oruga.jpg
oruga.jpg

El Ayuntamiento responde a las quejas ciudadanas y elimina todo rastro del lepidóptero, que había hecho saltar las alarmas el pasado viernes.

El pasado viernes proliferaban en redes sociales imágenes en las que un parque de Cádiz, concretamente el situado en Juan Carlos I, se encontraba completamente infectado de las orugas procesionarias, que aparecen cuando las temperaturas comienzan a subir de nuevo tras el invierno. Huyen de los níveles altos de humedad y, además, pueden llegar a ser mortales para los perros y tremendamente peligrosas para los niños, que tratan de tocarla para entender qué son. Una acción que puede llegar a producir desde urticarias a reacciones alérgicas al entrar en contacto con los pelos de la oruga, donde oculta su veneno.

Los perros y gatos, que en ocasiones llegan a ingerirlas tragándose también todo el tóxico que transportan, son también vulnerables a este lepidóptero, presentadas normalmente en forma de procesión y ubicadas cerca de los pinos, donde colocan los "bolsones" en los que desarrollan la larva. De esta forma, cuando los ojos o las mucosas de las mascotas entran en contacto con estos insectos comienzan a babear y rascarse la zona de la boca, aunque en ocasiones se daña la piel y se producen ampollas.

Sin embargo, el alcalde de la ciudad, José María González, ha publicado en las redes sociales una foto en la que se asegura que ya se ha acabado con la presencia de estas orugas en la referida zona verde, aunque "los trabajadores de la delegación de Medio Ambiente han revisado el resto de parques de la ciudad".

Sobre el autor:

Jesús Mayone

Jesús Mayone

...saber más sobre el autor

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído