La Guardia Civil ha investigado a una mujer de 70 años, residente en Adra, en la provincia de Almería, como presunta autora de un delito contra la salud pública tras suministrar fentanilo sin control médico a un hombre con el que había entablado amistad a través de internet y que falleció posteriormente.
La actuación, enmarcada en la operación Fenta, comenzó el pasado 24 de marzo tras la denuncia de la hija del fallecido, quien, al revisar las pertenencias de su padre, encontró una caja de parches transdérmicos de fentanilo de 25 microgramos. Según el historial clínico del hombre, ese medicamento no le había sido prescrito.
Fármaco de uso hospitalario con alto riesgo de sobredosis
El fentanilo, un opioide de uso hospitalario, está sometido a especial control médico por su alta peligrosidad y potencial adictivo. Por ello, los agentes del Área de Investigación del Puesto Principal de Adra abrieron diligencias para determinar la procedencia de los parches hallados en el domicilio.
Las pesquisas permitieron identificar a la presunta autora, M.S.M.L., quien adquiría regularmente esta medicación en nombre de su marido, enfermo crónico con prescripción médica válida. Según los indicios, habría entregado tres cajas del medicamento al fallecido, a quien conoció en una red social y que padecía una enfermedad con episodios de dolor.
“Sin ánimo de lucro, pero sin conciencia del riesgo”
La Guardia Civil indica que la mujer actuó sin obtener beneficio económico y, al parecer, sin ser plenamente consciente de los riesgos sanitarios que implica el suministro de opioides a personas no habituadas. Sin embargo, subrayan que la entrega de medicamentos sujetos a control especial constituye un delito, incluso cuando no hay ánimo de lucro.
El Instituto Armado advierte que la administración de fentanilo sin supervisión médica puede provocar efectos adversos graves, como síndrome de abstinencia, dependencia, sobredosis o incluso la muerte, especialmente en personas sin tolerancia previa.
Como resultado de la operación, se intervinieron las tres cajas de parches y se remitieron las diligencias al Decanato del Partido Judicial de Berja, donde la mujer podría enfrentarse a un proceso penal por un delito contra la salud pública.


