De yerno ideal a veterano con retranca
Dicen que cada persona es, para siempre, la que fue en el patio del recreo. Si eso tiene algo de cierto, el alcalde de Cádiz tuvo que ser sonriente y dialogante pero decidido y calculador. Constante, poco impulsivo, nada impaciente, con buena memoria para el reproche. Arrieritos somos casi todos. Por más que siempre le haya perseguido la fama de templado, dos años como alcalde bastan para encender a cualquiera, acortarle la mecha. Ahora se reivindica, saca pecho y se defiende porque la política, pequeña o local, no tiene sitio para los calmos. Bruno García de León (Jerez, 14 de julio de 1979) es vocacional aunque Iñaki Gabilondo anima a salir corriendo de cualquier niño que diga soñar con ser ministro, concejal o diputado. Licenciado en Derecho (Complutense), vivió en Londres, Madrid y Barcelona pero aterrizó en la capital gaditana de la mano de Teófila Martínez. Le hizo debutar como edil a los 28 años. Cuando se acerca a los 50, ha estado 12 años en el pleno municipal de Cádiz, es presidente del PP provincial y fue diputado autonómico. Todo antes de recuperar en 2023 la Alcaldía perdida por los suyos en 2015.
Dos años después de aquella victoria electoral inesperada en el descuento hace balance de la primera mitad de su primer mandato. Encaja con pose digna pero devuelve cada golpe. Apenas viste ya las zapatillas deportivas negras con el traje y arremete contra los que insisten en que no repetirá como candidato municipal. Defiende que su gestión para superar "heridas" y "ruina" ya se nota. Proclama que tiene una trayectoria que sustenta su cargo y niega que su amistad con Juanma Moreno haya marcado su carrera. Dice que las encuestas le susurran piropos por la noche y se define como centrista, dialogante o pesado. En la práctica cada vez muerde más a la oposición con su discurso de martillo pilón, con amable distancia, montado en su mayoría absoluta. Está convencido de que en los dos años hasta las elecciones se verán las obras que justifican su optimismo y mejorarán los servicios públicos básicos (limpieza y autobús) que hacen aguas cada día. Lo tiene apuntado todo en un documento Excel, privado y particular, que muestra muy de vez en cuando. Incluye todos los objetivos de la ciudad, grandes y pequeños. Sólo un tercio está en verde. Espera que en 2027 ese color llene, al menos, la mitad de la pantalla.
Pregunta. Cumple usted dos años como alcalde, la mitad del mandato. Una de sus primeras decisiones en el verano de 2023 fue subirse el sueldo ¿Cómo lo explica?
Respuesta. Lo que hice fue equiparar el sueldo del alcalde de Cádiz, de la persona que sea, no el mío, con otros alcaldes de la Bahía. Creo que el alcalde de Cádiz es una figura que precisa de ese sueldo, que es de acceso público, de unos 68.000 euros al año. El anterior era de 42.000 euros así que no se duplicó como han llegado a decir. Lo que hice fue equiparar el sueldo con el de un alcalde normal. Estoy en el tramo medio. Creo que soy el cuarto en la provincia por detrás de Jerez, Algeciras y Chiclana. Si alguien quiere usar ese baremo puede fijarse en que soy el cuarto alcalde por sueldo cuando Cádiz es la tercera ciudad por población. Alguien puede pensar que lo anterior, cuando el alcalde donaba una parte del salario, era lo óptimo. Puede ser. También puede ser que, en términos de dedicación, a lo mejor le salía más caro al Ayuntamiento el predecesor. Depende de que trabajes, media jornada o jornada completa. Era una decisión personal. Durante mucho tiempo, cuando estaba en Diputación, el anterior alcalde ingresaba 60.000 euros y una parte de esa cantidad, hasta los 42.000 del sueldo municipal, la dedicaba a donaciones pero el dinero salía igualmente de las instituciones públicas. Creo que había una cierta dosis de publicidad en aquello pero no sé si es más caro o barato un alcalde que otro. En términos de tiempo, a lo mejor soy yo más barato. No lo sé, no pretendo criticar. Si se hacen bien las cosas, a lo mejor resulta que no soy caro. Si estoy también por las tardes y otro está por las mañanas resulta difícil calcular. También subieron los sueldos de los portavoces de la oposición, que se equipararon a los tenientes de alcalde. Se ampliaron sus equipos con un portavoz, un viceportavoz, un periodista y un administrativo. Se trataba de equiparar con ayuntamientos y alcaldes del entorno, de Andalucía. Y aún con esas subidas, todos, gobierno y oposición, estamos por debajo de la media recomendada de salarios por la Federación Española de Municipios y Provincias.
