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Un manifiesto de la bailaora María del Mar Moreno, con el cante de Antonio Malena.

SOY EL FLAMENCO

El corazón lo tengo
que si tú lo vieras,
lástima te causara
dolor te diera.

SOY EL FLAMENCO

Y con el cante, con este grito eterno que llevo dentro, que lleváis dentro, me presento.

Vengo a manifestarme por mí mismo. Con respeto y humildad, con dignidad y memoria, con un pasado de verdades y miserias y con este presente, cansado, de demagogia y de dudas.

Y es que vengo a manifestarme por mí mismo. Libre, despojado ya de culpa y de rencores, desnudo de complejos y mentiras, ávido de conciencia y de
futuro, con la esperanza puesta en vuestras manos, con la esperanza siempre… aunque el corazón lo tenga que si tú lo vieras…

Y lo hago como lo he hecho siempre: como el cante. 

Y en esta ocasión, materializándome en el cuerpo y en el alma de éstos, mis humildes creadores y transmisores, hijos como yo, como vosotros, del pueblo, del
pueblo andaluz, y concretamente, de esta tierra andaluza, gitana y jonda, que es Jerez. Tierra que yo venero: una de las cunas donde me parieron y crisol de pueblos que forjó mi ser.

Vengo a manifestarme por mí mismo. Agradeciendo la oportunidad que les brindáis a María y a Malena, para que, a través de ellos, yo, el flamenco, el cante, como os gusta de llamarme aquí, pueda dirigirme a vosotros, sintiéndome más humano que nunca, en éste, mi día andaluz, para celebrar con vosotros el sexto aniversario de mi inclusión, por la Unesco, como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

Los que me conocéis bien, sabéis que no soy mucho de celebraciones oficiales, pues prefiero que me celebréis día a día y que me tengáis siempre presente en vuestras vidas. Pero todo sea para bien.

Y en la puertecita del cabildo
a mí me empezaron a pegar
Por Dios no 'darme' más palos
si no 'acabarme' de matar.

¡NO TEMÁIS! ¡Bajad la guardia! ¡No me miréis con recelo...!
Os conozco bien. Nací aquí. Vivo aquí. Y aunque es aquí donde me siento más yo y más vivo que en ninguna otra parte, me mantengo, como puedo, entre la euforia y la decepción; la exaltación y el derrotismo. En el ¡VIVA JEREZ! y ¡VIVAN, LA MITAD!

Por eso, aunque sea por esta vez solo, ¡ESCUCHADME! No vengo a rendiros cuentas, ni a juzgaros, pues estoy hecho a vuestra imagen y semejanza, de vuestra misma humanidad, en lo bueno y en lo malo. Pero, en este día señalaíto, necesito manifestarme a esta parte de la Humanidad que habita en mí a la cual pertenezco: VOSOTROS. A los que os pertenezco más que a nadie, pues sois los hijos de los hijos, de los hijos, de los hijos, de los hijos de mis padres. De esos pueblos que me dieron, con fatigas dobles, mi identidad. Y porque sois mis padres de ahora y de los que lo serán.

Y aunque proclaméis por los caminos que sois mi tierra prometida y los que tenéis más derechos que nadie a disfrutarme, a compartirme, a gozarme... como así es, tenéis por ello más deber y responsabilidad que nadie de cuidarme, protegerme, conocerme... y volved a ser lo que fuisteis.

Por eso vengo a manifestarme por mí mismo. Porque quiero hablaros, cara a cara, y contaros mi penar: os necesito. Me necesitáis. Más de lo que podéis imaginar. Por muchas cosas, pero ante todo, por vuestra libertad: que es la mía, pero también para la prosperidad de esta, nuestra tierra, y para que no perdamos NUNCA nuestra identidad. Y como dijo aquel poeta, moreno de verde luna: el sentido moral de todas las revoluciones, el verdadero sentido de la vida es trabajar para los que vienen detrás.

¡Manifiéstame Malena!

Sabía lo que no sé
Y las fatigas y el tiempo

me lo han hecho a mí comprender.
Las fatigas y el tiempo me lo han hecho a mí comprender. Y es que yo sé lo que soy y lo que no soy, lo que quiero y lo que no quiero… Y como no, el valor que tengo. Por eso vengo a manifestarme por mí mismo. Porque sé que no soy, solamente, María del Mar Moreno o Antonio Malena. Pero ni Antonio, ni Manuel, ni Isabel, ni juana... Todos y nadie. YO SOY MUCHO MÁS. Y es que soy de donde el hombre, de ninguna manera, podrá gobernarme, ya que soy enjambre hecho de jambre, de penal y contrabando, de puñalá en portalito oscuro, de mortaja y cera, de hospitalito en Cai y Calle Nueva, de liaíto en mi campa, una marugá, sonío negro y Plazuela, soldaíto herío de muerte, de clavito y canela. Y sé que se me engendra a base de riñones y sangre, saliva y tormento; patrimonios materiales extraídos del alma de nuestro pueblo. Y esto me hace saber también lo que no quiero ser.

