La Zaranda exhibe sus "juguetes" en una iglesia renacentista en el "corazón de Andalucía"

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28 de noviembre de 2017 a las 17:51h

San Lorenzo, en Úbeda, alberga la muestra '40 años a lo hondo del tiempo', la colección iconográfica que celebra las cuatro décadas de la compañía teatral en los escenarios de medio mundo.

Desde Agobio hasta Ahora todo es noche (liquidación de existencias) han pasado cuatro décadas para La Zaranda, una compañía teatral que en su fundación se apellidó “inestable”, pero que se ha convertido en un milagro de resistencia y fe ciega a sus principios dentro del atribulado panorama teatral nacional e internacional. Para celebrar la efeméride, el grupo que nació en Jerez, pero que ahora se hace llamar “de ninguna parte”, no solo recorre el país con la gira de su último espectáculo —para 2018 y 2019 tienen previsto recalar en Argentina, México, Colombia, Francia, Japón, entre otros países—, sino que ha preparado una colección expositiva que recapitula la memoria simbólica y sentimental de buena parte de la quincena de producciones que ha firmado hasta la fecha.

Bajo el título La Zaranda, 40 años a lo hondo del tiempo, el grupo exhibe parte de la iconografía de sus trabajos, ya sea a través de los ropajes del don Leandro de Perdonen la tristeza, el pavo real de Nadie lo quiere creer, los flexos y archivadores de El régimen del pienso, el caballito del carrusel de Homenaje a los malditos, el esqueleto del guitarrista de Vinagre de Jerez o una cartelería que se remonta a los tiempos de Esconded las gallinas que vienen los cómicos y Los tinglaos de María Castaña, obras iniciales de un laboratorio teatral que fundaron Paco Sánchez y Gaspar Campuzano a finales de los 70 del siglo pasado. 

La última parada de la exposición ha tenido lugar en la iglesia renacentista —conserva artesonados y una torre almohade del siglo XIV— de San Lorenzo de Úbeda, donde permanecerá hasta el próximo 17 de diciembre entre las paredes del que probablemente sea el espacio más espectacular (y espiritual) donde podrá contemplarse. La inauguración de la muestra en la ciudad de los cerros, Patrimonio de la Humanidad, ha coincidido con el acto de entrega del Premio Nacional de Teatro Antero Guardia, un galardón que concede el Ayuntamiento ubetense —dentro de una muestra teatral que cumple 23 ediciones— y que, antes de La Zaranda, habían recibido Concha Velasco, Yllana o Rafael Álvarez El Brujo.

"La Zaranda lleva 40 años sobre los escenarios de medio mundo y es quizás una de las compañías de mayor prestigio internacional dentro de nuestro país. Desde 2002 han estado viniendo periódicamente y han representado en nuestro teatro ocho de sus espectáculos, por lo que este año era el momento de hacerles entrega de un premio que, más que prestigiarles a ellos, prestigia a la muestra y a nuestra ciudad", ha declarado la responsable de Cultura del Consistorio de Úbeda, Elena Rodríguez, antes de entregar el trofeo conmemorativo a Gaspar Campuzano, Enrique Bustos, Paco Sánchez y Eusebio Calonge.
A su lado, el director del grupo, conocido en el mundo del teatro como Paco de La Zaranda, ha manifestado el agradecimiento en nombre de sus compañeros porque, "de alguna manera, estamos en un reencuentro en el corazón de Andalucía y lo hacemos con nuestros juguetes, como nos gusta llamarlos, y en un sitio en el que nos sentimos de una manera muy especial que no sé expresar". En este punto, ha resaltado el "silencio denso" que ha acompañado la visita de la compañía a la localidad jienense, "ese silencio y esa verdad que nosotros siempre buscamos, no el prestigio, y que aquí, en el corazón de Andalucía, es muy especial". "Regresar a Andalucía, donde de alguna manera siempre nos hemos sentido incómodos, es estar ahora mismo aquí".
Por su parte, el dramaturgo de la compañía, Eusebio Calonge, ha tomado la palabra para incidir en la "gratitud" por el reconocimiento y, especialmente, por abrir las puertas de un escenario como el de San Lorenzo para mostrar "los elementos de nuestras obras ya varadas en el pasado". "Hay ciudades —ha añadido Calonge— que dan prestigio en los currículos y otras que aportan una riqueza espiritual grande y que nos enfrentan a nuestra propia alma y a lo que somos nosotros, y Úbeda lo es en nuestro recorrido más vital. Además, recibimos el premio de volver a sacralizar con el arte este espacio ya de por sí sagrado. Muchas gracias a Úbeda por reconocer que nuestro aporte teatral sigue valiendo la pena". Ha sido Gaspar Campuzano quien ha clausurado el acto evocando a Julio Mariscal con su poema Cinco de enero, a propósito de esos juguetes que rescatan "a lo hondo del tiempo" y del recorrido que han seguido desde hace 40 años estos reyes magos de la escena española contemporánea. "Venían de un paisaje en donde las palmeras conservaban su gracia oriental de abanico, con camellos y arenas de un lejano desierto que guardaba en el atlas de mi frente de niño (...)".

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Paco Sánchez Múgica

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