P. De aquel inicio al futuro final de mandato ¿Le molesta que se publique o diga con cierta insistencia que no repetirá como candidato a la Alcaldía de Cádiz en 2027 para un segundo mandato y que seguirá su carrera política en otra institución, con otras responsabilidades?
R. No me molesta pero no lo entiendo. La rumorología forma parte de todo esto. Ha existido, existe y existirá. No es la primera vez ni será la última. Lo único que quiero dejar claro es que mi objetivo no es ser parlamentario andaluz ni nacional. Rotundamente, no. Si alguien piensa que tengo la mirada puesta en otra institución en algún movimiento político de ese tipo, digo claramente, no. En lo único que pienso es en hacer mi trabajo bien. No tengo otro objetivo. Puede ser que a alguien le interese generar ese mensaje, quien quiera que sea la primera persona que planteó eso. El, o la, que plantea eso no tiene ni la menor idea. Desconoce mis previsiones, mi dedicación y mi trabajo. Decir eso en absoluto tiene que ver con la realidad.
P. ¿Parte de esa creencia, que se marcha en 2027, viene del hecho de que su candidatura fuera un encargo directo de Juanma Moreno en 2023 y ya está cumplido?
R. Yo era, y sigo siendo, presidente del Partido Popular en Cádiz. Buscamos un candidato, planteamos y decidimos entre todos. Fue una decisión coral aunque hubiera una importante presencia de Juan Manuel Moreno. Hablamos y vimos que podía ser yo el candidato. A unos les gustará más y a otros, menos, pero cumplimos con la función electoral que acordamos y con creces. A pesar de que se plantea el objetivo de la Alcaldía con cuatro meses de margen, se trabaja bien y se consigue. Hago mi trabajo. Igual que conseguí llegar a la Alcaldía, ahora me dedico a conseguir que mi trabajo funcione durante cuatro años, ni uno más, ni uno menos.

P. ¿No será esa insistencia en "ni uno más" y en "ya veremos en 2027" lo que ha producido ese supuesto rumor de que no sigue?
R. Cualquiera que me conoce un poco sabe que no soy especialmente dado a ser imprudente o montar grandes planes personales. No voy a autoproclamarme candidato a alcalde en 2027. Menos, cuando falta tanto trabajo. No lo necesito, no voy diciendo por ahí si voy a repetir o no. No me parece lógico ni natural. Aprendí de otra persona que estuvo aquí [señala el despacho de la Alcaldía de Cádiz] que en política no se pueden hacer planes. Es Teófila Martínez. Le preguntaron durante 20 años, en cada mandato, si repetía y siempre dijo lo mismo porque lo creía como ahora lo creo yo. No depende sólo de mí, depende del partido, de otras personas. El proceso de quién va a ser el candidato no es una decisión que se tenga que tomar en el primer año de mandato. Ahora lo que corresponde es trabajar bien.
"No hay debate alguno. Yo quiero estar aquí. Yo flipo con estar aquí e intentar hacerlo bien. Es una decisión absolutamente mía, una elección que hago yo"
P. ¿Ha consumido la primera mitad de ese mandato como alcalde? ¿Cree que ha trabajado bien? Claro que usted qué va a decir.
