El alcalde de Cádiz, Bruno García, se mantiene alineado con la Junta de Andalucía. Que su homónimo de Sevilla, José Luis Sanz, se desmarcara en la víspera y reclamara la aprobación de este cobro no hace cambiar de opinión al regidor gaditano.
García de León ha vuelto a mostrar este viernes que su posición es la misma que la del gobierno autonómico. Es decir, esperar a que un observatorio teóricamente neutral se pronuncie sobre la conveniencia de aplicar la tasa tras consultar con la Federación Andaluza de Municipios y Provincias o la Confederación de Empresarios de Andalucía.

«Es algo sobre lo que se puede hablar y se está hablando. Hay que analizar bien la situación de cada municipio porque algunos tienen más impacto turístico y otros menos, también de las empresas, nosotros estamos dispuestos al diálogo» ha reiterado el alcalde de Cádiz en varias ocasiones.
La denominada tasa turística es un complemento económico que cada alojamiento carga al alojado por noche de estancia. En muchas ciudades y países de Europa se aplica hace años y en algunos casos no supera los dos euros por persona y jornada.
El regidor gaditano se aferra a la espera del pronunciamiento del observatorio mientras el gobierno municipal de la capital hispalense, 24 horas antes, retomaba el pulso contra el ejecutivo autonómico pese a estar presididos por compañeros del Partido Popular.
José Luis Sanz, alcalde de Sevilla, es uno de los alcaldes andaluces más insistentes respecto a la aprobación del cobro de una tasa turística. De hecho, volvió a elevar una propuesta al pleno celebrado este jueves en el edificio monumental de Plaza Nueva.
La iniciativa municipal sevillana -aprobada con el apoyo de PP y PSOE- incluye dos partes: pedir a la Junta la creación de una mesa de trabajo para poner en marcha la tasa turística y solicitar que esa nueva normativa garantice que lo ingresado por su cobro vaya a parar directamente a la conservación del patrimonio histórico de la ciudad.