La novela que "desenmascara" a Jerez con una historia que gira en torno al vino, al amor y a la venganza

Antonio Carlos Cintas edita 'Las sombras del vino', una obra publicada por entregas en lavozdelsur.es que ahora tiene versión en papel y que está disponible en Amazon

Antonio Carlos Cintas, con un ejemplar de 'Las sombras del vino'. FOTO: MANU GARCÍA

Vino, política, venganza, pobreza, amor, tradición, historia, descripciones costumbristas… todo metido en un coctelera y pasado por las manos de Antonio Carlos Cintas (Jerez, 1978) da como resultado la novela Las sombras del vino (autoedición, 2019), que el autor ha ido publicando por capítulos en lavozdelsur.es y que ahora tiene edición en papel —pronto estará en Amazon—, “una criatura nacida de mis odios y mis alegrías con mi ciudad”, según describe el propio autor.

 

“Una novela de viaje y de fácil digestión, sin más pretensiones que la divulgación de unos ritos y unas formas. Tan británicas como localistas. Por suerte o por desgracia”, recoge Cintas en la sinopsis de la obra. “En el libro podemos encontrar a un inglés que viene a Jerez para trabajar, hay amor, una trama política, de venganza, y un relato muy costumbrista”, describe en conversación con lavozdelsur.es. Las sombras del vino recoge “las fotografías más tópicas de Jerez, con un regusto por lo británico”, una excusa para “desenmascarar a Jerez”.

 

Antonio Carlos Cintas cuenta que la novela “tiene su parte de realidad”, y que la mayoría de personajes son ficticios, “salvo alguno que es real, porque quería poner nombre y apellidos a los tiranos que humillaron tantísimo a los trabajadores”, señala, por eso menciona al comandante Salvador Arizón Mejías, “que fue un asesino en el 36”.

 

En la novela, "el vino me daba una oportunidad para contar qué pasó con las bodegas, con los trabajadores, con los campesinos, con la mujer e incluso con la Iglesia", señala el autor. Una ciudad, Jerez, con la que mantiene una relación de amor-odio, ya que no le gusta que sea "tan elitista, tan clasista y que tenga unas élites que han mandado y me atrevería a decir que mandan aun, pero en otro contexto".

 

Cintas, durante la entrevista. FOTO: MANU GARCÍA

 

Las sombras del vino nace también por la influencia que produjo en Cintas la lectura de La Bodega de Vicente Blasco Ibáñez, el libro de cabecera su abuelo Carlos y de su madre. "Además, suelo ser conspirativo, y me gustan autores distópicos como George Orwell o Aldous Huxley, aunque para mí Cien años de soledad (de Gabriel García Márquez) es el mejor libro que me he leído sin duda alguna".

 

Cintas cuenta que siempre ha escrito poesía y pequeños relatos, pero que se lanzó "con osadía" a escribir una novela cuando se vio lo suficientemente preparado, "una vez uno alcanza la madurez y sabe manejar mejor el lenguaje", y también "gracias a lavozdelsur.es, que me apoyó para poder publicarlo semanalmente".

 

Este granjero —vecino de la barriada de La Granja, "mi único síntoma de nacionalismo"— siempre ha querido expresarse "de forma alternativa", esto es, escribiendo, por sus problemas al hablar, "aunque también tengo bastante ego", dice entre risas. De pequeño leía muchos cómics de Mortadelo y Filemón, aunque El Principito también le marcó. "Pero siempre fui un niño muy viejuno, me encantaba que mi padre me transmitiera cosas de forma oral, más que a lo mejor acercarme a los libros". Su inquietud por la escritura le viene también de "tener una madre muy lectora y un padre que lee menos pero que también tuvo siempre inquietudes por la política y por la cultura".

 

De momento, Cintas no se plantea seguir escribiendo otras obras, "aunque si tiene aceptación y encuentro un tema que me llene, no lo descarto", comenta. "Esta novela es un sueño cumplido, nada más", añade. "Vamos a ir piano piano", remata el autor de Las sombras del vino. En definitiva: "Si al cerrar la novela y tomar un poco de sherry tu imaginación te hace odiar y amar a mi ciudad como yo lo hago, me doy por satisfecho".