R. Claro, las valoraciones las tienen que hacer otros pero en un aspecto no parto peras con nadie: en la dedicación. Me equivocaré más o menos pero dedicación no me la puede negar nadie. Hago mi trabajo y le dedico muchísimas horas. Muy por encima de lo que me convendría en el aspecto personal pero es que yo quiero estar aquí. No hay debate alguno. Yo flipo con estar aquí e intentar hacerlo bien. Me alimento de las cosas que salen bien y me hacen daño las que no. Es una decisión absolutamente mía, una elección que hago yo. Puedes hablar con los de seguridad, con la gente de la calle, con quién tú quieras. Te van a llevar a la conclusión de que pongo dedicación como el que más. Ganas, interés. Que lo haga bien o no ya tendrán que decirlo otros aunque creo que algún éxito estamos teniendo. Decir que no voy a seguir no encaja con la información individual que yo tengo. Este lunes empieza la obra de Valcárcel. Quién puede decir que el lunes empieza la obra de Valcárcel. Yo puedo. Me alimento de eso y no de intereses por ser parlamentario, diputado ni nada de eso.
P. Queda claro: no piensa "autoproclamarse" ni le preocupa su futuro político.
R. Me gustaría ver que la gente, en mi partido, en la calle, quiere que yo siga de alcalde. Me parece más natural. Que lo diga yo no me parece natural. Me resulta, no sé, maleducado. Quizás no es la mejor palabra. Es poco adecuado estar pensando en las elecciones. Tampoco me parece un síntoma de debilidad que no quiera adelantar los plazos habituales y deje esa conversación para 2027. No veo la relación.

P. ¿La gente, el partido, la calle le dicen que siga como alcalde? ¿Oye voces?
R. Tengo tres tipos de información. Una es la sensación de la calle que es muy buena. Luego, manejamos dos encuestas. Una que me da 15 concejales y otra que me da 14 [en la actualidad, el Partido Popular tiene mayoría absoluta con 13 concejales]. Tengo datos, lo digo con todo respeto, que son muy positivos. La información que yo tengo no coincide con que yo esté aquí de paso. Otra cosa es que esté convencido de que estoy en este despacho de manera temporal. Creo que es indiscutible y que todas las personas están en una función de manera temporal. Mentalmente me da mucha paz. He visto a mucha gente irse mal. La política es muy dura, abrasadora. Y yo quiero irme bien cuando corresponda pero mientras no pienso en otra cosa que no sea hacerlo bien para la ciudad. No es impostura, es real. Estoy a muerte. Si todo sigue como va, la idea es presentarme. Claramente, lo tengo que decir. Estoy trabajando para eso pero no pensando en presentarme. Pienso en Valcárcel, en el Portillo, el teatro del parque, que está hecho una mierda, con perdón, en los almacenes de Tabacalera, en el cementerio, en hacer muchas viviendas más...
"No estoy pensando en presentarme. Pienso en Valcárcel, en el Portillo, en el teatro del parque, que está hecho una mierda, con perdón, en los almacenes de Tabacalera, en el cementerio, en hacer viviendas"
P. Ya que habla de proyectos ¿Por qué todos se retrasan 20, 25 años en Cádiz? ¿Pasa en todas las ciudades de similar tamaño o es una maldición local?
R. Me preocupan esos proyectos que yo llamo "heridas abiertas". No sé si pasa en otras partes. Si lo digo parece que pongo una excusa. Me da exactamente igual lo que pasa en otros sitios. Yo tengo un listón. Está en Valcárcel, escuela de Náutica, Portillo, Cementerio, digamos que plaza de Sevilla, parque Genovés con el teatro, Santa Bárbara con La Pérgola. Entiendo que la gente esté cansada de esperar pero mi obligación es venir aquí y cambiar esta ruina por algo positivo para la ciudad. Valcárcel es lo primero visible. En Náutica estamos interviniendo con otras administraciones. En el Portillo, licitación. El cementerio, también en positivo. Ya tenemos el dinero, ya está en ejecución. Puedo decir que en el 2027 habrá andamios aquí, aquí, aquí y aquí. La plaza de Sevilla, admitamos, es más complejo. Todo está en marcha porque nos hemos ocupado. No puedo responder respecto a lo anterior, puedo tener una opinión, pero mi función ha empezado en julio del 2023 y haciendo esto. Me estoy ocupando con mucho diálogo, hablando, siendo muy pesado. Esos proyectos son los más visibles, los más fáciles de ver, como banderas de la ciudad pero luego hay otros aspectos que son muy importantes.
