La cinta ya tiene fecha oficial de puesta de largo en las salas de toda España.
Sin haberse estrenado en la gran pantalla, ya hay quien la coloca directamente en la quiniela de los próximos Premios Goya. Distribuida por A Contracorriente Films, Techo y comida, el debú en un largometraje del cineasta jerezano Juan Miguel de Castillo, se estrenará finalmente en los cines el próximo 11 de diciembre. Financiada con una campaña de crowdfunding en la red y producida por Diversa Film, la cinta independiente basada en la tragedia de los desahucios llegará al fin a las salas de toda España, el gran objetivo que se habían marcado sus promotores tras conseguir, entre otros reconocimientos, el premio del público y la Biznaga de Plata a la mejor actriz (Natalia de Molina) en el pasado Festival de Cine Español de Málaga. Lograr el estreno generalizado no ha sido tarea fácil, a pesar de la calurosa acogida que ha tenido el filme desde su presentación en sociedad. La crítica, de hecho, se ha prodigado en elogios hacia la película, no solo por su retrato crudo y sincero de la realidad social del país, sino por la calidad interpretativa de sus protagonistas y la mano firme de Del Castillo tras la cámara. En la emblemática revista de cine Fotogramas, por ejemplo, se asegura que "la película se adentra sin tremendismos ni estridencias en el día a día de una joven indefensa que ha de enfrentarse a la exclusión y la marginación social dentro de un mundo que no le ofrece ningún tipo de expectativas".
Otros medios internacionales como The Hollywood reporter van a más: "Dado el impacto de la crisis económica en España, es sorprendente las pocas películas que se han hecho para abordar este tema. Pero la película Food & Shelter (Techo y Comida), que en parte fue financiada por micromecenazgo -este es precisamente el tipo de película que algunos gobiernos no les gusta financiar- atrevida y justamente, proclama que los efectos de la crisis son una historia que necesita ser contada". "Y lo hace de una manera pura y directa hasta el punto de la crudeza. Realista y poco sentimental radiografía de un sur de Europa en crisis", apostilla el autor de la crítica, Jonathan Holland.
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