chiquilla cuando estudiaba en un colegio de monjas. Lo que verdaderamente me apasionaba es el fútbol. Pero mi madre estaba empeñada en que aprendiera a andar y me dejara de dar patadas a un balón y por eso decidí integrarme en la escuela de modelos. Tenía apenas nueve o diez años”.
Posteriormente, continúa explicando, “necesitaba unas fotografías para trabajar en las promociones de imagen. Yo soy técnico de comercio y marketing y conocí a un fotógrafo que las hacía gratis. No me lo pensé y le busqué. Cuando acabó la sesión venía de vuelta en el tren y ya me estaban contratando. A partir de este momento comencé a comprender que podía dedicarme a la moda profesionalmente”.
Uno de los puntos de inflexión en su trayectoria viene “con la celebración de la Sevilla Fashion Week en 2015, un evento para el que eché una solicitud y mi sorpresa fue que llegué a las semifinales. Pero la cosa no se quedó ahí ya que fui finalista y acabé siendo la más popular gracias al voto de las personas que compraban las entradas”. Sin duda, ese reconocimiento, según Valenzuela, “sirvió para abrirme muchas puertas ya que incluso hice un video-clip con Dyvan, un grupo de San Fernando. Hacía de borracha”.
En cuanto al estado de la moda en la actualidad considera que “se invierte muy poco, es algo que no interesa, la gente no se lo toma en serio. Es una pena que no haya nadie que apueste por nosotros cuando la región tiene muy buenos trabajadores con grandes ideas”. Asimismo reconoce que “he trabajado con diseñadores tan prestigiosos como Agatha Ruiz de la Prada, Francis Montesinos o El Potro y he posado para la revista 'Elle', sin embargo es muy complicado vivir de la moda”.
La joven modelo gaditana lanza un alegato final difícil de digerir en estos tiempos que corren al señalar que “hay mucha gente que nos ven como mujeres objetos, yo no me siento así, trabajo con mi imagen, no con mi cuerpo, ni con mi persona”.
Comentarios