No quiero ser esclavo de ideologías, ni de modas, el capricho de unos pocos o excusa barata. Tampoco mercancía y moneda de cambio. Porque... porque ¡no tengo precio! Y es que el tiempo me ha hecho a mí comprender... Tiempo y verdad es lo único que reclamo porque de ahí vengo; porque son las únicas cosas de las que me alimento; porque vengo de las entrañas de la mismísima muerte para nacer en la muerte. Pero eso sí, jamás les pediría a los que no me conocen, ni quieren conocerme, a los que no les importo, tiempo o verdad. Nada.

¡Ay, Malena!

Qué desgracia es la mía
Y hasta en el andar
Que los pasitos que yo daba 'pa alante'
Se me vuelven 'pa' atrás.


Por eso, de un andaluz a otro, de un jerezano a otro, os lo pido, como se lo pío a las estrellas, ayudadme. Ayudadme a seguir andando, andando, por derecho, palante, siempre palante. Ya lo sé, perdonad mis ansias y mi locura. Ya me conocéis… Y quizás, antes de pediros nada, necesitáis que os recuerde lo que conlleva para mí ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El VERDADERO Y MAYOR propósito de MI inclusión en la lista como Patrimonio Cultural Inmaterial DE LA HUMANIDAD por la Unesco no es otro que mi PROTECCIÓN Y SALVAGUARDA, así como la de los elementos autóctonos que forman parte de mi inventario, DE MI ORIGEN y DE MI CREACIÓN, con el objetivo de garantizar mi continuidad y perpetuidad para las nuevas generaciones. NO sólo para mi EXPLOTACIÓN E INDUSTRIALIZACIÓN. Aunque me parece que, en estos momentos de crisis y confusión, es lo único que importa.

Tiempo y verdad es lo único que reclamo porque de ahí vengo

La Unesco se rige por los principios y derechos fundamentales consagrados en la declaración universal de los Derechos Humanos, la cual incluye el Derecho a la Libertad de Expresión Artística y a la Creatividad; por lo tanto, yo, el FLAMENCO, como expresión cultural y artística, le pertenezco a cualquier persona que me hace suyo como forma de expresión. Y Cualquier ataque, imposición o restricción a este DERECHO es una violación a los derechos humanos fundamentales. Y, de acuerdo con las directrices operativas de la Unesco para mi protección y salvaguarda, se considera la comercialización sin control  ni respeto, de mi patrimonio cultural como un FACTOR DE RIESGO que amenaza mi conservación y perpetuidad. También establece como únicos beneficiarios de cualquier actividad comercial relacionada a los agentes y comunidades en los cuales reside dicho patrimonio.

LA UNESCO es una organización que se rige por los más altos valores de ética y responsabilidad moral, y tiene como objetivo los más altos intereses por el bienestar de la humanidad, por lo tanto, mi representación como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad obliga a sus embajadores a ser personas que lo representen y que lo conozcan en su totalidad. Se trata de la preservación de mi patrimonio y del respeto a la memoria de todos los predecesores para quienes, Yo, el Flamenco, era su FORMA DE VIDA, SU SUPERVIVENCIA, y para  quienes, incluso su práctica, les hizo objeto de persecución o discriminación.

¡Ay, Malena!

Nadie me tenga dolor
que yo con mis propias manos
me he 'buscaíto' mi perdición.

Que nadie nos tenga dolor. Por ello, con mi humilde verdad, yo os manifiesto: quiero estar en manos de los que me conozcan y me respeten. Quiero ser LIBRE, no depender de ideas ni de intereses. Quiero que no se me trate como a un objeto, porque yo tengo ALMA. Quiero que no se use mi nombre en vano y solo en beneficio propio. Quiero ser de provecho, y no aprovechado. No quiero que nadie se reúna en mi nombre sin mí. Y es que no lo aguanto, no lo aguanto más: todo para el flamenco, pero sin el flamenco. No quiero todo para el flamenco pero sin el flamenco. Quiero que los niños se acerquen a mí alegremente. Quiero que me conozcan, que me canten, que me bailen... pero que me conozcan de verdad, sin confusiones, ni engaños, haciéndome parte de sus ilusiones, mostrándoles de dónde vengo, de qué y de quiénes estoy hecho... con entrega y con conocimientos para que puedan reconocerse y apoyarse en mí mismo. Porque sólo conociendo mis raíces, sus raíces, podrán tener un futuro sano y firme para poder volar. Quiero que no se robe en mi nombre, que no se os robe en mi nombre. No quiero que me vendan ni que os vendan al mejor postor. Porque al final, lo barato, sale caro. Y os recuerdo que yo no tengo precio, que NO TENÉIS PRECIO. 