"Entiendo que la gente esté cansada de esperar pero mi obligación es venir aquí y cambiar esta ruina por algo positivo para la ciudad"
P. ¿Se refiere a los servicios públicos básicos en un ayuntamiento, a limpieza, autobuses, mantenimiento urbano? Usted y su gobierno han admitido este mismo verano que la situación es, cuando menos, decepcionante.
R. En limpieza y autobuses la herida es gordísima. No soy un alcalde que sólo piense en los grandes proyectos. Creo que me meto en los pequeños, los cotidianos, porque son muy importantes. Donde he encontrado más dificultad ha sido en la limpieza y en los autobuses, sin duda. Cuando te metes, ves el contrato y las herramientas que tienes. En mi opinión son insuficientes. Pero no me quejo, son las que son y tengo que hacer que funcionen mejor. En limpieza quedan nueve años de pliego y estamos pensando es reforzar para que esté mucho mejor. Y en eso estamos. Estos días estamos reforzando, ya desde septiembre, por las tardes, barrio a barrio. Donde veo una dejadez que hizo mucho daño es en el autobús. Que en ocho años no se licitara el servicio... Ahí sí entiendo que la situación actual viene claramente de la dejadez anterior. El pliego nuevo va a salir pero no es fácil. Desde que sacas el pliego hasta que llega el autobús pasa un tiempo importante. La documentación tiene que pasar por la Unión Europea. No es fácil pero lo hemos puesto en marcha.
P. Va a terminar usted con título de cirujano de tanto curar heridas.
R. A mí me molesta muchísimo la resignación que teníamos en otro tiempo ante esos grandes y pequeños proyectos que no han ido saliendo. Creo que mi papel es, al menos, quedarme tranquilo sabiendo que lo hemos intentado. Y si encima lo conseguimos como lo estamos consiguiendo, es una satisfacción.
P. Admite que Juanma Moreno tuvo un papel importante en su candidatura a la Alcaldía de Cádiz. ¿Eso le impide admitir en público que la Junta de Andalucía maltrata a la ciudad?
R. Es que no creo que la esté maltratando. Creo que nos estamos ocupando de los proyectos y lo estamos haciendo de la mano. La Junta ha sido fundamental en Náutica. Como en la Ciudad de la Justicia, con obras que empiezan este año. El hospital, en mi opinión, es el gran reto pendiente. Tengo el compromiso de que la Junta lo va a hacer. Tengo su palabra y me la creo, confío. Me falta poner a su disposición el suelo como hacen otros ayuntamientos. Aún no he encontrado ese acuerdo pero yo el compromiso de la Junta de Andalucía ya lo tengo. El presidente, las consejeras, han estado aquí sentados y me han asegurado que cuando tenga el suelo empieza el proceso. Yo sí creo y confío. En cualquier caso, mi relación con Juanma Moreno es algo que muchas veces no se explica bien.
