"La cultura no es esclavitud". Con ese grito como bandera, artistas y trabajadores del Inaem se concentraron este miércoles frente al Ministerio de Cultura para denunciar la "imposición y deriva" del organismo que gestiona buena parte del sector escénico público en España. "No somos basura", corearon en una protesta cargada de música, pancartas y un mensaje directo al ministro Ernest Urtasun.
El Coro del Teatro de la Zarzuela, la Compañía Nacional de Danza y el Ballet Nacional de España estuvieron presentes en la manifestación, respaldados por los sindicatos CCOO, UGT y CSIF. Las organizaciones sindicales acusan al Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música de romper los consensos firmados y de aplicar criterios unilaterales en las negociaciones laborales.
“Las autoridades están imponiendo cosas e interpretaciones que no corresponden. Un acuerdo firmado no se interpreta, se aplica tal cual”, denunció Mario Villoria, portavoz de CCOO, que cargó contra lo que considera una gestión errática del Inaem, dirigido por Paz Santa Cecilia.
“Es cultura, no esclavitud”: denuncias por precariedad y falta de diálogo
Villoria lamentó que el organismo dé la razón a todas las partes, incluso cuando sus posturas son opuestas. “Dicen que sí a todo el mundo, y luego también a la posición contraria. Es desconcertante”, criticó. En la misma línea, Neftalí Rodríguez, también de CCOO, sostuvo que las autoridades del INAEM “no están a la altura” de las necesidades del sector.
Rodríguez reclamó que se respeten los acuerdos ya pactados y que cualquier cambio se haga desde la negociación y no desde la imposición. Además, denunció que muchos artistas trabajan en “horas intempestivas” y con retribuciones “cada vez más bajas y peores”. “Eso merma la disposición de la plantilla”, alertó.
Aunque los sindicatos han solicitado la dimisión de Isamay Benavente, directora artística del Teatro de la Zarzuela, y de Miguel Pérez Sierra, director musical, han aclarado que esas exigencias no formaban parte oficial de esta protesta. Una de las reivindicaciones principales es el derecho a huelga de los trabajadores, especialmente tras lo que consideran un boicot al paro convocado en el estreno de La Tabernera del Puerto.
“Lo que ha hecho el Teatro de la Zarzuela es mutilar una obra de arte por intereses propios. Se ha practicado esquirolaje”, denunció Ángel Núñez, portavoz de CSIF, que afirmó que el derecho a huelga ha sido vulnerado en el seno del teatro.
Desde UGT, su portavoz Javier Figueroa denunció un “retroceso” con Urtasun respecto a su antecesor Miquel Iceta. “Nuestra gente está enfadada porque no hacemos más movilizaciones”, confesó, y anticipó un “otoño caliente” con paros a partir de septiembre si no se abre ya la mesa de negociación con los sindicatos.
Durante la concentración, mientras el ministro Urtasun presidía una reunión del Patronato del Museo Arqueológico Nacional, los manifestantes le lanzaban un mensaje claro: “El Inaem está en la lucha y la cultura no es esclavitud”. Carteles como “Hay brecha salarial en el Teatro Nacional” y cánticos de “huelga, huelga, huelga” marcaron el tono reivindicativo.
La lectura del manifiesto volvió a poner en el punto de mira a Benavente y Pérez Sierra, entre aplausos y demandas de dimisión. Como cierre simbólico, el Coro titular del Teatro de la Zarzuela interpretó seguidillas de Pan y Toros y de La verbena de la Paloma, mientras artistas de otras compañías bailaban con castañuelas. Los paros de La Tabernera del Puerto para los días 19, 20 y 21 de junio siguen convocados.
