Por eliminación, la XXXVIII Ostionada Popular de Cádiz queda nombrada mejor fiesta preliminar del carnaval 2025.
La designación era previsible desde primera hora de la mañana de este domingo, el primero de los cuatro que tiene febrero, cuando quedó comprobado que el sol se impondría con fuerza suficiente a las nubes.
El resto de los competidores en este concurso figurado de prolegómenos carnavalescos se quedan muy atrás por distintas circunstancias.
La Pestiñada, por ejemplo, se celebró este año por primera vez antes de la festividad de Reyes Magos. Estuvo ubicada el 4 de enero, en un nuevo emplazamiento, la plaza Fragela, y sin grupos del concurso oficial, sólo antologías.
En el caso de la Erizada del barrio de La Viña, celebrada el pasado 26 de enero, fue la lluvia la que complicó la celebración.
Aunque pudo celebrarse con las actuaciones y el reparto gastronómico previstos, los momentos de nubes y chaparrón empañaron la fiesta, además de restar afluencia de espectadores, especialmente los llegados desde fuera de Cádiz.
La Ostionada Popular creada por la Peña El Molino en 1987 y ahora organizada el Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz brilló con fuerza, libre de esos inconvenientes de clima o calendario.
El público se concentró desde poco después de mediodía en la plaza de San Antonio -escenario fijo desde la mudanza en 1992- para el reparto de 5.000 ostiones, aportados con todas las garantías sanitarias por la empresa MarConil, a partir de las 13.30 horas.
A la ritual recogida de platos de ostiones por parte del público se sumaba este año una degustación, también gratuita, de pimientos asados. En este caso los aportaban las empresas Huerta Campo Rico y Celebraciones Yeyo.
Pasadas las 15 horas, la plaza de San Antonio era todavía un punto de reunión de miles de visitantes. Todos los acentos de Andalucía, incluso de la mitad Sur de la Península Ibérica, podían encontrarse en el foro. El turismo provinicial y andaluz era, al menos, tan predominante como la presencia de gaditanos.
Los locales de hostelería del entorno inmediato, todos llenos, pudieron estrenar las barras metálicas y las cartulinas de colores chillones, con la oferta de bocadillos y tapas, que se volverán omnipresentes a partir del 28 de febrero, cuando comience la fiesta grande de Cádiz en la calle.
Por el tablao de San Antonio pasaron cinco agrupaciones. Tres de ellas fueron coros pero todos de distinta naturaleza. El de Luis Frade tiene formato de antología de tangos, coplas y cuplés que no han pasado por el concurso, es callejero. El que sí puede llamarse "oficial" con todas las de la ley es El grimorio.
Además, un grupo de futuro, el juvenil de La Salle Viña, El coro de la IA, que tuvo al alcalde, Bruno García, como espectador en primera fila para demostrar consideración con la cantera de la fiesta.
Comentarios