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El futuro fue el pasado 21 de octubre. Ni viajamos en el tiempo ni los coches vuelan. Lo siento, Marty.

El futuro fue el pasado 21 de octubre. Ni viajamos en el tiempo ni los coches vuelan. Lo siento, Marty.

Desde pequeño me enseñaron que el presente es lo único que importa y que aquellos que se obsesionaban por el futuro dejaban de vivir sus vidas y se abonaban a no sé qué postrimerías. Mal asunto ocuparse del más allá olvidando el inmediato más acá.

Decía Píndaro que el día precedente enseña el día que sigue. Volvamos la vista atrás (ya escribió Nietzsche que "solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado") y evaluemos un poco la semana.

Con motivo de su premio Princesa de Asturias de las Artes, Francis Ford Coppola tuvo un encuentro con jóvenes estudiantes de cine. Dejó un par de frases dignas de remarcar. A saber: "No creo en el mal. El mal nunca prevalecerá sobre cosas tales como la creatividad, la belleza y, en efecto, el amor verdadero". "Pertenezco a una generación que se metió a hacer cine sin saber lo que era eso. Lo hicimos por el simple placer de experimentar, de aprender a hacer cine. Hacer cine es aprender a hacerlo".

El controvertido biógrafo Miguel Dalmau ha publicado recientemente Julio Cortázar. El cronopio fugitivo (Edhasa), la sorprendente última biografía sobre Julio Cortázar. Lo que desconcertará a las engrupidas lectoras del escritor es el lado oscuro y tortuoso del argentino, "una figura poliédrica, mucho más que un Jekyll y Mr. Hyde". Asimismo, al lector más fiel (y menos dado al chismorreo) le gustará saber quién se esconde tras la Maga y hasta qué punto Oliveira es el alter ego del autor. He de reconocer que me ha interesado bastante la biografía de Dalmau. Tal vez porque haya pasado la curva de los dieciocho y Cortázar ya no me fascine tanto. Rayuela no es para tanto. Nunca es para tanto. Y las magas de la vida a la tercera vez que te las cruzas ya no tienen gracia.

Es tan importante tener sentido del humor como sentido del amor. Ambos van muy unidos. Sin el uno el otro es imposible de entender (o mejor dicho, de sostener). A alguien que puede ser muy culta, muy inteligente pero sin humor y se hunde. Por ejemplo, una mujer puede tener muchos atractivos pero algunos con el tiempo se van deteriorando. En cambio, si ella posee sentido del humor la relación se sostendrá, el entusiasmo se irá renovando día a día. El humor el fundamental. A las macizas se le perdona hasta que bailen pogo si en el post pincha London Calling. Difícil hoy día encontrar una mujer futbolera, experta en epanadiplosis y cuya pizza favorita sea la de barbacoa (sin menospreciar una buena cuatro quesos o la indispensable hawaiana).

Decía que el futuro fue el pasado 21 de octubre y lo primero que se nos viene a la cabeza es aquello de que "el futuro ya no es lo que era". Entre cansancio y dejadez subrayo al gran Víctor Hugo: "El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable, para los temerosos, lo desconocido, para los valientes es la oportunidad” .

Pues, ya ves, querido Marty, todo lo haremos mejor en el futuro.

Sobre el autor:

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Daniel Vila

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