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Nat Hulskam y Lamiae Naki son los componentes del dúo Seffarine, dos artistas que mezclan la música árabe con el flamenco, la música clásica persa o el jazz americano. Los estudios de 'La Bodega' son el lugar donde están grabando un disco en el que han compartido su talento con artistas como La Macanita, Luis de Periquín, Manuel Macano y Diego del Morao.

Flamenco y música marroquí beben de lo popular. No están tan lejos como pudiera pensarse. Desde hace una semana, se cuece en plena calle Francos un interesante proyecto musical mestizo que funde ambos estilos musicales. Seffarine, dúo formado por la cantante marroquí Lamiae Naki y el guitarrista Nat Hulskamp, prueba a combinar texturas y sonoridades con artistas de la cuna del arte jondo. No en vano, ya son varias las horas de grabación en las que estos talentosos músicos, se encuentran fusionando su música con la aportación de algunos artistas de la ciudad como, Luis de PeriquínLa Macanita y su hermanos Manuel Macano y Diego del Morao. En el repertorio musical de Seffarine existen variaciones que van desde el árabe clásico a la música andaluza, unido también al flamenco, la música clásica persa o el jazz americano. El dúo estará en Jerez hasta el próximo 6 de mayo, una fecha en la que esperan haber terminado con este proyecto musical, que aunque aún no tenga un nombre escogido, la ilusión y pasión puesta en él merecerá la pena de oir.

Seffarine toma su nombre del antiguo centro de trabajo de metalistería en Fes, Marruecos, donde los parientes de Lamiae son reconocidos tradicionalmente como maestros de la metalistería. Desde el siglo nueve se escuchan los complejos ritmos martillados por los herreros del barrio, prueba evidente de las similitudes con el flamenco, ahí está la fragua y el martinete.

Las manos de Nat Hulskam están talladas con el talento y el esfuerzo de un guitarrista que ha tomado clases del mismísimo Diego del Morao, un ídolo para él y del que ha aprendido gran parte de su maestría. La dulce voz de Lamiae refleja el sentimiento más puro de la melodía, donde el alma convive en una comunión constante por el amor a la música.

Nat Hulskamp nació en Portland con la pasión musical desde que estaba en el vientre de su madre. En su casa, las notas musicales eran como la esencia diaria del guitarrista y su familia. Comenzó sus estudios con el guitarrista y compositor Paul Chasman, quien le enseñó los valores que despierta la música además de empezar a interesarse por el flamenco. El guitarrista flamenco José Solano fue el maestro que le empezó a mostrar a Nat la esencia del arte jondo. A raíz de su pasión por este tipo de música decidió estudiar etnomusicología en la Universidad de Washington.

En 2012 Nat Hulskamp recibió una beca para participar en talleres ofrecidos por el denominado Instituto Internacional del Flamenco (IFI) Jerez en nuestra ciudad. Acompañado por su talento, ha contribuido a muchas grabaciones y ha presentado conferencias universitarias sobre la música árabe y el flamenco.

Por su parte, Lamiae Naki nació en Fes, la capital cultural de Marruecos. Allí estudió la música andalusí además de otras formas de la música clásica árabe. Ha continuado adaptando su conocimiento de la música marroquí a otras tradiciones. Entre algunos de sus trabajos, participó en La Ruta de la Seda, un concierto que mezclaba la música de Arabia, Persia, India y China. En 2012 junto a Nat Hulskamp montaron un homenaje a Camarón de la Isla titulado Viviré, en el que adaptó las letras del cantaor de la Isla al árabe del cante de Camarón con la colaboración del cantaor José Cortés.

El estudio de La Bodega es el lugar donde estos dos artistas están grabando un disco en el que han unido su talento junto al de grandes artistas de la ciudad. Josema García-Pelayo, responsable de estos estudios, es el encargado de orquestar los mandos de las grabaciones que están realizando. Este jerezano ha quedado rendido al talento de Lamiae y Nat, de quienes destaca que “gracias al flamenco tenemos la oportunidad de disfrutar de músicas de todo tipo. Seffarine es un ejemplo de ello. Admiran desde hace mucho la música que ha dado esta ciudad y han decidido fusionar su talento con el nuestro. Lo que hacen suena a verdad y a la forma que tienen de ver las cosas”.

Nat y Lamiae residen actualmente en la ciudad norteamericana de Portland, un lugar en el que demuestran sobre el escenario su amor por la música. La razón por la que han venido a Jerez, Nat la resume en “pura pasión por el flamenco”. El guitarrista comenta que “he estado trabajando con la guitarra flamenca desde hace más de veinte años. No hay nada como el flamenco. Todos mis ídolos son de Jerez, tanto guitarristas como cantaores. Tuve el placer de estudiar aquí con Diego del Morao, una persona que significa mucho para mí”.

Aunque aún no hayan escogido nombre para el disco, para este dúo estar en Jerez fusionando su música con el flamenco es un sueño hecho realidad. “Esta ciudad es la tierra del flamenco y por eso estamos aquí. Solo con pisar este suelo ya sientes la sensación del ritmo. La gente de Santiago es increíble y nuestra música bebe del flamenco. Hay una unión muy especial entre la música que hacemos con el ritmo de aquí. Es algo único”.

Aunque ya han pasado unos días desde que grabaron con La Macanita, ambos confiesan que siguen en shock. “Tocar con La Macanita fue un sueño, aún continuamos impactados. Era tocar y sentir que estábamos soñando pero era realidad. Ha sido un gran honor compartir nuestro trabajo con la pasión musical de Tomasa”. El próximo 6 de mayo, las maletas de Seffarine pondrán rumbo nuevamente hacia Portland con un proyecto musical bajo el brazo con el que esperan hacer disfrutar a los más apasionados por la fusión flamenca.

 

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Borja García Tejero

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