La central térmica Litoral de Carboneras ha vivido este jueves una jornada histórica. La planta, símbolo durante décadas de la producción energética en Almería, ha realizado su última voladura controlada, con la demolición de la nave de tolvas, una de las estructuras más emblemáticas y complejas del recinto. Con esta operación, Endesa da un paso decisivo en el proceso de desmantelamiento de las instalaciones, un plan que la compañía prevé culminar por completo en 2026.
El derribo de la nave no ha sido una tarea sencilla. Con 180 metros de longitud, 57 de altura y apenas 21 de anchura, el edificio albergaba los grandes depósitos en forma de embudo donde se almacenaba y dosificaba el carbón utilizado por los grupos térmicos. Por sus dimensiones y su estructura metálica, la intervención ha representado un auténtico reto técnico para el equipo de demolición.
Así ha sido la voladura de la central térmica Litoral de Carboneras pic.twitter.com/3VKq25V8Gz
— lavozdelsur.es (@lavozdelsures) October 30, 2025
Según ha detallado Endesa en una nota, para llevar a cabo la voladura se han empleado 550 kilos de dinamita, distribuidos en 140 cargas interconectadas mediante 316 detonadores. La caída de la estructura, de unas 12.200 toneladas de peso, se ha realizado hacia uno de los laterales en una maniobra planificada para ser lo más limpia y controlada posible. Como resultado, se han generado aproximadamente 7.500 toneladas de residuos metálicos, que serán retirados de forma progresiva con el objetivo de alcanzar una valorización superior al 90 %, en línea con la meta de “residuo cero” que la compañía eléctrica se ha marcado en todo el proceso.
Desde el inicio de los trabajos, a finales de 2021, Endesa ha recurrido a la voladura controlada como el método más seguro y eficiente para el derribo de elementos estructurales de gran envergadura. En anteriores fases ya se procedió a la demolición de las calderas, la desnitrificadora y la chimenea, componentes esenciales de la antigua planta. Con la nave de tolvas ya desmantelada, el siguiente paso será acometer la retirada mecánica del parque de carbón, así como de otras estructuras periféricas, además de la nivelación de los suelos para preparar el terreno de cara a su futura reindustrialización.


