"Es mucho más fácil escribir una novela que escribir un cuento"

Amalia Vilches Dueñas, con su libro de relatos en la Fundación Caballero Bonald, días atrás. FOTO: MANU GARCÍA.
Amalia Vilches Dueñas, con su libro de relatos en la Fundación Caballero Bonald, días atrás. FOTO: MANU GARCÍA.

Amalia Vilches presentó esta semana un libro de dieciséis relatos, "dieciséis universos condensados" que discurren por los caminos de la tragedia, el terror, la fantasía, la denuncia, el destino, la violencia, el amor, el dolor, la muerte, el viaje, el mar… El Delegado de Cultura, Francisco Camas, mencionó algunos de los elementos que aparecen con fuerza en este libro: "(…) la comida, las plantas, los pescadores, los venenos, la falta de oxígeno, la precisión que estremece y brilla, la minuciosidad, el pecho de una mujer que se impone a todo y sobre todo, y deslumbra".

Licenciada en Filología Hispánica y profesora de literatura de la UNED, Amalia ha llevado a cabo diferentes programas de fomento de la lectura en la escuela. Ha realizado dos antologías de relatos: Y se quedó en Al-Ándalus. Relatos para adolescentes, una reunión del cuento andaluz en los últimos años, y Qué me cuentas: antología de cuentos y guía de lectura para jóvenes, padres y profesores. Es autora de Crónicas del hombre, la primera biografía que se ha escrito sobre Fernando Quiñones. Ha publicado la novela La cabellera de fuego. Y también escribe poesía: Poemas, plumas, pájaros, editado por Ediciones en Huida, es su primer poemario.

Josefa Parra fue la encargada de hablarnos de Hababaura (Amapola). Destacó dos ingredientes esenciales en la escritura de Amalia: vocación y pasión. Amalia Vilches desarrolla esas dos virtudes tanto en el ámbito personal como en el literario, “por eso no me ha extrañado, al enfrentarme con estos 16 relatos que conforman Hababaura sentir un torbellino de fuerza, un mazazo que podría decirse potente, poderoso, imparable, pero que prefiero calificar con más contundencia: un mazazo brutal”, explicó Josefa Parra.

Amalia Vilches, junto a Paco Camas, durante la presentación de su libro en la Fundación Caballero Bonald. FOTO: MANU GARCÍA.

Amalia ha ordenado los relatos en cinco bloques: “Tres cuentos de terror”, “Tres historias fantásticas”, “Seis relatos trágicos”, “Tres de denuncia”, “Uno de humor” (o imposible). La pasión por la palabra impregna a todos ellos, una pasión que es contagiosa, “nos envenena de literatura”. La escritura de Amalia es capaz de atraparte, dijo Josefa Parra: "Son historias a veces duras, difíciles por momentos, laberínticas o sombrías, pero engarzadas en un lenguaje tan adecuado, tan evidentemente adecuado, que quedas prendido a ellas hasta llegar al punto final". Y destacó especialmente uno de ellos, La carnada, que luego nos leería Amalia. Así describió Josefa ese relato: "Podríamos ponerlo como ejemplo y arquetipo de narrativa breve. Una historia colocada con primor en el Cádiz de los marineros y los pescadores del Cádiz-Cádiz, los de la Caleta y El Pópulo y La Viña, que habría vuelto loco a Fernando Quiñones. Con su acertado costumbrismo, con sus personajes trazados como a buril (Aurelio, la Uchi, el Fali), con su denuncia y su leyenda, su realidad y su fantasía (pero no: fantasía, no; sería algo así como un “realismo mágico” de aquí mismo, con ese cruce de lo prodigioso y lo cotidiano): en definitiva, una extraordinaria tragicomedia gaditana que se podría mandar enmarcar de tan bien trazada y acabada".

Antes de leer La carnada, Amalia Vilches nos explicó cómo surgió este libro de relatos. Su amor a la escritura viene de lejos, aunque comenzó a publicar relativamente tarde, si la comparamos con otros escritores. Un día se dio cuenta de que tenía varios relatos escritos, y se dijo “aquí tengo yo un libro”. Escribió tres o cuatro cuentos más y así nació Hababaura, que en árabe significa amapola. La pasión de Amalia por las etimologías y las flores lo explica todo. La amapola aparece varias veces en el libro. En uno de los relatos, basado en una historia real, muy dura, vemos un campo de amapolas secas, en verano… Como amante de la literatura, “el cuento ha sido siempre para mí un género muy querido”, subrayó la escritora. Un género que para Amalia es muy complejo, más que la novela. “Es mucho más fácil escribir una novela que escribir un cuento”. En la novela el escritor pude manejar multitud de recursos. Sin embargo, en el cuento tienes que conseguir “un chispazo”, y una forma de narrar que desemboque en un final impactante.

“Con determinación y seguridad estilísticas, con pulso firme y a la vez con el necesario temblor de quien palpa la realidad entre sombras, Amalia Vilches te invita a este mundo suyo. Te propone un viaje apasionante por los laberintos de la condición humana. Buena aventura, pues. Y buen viaje”, dice Felipe Benítez Reyes.

Sobre el autor:

juan carlos gonzalez

Juan Carlos González

Filósofo

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