Una Gran Final del Falla no es poca cosa. Este 2024 llega cargado de momentos esperados, cuando se terminan de conocer todas las sorpresas que guardan los 15 grupos que han accedido a esta final, tras tres pases anteriores en los que han convencido al jurado.
Entre los participantes, destacan nombres de peso que vuelven a una final, como la comparsa de David Carapapa o el cuarteto de Joselito y Aguilera, que hacía tiempo que no se colaban en esta noche, por diversos motivos. También, la doble participación del Chapa, que llega como coautor del coro El Gremio y de la comparsa Los Colgaos.
Se da el caso de que los cuatro ganadores del pasado certamen puede repetir esta noche: Gago, Pardo (hijo), Molina y Martínez Ares. Pero, dicho todo esto, hay varios detalles en los que fijarse en esta Gran Final: aquí, cinco razones para no dejarse vencer por el sueño.
1.- El pulso en cuartetos: clásico vs. moderno
Esta noche puede repetir primer premio el cuarteto de Ángel Gago, con su Punk y circo. Una apuesta por un tipo de cuarteto clásico, más rimado, reposado, con nota de humor absurdo y surrealista. El arte de la pamplina. Pero también, de ese otro cuarteto moderno, escuela Morera, casi una obra de teatro, con buenos golpes y hasta alguna improvisación que potencia el ange de sus intérpretes. Especialmente a tener en cuenta el cuarteto de Aguilera, Los cocos de Cadi, aunque también están los hermanos Romero (también de ese estilo moderno) con En mi caseta cabe todo el mundo.
2.- ¿Un nuevo estribillo de Martínez Ares?
La Gran Final es noche de sorpresas. En 2023, en comparsas, el estribillo de la comparsa de Piru y Tomate dio sitio a Carli Brihuega, genio de la garganta -la garganta zurda, que dijo nuestro compañero Pepe Landi-, sustituyendo a su propio hijo, algo que puso de pie al Falla. Y ya van varios años en los que Martínez Ares, de sorpresa, estrena un estribillo nuevo en la Final. Ha llegado a tener tres diferentes. ¿Sorprenderá esta noche?
3.- El pase del pregonero
El Grinch de Cai se ha colado en la final con merecimiento. Otros años, el jurado ha sido menos benévolo con la chirigota del Sheriff. Este año canta y lo hace casi para cerrar la función, no antes de las 5:30 horas de la madrugada probablemente, justo antes de Los Colgaos. Un pase que se espera emocionante, y con posibilidades de dar un golpe en la mesa para llevarse el primer premio. Apenas tendrá tiempo luego Juan Manuel Braza de desmaquillarse, descansar un rato y terminar de preparar su pregón de la tarde del sábado.
4.- Una final abierta en coros
Este año faltan Nandi Migueles o Los Estudiantes, coros de premio y tradición. Pero no sobra nadie. Lo mejor que puede decirse de este año en la modalidad es que nadie ha dado un golpe en la mesa y llega todo muy abierto. Los jurados oficiosos de medios de comunicación no coinciden en dar un favorito claro. Un año más, y los que quedan, se echará de menos a Julio Pardo, aunque su hijo, coautor de su grupo, es buena herencia.
5.- Las cupletinas pueden valer un primer premio
Fue Vera Luque quien abrió el camino a muchas otras agrupaciones: cantar cupletinas, varios cuplés cortos en lugar de uno por cada tiempo entre estribillos. El pasado año, fue el Molina quien se llevó el primer premio haciendo gala de su capacidad para condensar cuplés en apenas unas frases, en lugar del cuplé de toda la vida, al estilo de las chirigotas callejeras. También han hecho uso de esa fórmula en la chirigota de Villegas y Los Cornejo, Los exageraos, que quizás son algo más favoritos por la buena imagen dada este año en cada pase.
Compiten con Molina -hay que reconocer que su pase a la final sorprendió-, que también usa las cupletinas. De cuplé clásico, una pareja de cuplés con su correspondiente estribillo, vienen Selu y Sheriff. ¿Valdrá un premio desplegar más cuplés que el resto? ¿Debe puntuarse mejor? El debate en el concurso está ahí.
Comentarios