La sala Espacio Abierto Jerez, situada en la calle Álvar López, detrás de la Biblioteca Municipal, acoge la exposición Paisajes de luz, del artista jerezano Pepe Solera. Es Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Granada y miembro de la Agrupación de Acuarelistas de Andalucía. Ha recibido varios premios por sus creaciones. Entre ellos cabe destacar el Primer Premio en el XIX Certamen de Pintura y Escultura de Trebujena, el Tercer Premio del I Certamen Artístico del Ministerio de Medio Ambiente, el Primer premio del II Concurso Artístico del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, y también fue Finalista del XXVI Certamen artístico del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. En su página pueden apreciar su extensa producción: escenas, paisajes, retratos y naturaleza muerta.
La inauguración, que contó con la asistencia de numeroso público, tuvo lugar el pasado jueves. La muestra consta de veinte obras. Se puede visitar en horario de mañana de martes a viernes de 10:30 a 13:00 horas. En horario de tarde de lunes a viernes de 17: 30 a 20:00 horas.
Hemos charlado con Pepe Solera para que nos hable de su pintura y de lo que significa esta exposición. Estamos ante un creador renacentista, un pintor que quiere comprender la naturaleza, los cielos y sus matices tan complejos. Sabe observar la luz en todas sus formas para plasmarla en la tela y regalarnos placer estético. Su conversación refleja, como sus pinturas, una inmensa pasión por el conocimiento y la belleza.
Con el dibujo empecé desde pequeño. Dibujaba lo que me llamaba la atención del entorno. Tengo unos dibujos hechos de los frontales de los coches, como los 1500 y los 600. Mi padre debe de tener por ahí guardados esos dibujos a bolígrafo que yo hacía con seis o siete años. Seguí dibujando, y ya con doce años mis padres, al ver mi interés, me matricularon en la Escuela de Artes y de Oficios para realizar unos cursos monográficos de dibujo y pintura.
Sí, en la calle Porvera. Ahí estuve un año nada más, pero allí aprendí la técnica del carboncillo. No llegué a utilizar el pastel, que es lo que entonces te permitía introducir el color. Y me sirvió bastante. Me acuerdo que me regalaron una caja de pinturas, de óleo. Yo no sabía cómo se utilizaba aquello pero empecé a experimentar. No utilizaba disolvente… Me ponía con la pasta aquella… y fui aprendiendo a base de ensayo y error. Siempre he dibujado a la largo de mi vida. También hacía caricaturas. En el instituto hice mis pinitos con el óleo. Y llegó un momento en el que tuve que elegir entre estudiar artes o ciencias. Al final me decidí por una carrera de ciencias. Ahí hubo un paréntesis, hasta que empecé a trabajar. El trabajo a turnos me permitió dedicar el tiempo libre a mi pasión, la pintura. Llevo ya más de treinta años pintando de forma continua.
El realismo sí. Siempre me he sentido atraído por reflejar en el dibujo y la pintura la realidad, lo que ven mis ojos. Aunque tú plasmes lo que ves, cada uno lo ve de una manera. Y el punto de vista es muy distinto en cada pintor. La abstracción me gusta. Hay autores abstractos a los que valoro mucho, pero es un mundo en el que siento que me pierdo. Necesito las referencias de la realidad.
La pintura, como toda actividad creativa, llena mucho. Tiene sus sinsabores, las cosas que no te salen o no tienen la aceptación que esperabas, pero, en general, es una actividad que satisface.
Alguna conexión hay, eso no cabe duda. Es algo que siempre me he planteado. La ciencia y mi modo de ver el arte tienen puntos en común: la curiosidad por entender el mundo, cómo lo captas y cómo lo interpretas. Ciencia y arte están más unidos de lo que se piensa. Y no tiene que ser necesariamente con el arte realista. Hay mucho en común entre cierto arte abstracto o conceptual y las matemáticas, por ejemplo. Si miras la exposición, verás que me gusta mucho reflejar el cielo. Y en mi profesión mirar el cielo es fundamental… Me gusta ver las luces cambiantes del cielo en las distintas horas del día y en las diferentes épocas del año, según las condiciones atmosféricas, que influyen mucho. Analizo las condiciones atmosféricas y veo si hay calima o no, si el cielo se pone más blanco, más amarillo… No hay dos cielos iguales, siempre está variando. Por ahí va la relación entre mi pintura y mi trabajo. Se complementan.