P. Pues adelante, explíquela.
R. Yo tengo una relación de trabajo con él, cordial, buena, igual que con Teófila. Hemos vivido situaciones juntos y la decisión de que yo fuera candidato en Cádiz se tomó por varias razones. Una es que yo era de las personas con más experiencia municipal tenía, de las que más tiempo le había dedicado al Ayuntamiento. También teníamos encuestas que reflejaban que el grado de conocimiento de los votantes respecto a mí era mayor que con otros compañeros. Empecé como concejal en el 2007, he estado en la oposición. El que más tiempo lleva aquí soy yo. No soy nuevo en la casa. No voy a decir cosas que hice pero he participado en muchos proyectos. No es que Juanma Moreno dijera "este es mi colega y va a ser el elegido". Yo ya era presidente del partido en Cádiz y mi perfil encajaba bien con esta ciudad dentro de una idea. El PP tiene distintas versiones. Hay una más moderada, muy de centro. No es mi relación personal con Juanma Moreno la que me lleva a ser candidato. Es mi trabajo en el Ayuntamiento y mi experiencia. He estado ocho años de gobierno aquí y cuatro en la oposición. Tengo un camino hecho, una trayectoria.
"No es que Juanma Moreno dijera 'este es mi colega y va a ser el elegido', es mi trabajo en el Ayuntamiento y mi experiencia, es mi perfil. No es una relación personal la que me lleva a ser candidato"
P. Por resumir su discurso, digamos que usted define estos dos primeros años de Alcaldía con el trabajo y la moderación, ese centro que menciona.
R. La diferencia con otros alcaldes está entre exigir y ocuparse. Yo me he ocupado. De momento he conseguido bastante más en Valcárcel, lo vamos viviendo. Yo tengo una manera distinta de hacer las cosas, la mía. Tampoco he sido especialmente beligerante con Zona Franca que no es una institución dirigida por miembros del PP. Utilizo el mismo formato. Sentarme y dialogar. Me he sentado con Zona Franca por el suelo del hospital unas siete u ocho veces. He sido bastante moderado con unos y con otros.
P. ¿No cree usted que un sector grande de vecinos agradecería que su alcalde admitiera que el proyecto de nuevo hospital anunciado en 2005 es un desastre? ¿No coincidirían con usted si dice que esa propuesta no saldrá adelante o no será realidad hasta la segunda mitad de siglo? ¿Es consciente de que una parte de la población de Cádiz lo ve imposible?
R. Por la información que tengo, el hospital puede salir. Incluso es relativamente sencillo que salga. Falta llegar a un acuerdo para que eso pase. El acuerdo es sencillo. El planteamiento que hacemos es que el Ayuntamiento pone doce millones de euros, le compra del suelo a Zona Franca y luego la Junta de Andalucía se compromete a construir ese hospital.

P. Pero son 20 años sin avances. 20 años y aún no se ha dado el paso de que el suelo esté listo.
R. El suelo está ahí. No está disponible porque no se llega a un acuerdo pero estamos en la fase de la negociación. Siendo honestos, hemos vuelto a activarlo. Hemos estado en el infierno. El PSOE llegó a descartar el proyecto, a guardarlo, a decir que no podía ser y lo recupera el PP. Eso es lo más llamativo. Le digo al PSOE que tiene una oportunidad enorme de arreglar todo lo que no hizo. Sólo tiene que dejar que el Ayuntamiento le compre con doce millones de euros el suelo y ponerlo a disposición de la Junta. En ningún momento le digo a Zona Franca que me regale el suelo. Si lo vende, al día siguiente la Junta firma el acuerdo de construcción. Es una oportunidad, una gran ventana para que se realice. Es posible hacerlo. Yo lo creo. También la gente pensaba que Valcárcel y la Ciudad de la Justicia no eran posibles y está pasando.
"Con el proyecto del nuevo hospital hemos estado en el infierno. El PSOE llegó a descartar el proyecto, a guardarlo y lo recupera el PP. Los socialistas tienen una oportunidad enorme de arreglar todo lo que no hizo"
P. Su partido y usted han accedido a limitar las licencias para pisos turísticos cuando en un mandato anterior se negaron. También comparten ahora que la tasa turística puede ser una buena herramienta fiscal cuando la rechazaban ¿Son rectificaciones o un cambio de postura que un votante podría valorar?
