Tanto la acusación particular -ejercida por la familia de la niña- como el fiscal rebajaron sus peticiones de condena de quince a cinco años de cárcel al aceptar el pederasta la autoría de los hechos.
La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a un vecino de la capital gaditana a cinco años de prisión por abusar sexualmente de una niña desde que ésta tenía ocho años y hasta que cumplió los once. El pederasta, hermano del compañero sentimental de la madre de la menor y que además convivía en el mismo domicilio, aceptó la autoría de los hechos, por lo que la acusación particular y el fiscal rebajaron la pena de los quince a cinco años de cárcel, tal y como informa Diario de Cádiz.
Para la sentencia, el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial ha valorado tanto el reconocimiento de delito por parte del acusado como la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas en la causa. De esta forma, la condena da por probado que el acusado, mayor de edad y sin antecedentes, convivía con la niña en la misma casa en la capital gaditana. La vivienda, de reducidas dimensiones, contaba tan solo con dos habitaciones y el salón, por lo que la abuela dormía en el dormitorio principal; la madre y su pareja en el salón; y en la otra habitación, dividida en dos, la niña junto con el ahora condenado y la hermana con el novio.
Los hechos comienzan en el año 2008, cuando el pederasta se ganó la confianza de la pequeña haciéndole regalos y diciéndole que la quería. De esta forma, convenció a la niña de que se acostara con él por las noches, logrando que le profesara tocamientos y, posteriormente, que ella se dejase tocar, así como abusar sexualmente de ella vía oral. Por último, consiguió la penetración anal con la pequeña, algo que hacía colocándola encima de un baúl boca abajo en el dormitorio en el que dormían. No obstante, el procesado intentó la vía vaginal, pero la desproporción de los miembros impidió que consumara.
Los episodios, tal y como relata la resolución judicial, “se produjeron en el domicilio y en la misma habitación, siempre durante la noche, en un periodo de tiempo comprendido entre 2008 y los primeros siete meses de 2011, con una frecuencia de tres o cuatro veces por semana”.
Según informa Diario de Cádiz, en septiembre de 2011 la víctima se opuso a vivir con el procesado, que se vio obligado a marcharse a casa de su madre, en otro municipio de la provincia. Como consecuencia, la joven presenta sintomatología ansiosa con reexperimentación de lo vivido en situaciones de intimidad sexual con su actual pareja. De hecho, hoy día continúa con su tratamiento por trastorno de estrés postraumático.
Finalmente, a la condena de cinco años que la Sección Primera de la Audiencia Provincial le ha interpuesto al pederasta se añade la prohibición tanto de acercarse a menos de 200 metros de la víctima, su domicilio, centro escolar o cualquier otro que frecuente como de comunicarse por ella durante los próximos seis años. El tribunal, además, ha impuesto la medida de libertad vigilada durante seis años cuando salga de prisión, de la misma forma que deberá indemnizar a la víctima con 20.000 euros por daños personales.
Comentarios