No quiero quejas por los rincones. Y no perdáis más, inútilmente, la dignidad ni el tiempo. QUIERO vuestra unión y compromiso y que la inspiración os coja trabajando. No quiero más prejuicios ni recelos, ni que os dejéis morir unos a otros. No quiero desandar sobre mis pasos, ni ver como dejáis destruir lo construido. No quiero que me engañen, ni os engañen poniendo por excusa la miseria. Quiero ser de nuevo vuestro grito, desde la LIBERTAD y el RESPETO, la educación y la tolerancia. PERO SIN MIEDO. QUIERO TENER EL DERECHO DE SER INCOMPRENDIDO. Por lo que no quiero que rebajen mi jondura para poder ser digerido por egos inflados y compraventa.

No QUIERO ser más tiempo vuestro cómplice de un COMPLEJO DE INFERIORIDAD de siglos que nunca cesa. No quiero sentir que os doy vergüenza, renegando de mí y de vuestra esencia, haciéndome sentir la hermana pobre de todas las artes, viviendo de prestado y teniendo que pedir permiso para poder brillar en mi excelencia. No quiero que me disfracéis constantemente, calzándome a la fuerza otros zapatos. No quiero que me mezcléis, igual que al vino, perdiendo mi sabor de tantos años. 

No quiero que me olvidéis, creyéndome viejo, porque no tengo edad.. yo soy eterno. Y sabéis que renazco cada día, cuando para crear y evolucionar, volvéis a buscar en mí la parte de vosotros que siempre llevaré dentro.

Quiero que recordéis siempre a los que fueron, pero a todos... no juguéis con mi memoria, ya que a todos les debo un trocito de mi Gloria.

No quiero que me olvidéis, creyéndome viejo, porque no tengo edad.. yo soy eterno. Y sabéis que renazco cada día, cuando para crear y evolucionar

Quiero reconocerme en mi pueblo y que éste se identifique conmigo como siempre, apostando por los artistas y creadores de esta tierra, ayudando al pueblo, en estos momentos de incertidumbre y miseria, a gozar de mí. Pero, recordándole siempre mi valor y que todo cuesta. Porque, desde lo más mínimo, todo es el resultado del esfuerzo y de la entrega.

QUIERO sentir que me merecéis. Que reconecéis mi verdadero valor, igual que si fuera el vuestro. Quiero que seáis los guardianes de mi fuego, fuente inagotable y puerta abierta, referente de mi existencia para todos los pueblos. Que me entreguéis con generosidad y amor a la humanidad entera, enseñándoles a valorarme, empezando por vosotros mismos, porque hasta a querer se enseña. Y que me traten con respeto, sabiendo que soy el fruto de las fatigas y el tiempo. Yo, que salí del campo y de los patios de vecinos, de las fraguas y las penas, no pretendo templos en mi nombre por más que muchos se empeñen en levantarlos por mí. Me basta un pedazo de tierra —EN MI TIERRA—, sin lindes de alambres y espinos, con piedras donde poder sentarme y volverme a encontrar.

Fui piedra y perdí mi centro... ¿Y mi centro volveré a encontrar? Pero... ¿CUÁNDO? ¿Cuándo ya no haya nada que contar, nada qué cantar?

SOY EL FLAMENCO. Y a nada puedo temer, ya que soy el estrecho camino que se creó para unir la vida de la muerte. Soy paisaje andaluz de todos los naufragios y milagros del SER. Soy el Dios del TODO y el peregrino de la NADA. Yunque y martillo. Soy tus ojos de ayer y la nueva curva eléctrica que se dibuja sobre tu espalda. Pero como cualquier ser vivo, TEMO. Que sea demasiado tarde y los centros se pierdan. Que os olvidéis los unos a los otros. Que os volváis tan egoístas que nada de lo bueno ni de lo malo se grite ni se llore, convirtiéndolo todo en presente baldío y estéril. Temo que os quedéis sin memoria, olvidando desde dónde venías y hacia dónde vais. Temo que todos, con el paso de los años, acabéis siendo tan idénticos que nada ni a nadie importéis. A NADIE. NADIE. NADIE...

Y si no es verdad  esto que yo digo
que Dios me mande la muerte si me la quiere mandar.

Sobre el autor:

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Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

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