R. En el periodo municipal anterior yo no estaba pero mis compañeros mantuvieron una posición que siempre puede cambiar. Ya en la campaña electoral anticipé que en las zonas donde hubiera presión turística por exceso de apartamentos habría regulación. Hemos reforzado esa posición para proteger y fortalecer la vivienda, no contra el turismo. Yo no veo saturación turística en Cádiz como concepto global. No la veo salvo en la vivienda, que es lo que hemos querido preservar. Respecto a la tasa turística, siempre hemos defendido que se tiene que contar con el sector y ojalá pronto se llegue a conclusiones de consenso. Yo huyo de la turismofobia en esta ciudad. Hay personas que la han querido utilizar. El turismo en Cádiz avanza por la vía de la cultura y los eventos, de forma razonable. Me parece lamentable que haya voces en la oposición que quieran dibujar el turismo como conflictivo, que lo quieran presentar como turismo de botellón. No tenemos ese problema.
P. El problema que sí tiene este gobierno municipal, como todos los anteriores, es la rápida y constante pérdida de población, unos mil cada año. La cifra de residentes oficiales ya va por 112.000, la frontera de los 100.000 habitantes se acerca ¿Cuánto dinero pierde la ciudad si el censo se coloca por debajo? ¿Tan grande sería el perjuicio?
R. Nos jugamos mucho en ese apartado pero las consecuencias las divido en dos partes. Está la parte social y está la parte económica. Las causas también las centro en dos: que algunos quieran vivir en Cádiz y no puedan o el descenso de natalidad. Este último aspecto es nacional, internacional, es una tendencia que se va a seguir dando, que tiene décadas de antigüedad. Entiendo que el efecto psicológico, sociológico, en la gente puede ser grave pero las consecuencias económicas son terribles. Los ayuntamientos se financian con unas transferencias que, por resumir, se dividen en dos categorías: municipios por encima de 100.000 habitantes y municipios por encima de 250.000. En función de esa población se les envía un dinero u otro. Cádiz está en la categoría de 250.000 por el acuerdo de singularidad que Teófila Martínez firmó con el Ministerio de Hacienda en la época de Rato. Es decir, si seguimos perdiendo población, bajamos a la categoría de 100.000 y no por debajo. Estamos en primera y pasaríamos a segunda pero nunca a segunda división B. Aún así, el daño sería muy importante. Bajar de un bloque a otro nos supondría unos 40 millones de euros menos año. El presupuesto municipal ronda los 190. Perder 40 supone más del 20% de ingresos menos.
"Me parece lamentable que haya voces en la oposición que quieran dibujar el turismo como conflictivo, que lo quieran presentar como turismo de botellón. No tenemos ese problema"
P. ¿Hay fórmulas para evitar ese golpe que se notaría en todos los servicios municipales?
R. Estamos haciendo un equipo censal. Venimos de una situación en el área de Personal que no era muy allá. Queremos formar ese equipo para ser más atractivos y que las personas se censen pero, sobre todo, trabajar en el apartado de vivienda. Estamos haciendo muchas viviendas en el casco histórico pero hay que generar más, en espacios más grandes, como en el caso de Navalips con el 50% de renta libre y el 50% de vivienda protegida. Hay algún motivo para la esperanza. Por ejemplo, hay mucho interés en gaditanos por comprar en Cádiz. Me cuentan, aunque no tengo el dato oficial, que en la nueva torre ABU el 80-90% de compradores son vecinos de Cádiz. También es maravilloso que haya gente de fuera que considera que Cádiz es el mejor sitio para vivir. Sucede en el entorno del Carmen o la plaza de España, donde hay gente que llega, se empradrona y contribuye a la rehabilitación de vivienda cuando hasta hace poco nadie lo hacía. Personas que quieren jubilarse en Cádiz y le aportan mucho a la ciudad, que valoran su autenticidad y calidad de vida. Queremos que esos elementos ayuden a frenar la curva descendente de población. Hablo de frenar, ojo, no quiero engañar a nadie. Invertir o detener la caída de población es muy complejo porque hablamos de tendencias sociales como la natalidad que afectan a toda España, a toda Europa. A un ayuntamiento se le escapan.