Leonardo y Miguel Ángel son para mí figuras únicas en las historia de la humanidad. Leonardo es un modelo. Tenían curiosidad por todo. Como modestamente es mi caso. Intento analizar todo y preguntarme por qué es así. Influencias son muchas, empezando por el Renacimiento, luego el Barroco y el Siglo de Oro, Velázquez, Rembrandt… Los impresionistas son también una referencia. Y, por mi forma de pintar, toda la figuración del siglo XX, que ha estado ahí en un segundo plano, por la presencia arrolladora de las vanguardias. Hopper me parece un pintor fascinante, Balthus, Lucian Freud… Y en España, Antonio López, con el que tuve la oportunidad de compartir aquí unos cursos muy enriquecedores. Te hace ver que esta forma de pintar no es algo que esté pasada de moda. Si tú sientes que tienes que pintar eso, lo pintas. La realidad y la observación te aportan el motivo. Estos cuadros están pintados al natural, sin utilizar mucho la fotografía. Es algo que he aprendido de todos estos autores.
En Jerez es la primera individual que realizo. He participado aquí en varias colectivas, como la que se llevó a cabo en la Sala Pescadería Vieja tras los cursos que impartió Antonio López. También expuse algún cuadro en la Fundación Teresa Rivero. Sí que he realizado exposiciones individuales en Cádiz, Dos Hermanas, Medina, Segovia (en La Granja de San Ildefonso)… Desde 2008 no hacía una exposición individual.
Quise que la exposición tuviera coherencia. El paisaje es uno de mis temas preferidos. Es una fuente de inspiración inagotable. También tengo pintados retratos y otro tipo de escenas, pero no quería mezclar. Quise centrarme en el paisaje. Y, en especial, en la campiña de Jerez, un paisaje muy ligado a mi vida, ya que nací aquí, hice la vendimia, y todavía sigo paseando por las viñas, a veces con la bici. Son paisajes que me gustan mucho. Además, he querido combinar ese escenario geográfico con Cádiz, ciudad de la que tengo muchísimos cuadros del mar y la Bahía, y con Granada, con una serie de cuadros que he iniciado. En Granda viví cinco años. Cádiz con su mar y Granada con su Sierra, para mí son un verdadero motivo que te inspira para pintar. Así surgió la exposición, sobre esos tres escenarios. Los últimos que he pintado son los dedicados a la campiña de Jerez.
Hay óleo sobre lino, una tela muy buena para pintar. No suelo pintar sobre madera. Y luego hay alguna acuarela sobre papel. Me gusta pintar al natural. La captación de la luz y el color que busco es muy difícil con una foto. La foto pude servirme como referencia. Y cuando no puedo ir al lugar a pintar directamente, al menos voy a tomar anotaciones y observar. El cuadro de la puesta de sol de Cádiz surgió un día que iba con la cámara. Hice fotos y realicé anotaciones. Pero cuando me puse a pintar tuve que recurrir a muchas tardes de observación en la playa para ir componiendo la luz de aquel día. No encontraba ningún día que fuese como aquél. Porque no hay dos puestas de sol iguales. Esa es mi manera de trabajar los paisajes. Los retratos son distintos. Que la gente te pose es muy complicado. Es más cómodo a través de fotos que hago yo mismo.
¡Menuda pregunta…! En arte no existe la perfección. Bueno, en ninguna actividad. ¿Qué es la perfección? Hay cuadros con los que tú estás más satisfecho y otros con los que no. Hay cuadros con los que logras lo que te propusiste desde el principio. Con otros solo te acercas. Lo importante es la satisfacción al ver la obra.
Sigo con mis paisajes y los cuadros que yo llamo de escenas, la figura humana en relación con el entorno. La figura con un paisaje de fondo… También retratos, aunque es un trabajo más desagradecido. Captar el alma de una persona en una pintura es enormemente complicado. Necesitas una foto muy buena. Es muy difícil de hacer. Intento conocer a la persona y realizar una serie larga de fotos.
No he hecho ninguna exposición de fotografía, pero claro que me interesa. Me gusta como apoyo a la pintura y como fotografía en sí misma. Me atrae mucho el macro. Es un mundo impresionante, acercarte a lo microscópico…
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