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#CarteleraSur Crítica de la película 'Life. Vida'. 

Hace dos temporadas con The Martian (2015) de Ridley Scott, no venían más que buenos augurios del planeta rojo; Matt Damon establecía una base sólida desde la que edificar un nuevo contrato de pionero con la tierra, una nueva cultura. Al año siguiente Amy Adams (La Llegada, 2016) se empeña en contactar con las criaturas alienígenas, segura de que compartimos algunos sentimientos.

Ahora nos viene el chileno-sueco Daniel Espinosa (El niño 44, El Invitado) con Life.Vida para desmontarnos esas esperanza. Nada bueno puede salir de esos terrones marcianos solo aparentemente inertes. No te puedes fiar ni de las babosas. El combustible de la vida es el instinto de supervivencia y los humanos somos, sin medias tintas, unos panolis si no entendemos esto y no echamos bien los siete cerrojos de la puerta. 

Los guionistas de blockbusters como Deadpool o Zombieland, Paul Wernick y Rhett Reese, nos cuentan de manera desmañada las peripecias del equipo de científicos de la Estación Espacial Internacional en órbita alrededor de la Tierra tras recibir finalmente unas muestras de suelo marciano con las que esperan confirmar la existencia de vida extraterrestre. Su incompetente biólogo comete un error de laboratorio escolar y se van encadenando decisiones torpes, por parte de científicos y… guionistas.

De la quema se salvan los directores artísticos, un equipo que ya trabajó en Gravity de Alfonso Cuarón, que recrean de manera realista los módulos de la estación espacial, sus claustrofóbicas dimensiones y sobre todo la ausencia de gravedad. Espinosa recurre a planos secuencia elegantes en los que la cámara flota acompañando a los personajes. La naturalidad de los cuerpos en movimiento enmarcados por una fiel réplica de la estación espacial es lo más interesante de la película.

Life, Vida es la enésima visitación del tema de Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979), que a su vez era la puesta al día predigital de añejas producciones de serie B de los años cincuenta (The Thing from Another World, It! The Terror from Beyond Space, Invasion of the Body Snatchers...). Todas se recreaban en la necesidad de defenderse de alienígenas predadores, como un trasunto del terror al holocausto nuclear durante la Guerra Fría.

Life, Vida, no está a la altura del Alien original de Scott por varias razones. La fundamental es su previsibilidad; desde el principio sabemos lo que va a pasar. El realismo de su puesta en escena, por convincente que sea, carece del poder seductor de la desasosegante estética gótica del Alien clásico. Los personajes están poco desarrollados. En definitiva no resiste la comparación.

Casi cuarenta años han pasado desde que la Teniente Ripley compartiera jadeos con su némesis en las tripas de la nave Nostromo, y en ese tiempo lo políticamente correcto se ha ido imponiendo. Podemos buscar análogias entre la criatura marciana y aquellas personas que llaman a las puertas del primer mundo por instinto de supervivencia -el propio Espinosa es hijo de exiliados chilenos en Suecia- pero lo cierto es que en su película reinan sobre todo la misma improvisación y chapuza que en la estación espacial. 

Life. Vida (Life, Estados Unidos, 2017. 103 min.) Director: Daniel Espinosa. Guión: Paul Wernick, Rhett Reese. Fotografía: Seamus McGarvey. Música: Jon Ekstrand. Reparto: Jake Gyllenhaal, Rebecca Ferguson, Ryan Reynolds, Hiroyuki Sanada, Ariyon Bakare…

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Claudia González Romero

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