Una acción ocurrida en un partido de fútbol amateur de Galicia entre el Cedeira y el Perlío ha generado una ola de comentarios y debate en redes sociales. Durante un saque de córner en un encuentro de la Primera Futgal, el jugador del Cedeira, Dani Bellas, protagonizó una jugada que ha sido calificada como una de las más surrealistas de la temporada.
En un saque de esquina, el futbolista, en su intento de rematar, acaba chocando con el colegiado Fernando Caruncho, quien acabó derribado en el transcurso de la jugada. Lo que parecía una acción habitual se convirtió en un incidente inesperado que culminó con la expulsión directa de Bellas.
La expulsión que desata la polémica
El árbitro decidió sancionar al jugador con tarjeta roja directa, lo que generó aún más controversia. Según el acta arbitral, la expulsión se produjo porque "me derribó con un empujón por la espalda con uso de fuerza excesiva con el balón en juego". Esta decisión ha generado una avalancha de reacciones, ya que muchos cuestionan si realmente era una jugada para sancionar con tal castigo o si se trató simplemente de un accidente dentro del transcurso del juego.
Las imágenes de la jugada no han dejado indiferente a nadie, y los comentarios se han multiplicado en redes. La pregunta que muchos se hacen es: aa¿fue esta acción suficiente para justificar una expulsión directa, o simplemente fue un lance del juego que no merecía tal sanción?
La regla que respalda la decisión arbitral
A pesar de las voces disonantes, el reglamento del fútbol, en su versión más amplia, sostiene la decisión arbitral. En este caso, la normativa es clara: cualquier uso excesivo de la fuerza para derribar a un jugador, incluso si la acción involucra al árbitro de manera accidental, justifica una tarjeta roja directa. Sin embargo, para muchos, esta interpretación de la regla puede parecer excesiva, sobre todo teniendo en cuenta el contexto de choque fortuito.
En este sentido, expertos en arbitraje coinciden en que, aunque la jugada fue accidental, el hecho de que el árbitro fuera derribado por un jugador de forma tan brusca hace que se cumpla el principio de proteger la integridad física de los árbitros.
