"Te das cuenta que estás doblando una esquina y que al final de esa esquina se encuentra una cana".
- Maestro Yoda, usted no puede morir.
- Poderoso la fuerza me ha hecho pero no así de fuerte. El más allá me espera, justo como a todos. Ese es el modo de las cosas. Del modo de la Fuerza.
El Retorno del Jedi (1983).
Hay un momento en tu vida en que te levantas con agujetas al día siguiente de un partido de solteros contra casados y tomas conciencia de que el tiempo ha pasado demasiado deprisa. Mi amigo Alejandro López Menacho me convocó a una pachanga. Acudí presto. En claro homenaje a Álvaro Arbeloa, jugué con el 17 a la espalda. Me gusta afrontar los partidos reconociendo cómo salgo: mi condición física actual es lamentable. ¡Con lo que yo he sido por una banda! Le comentaba a Francisco Quirós Ramírez que con dos meses de preparamiento y bolos, los chavales del barrio nos organizamos y le metemos un meneo a todos los que estaban allí. Siempre fuimos arriesgados y matones jugando. Contábamos en nuestras filas con todo lo necesario para jugar al fútbol: físico, habilidad, creatividad, rabia, furia... Cada cual aportaba lo suyo. De pequeños éramos una mezcla única entre pillos sicilianos y niños ingleses nacidos bajo la lluvia ácida de la Revolución Industrial. Hace tres navidades que no nos vemos todos juntos. Una lástima. Creo que el año pasado íbamos a jugar un partido contra la droga. No surgió.
Leo en Acordes Modernos que Nacho Vegas publicará el 11 de diciembre un nuevo EP titulado 'Canciones populistas'. El trabajo está “dedicado a la memoria y obra de Phil Ochs, cantante estadounidense de música folk, y que el artista asegura que, de vivir hoy en día, sería un gran reivindicador del término populista aplicado a las canciones”. Mejor me abstengo de comentar algo al respecto.
Algunos llegaron tarde a todo en la vida. Unos pocos hicieron de esa tragedia virtud. Posmodernidad le llaman. Esta gente vive instalada en un post continuo: posmarxismo, post-rock...Todos son veganos y estuvieron en Berlín. Consumen nihilismo y vomitan autocomplacencia. Treinta años antes ya dijo Woody Allen: "Dios ha muerto, Marx ha muerto y yo mismo no me encuentro muy bien". Su franquicia española está a unos días de parafrasear a Vázquez-Montalbán: "Contra el bipartidismo vivíamos mejor".
La frase se la regalo. Sé que será un estándar. De hecho la cita asociada a Woody Allen se atribuye a una de esas pintadas en los muros del Mayo Francés. Últimamente Alejandro Jodorowsky se las apropia todas. Según el maestro sicomago mientras los hijos de la burguesía campaban con sus movidas, él y su grupo de surrealista se dedicaban a decorar las paredes parisinas. Para mí es una tesis plausible. Estuve en el 15M con mi buen amigo Alejandro Jalón y sé cómo se lo montan esta gente. En cambio, nuestro admirado colaborador de La Voz del Sur, Óscar Carrera Sánchez niega la mayor. Qué más da. Todos sabemos que el único talentoso de este cuento es Jodorowsky.
La otra noche un conocido me interrumpe mi copa y me suelta: "¡Tío, estás irreconocible!". Me lo tomo como un halago (mis estrategias de camuflaje siempre funcionan). Obviamente, no lo era. Le comento la anécdota a Rafael Sarmentero y le pregunto: "¿Qué opinas del encasillamiento social?". La respuesta solo puede estar a la altura de su genialidad: "Ultrasures urbanos".
También tuve la suerte de fundirme en un abrazo con don Felipe Alconchel Gago. Qué buen tío. Me estuvo comentando lo que le gusta La Voz del Sur. Dice leer esta humilde columna. Dios se lo pague con una buena mujer y descendencia fértil.
Cuando un abrazo dura más de 20 segundos tiene gran efecto terapéutico al segregar oxitocina. Intentaba explicarle a Lidia que "no se puede cambiar de corazón como de sombrero/sin haber sufrido primero". Fue en vano, ella nunca escuchó a Calamaro. La diferencia generacional tiene sus ventajas: los diálogos son contados y la acción es apetitosa. En cambio, tiene desventajas palpables: para alguien de menos de veinte años el mejor grupo español de la historia es Vetusta Morla.
Hay momentos en la vida en que te das cuenta que estás doblando una esquina y que al final de esa esquina se encuentra una cana. Cuando empecé a ver fútbol Raúl acababa de debutar casi. Hace dos domingos el eterno capitán colgó las botas. Te percatas que la vida es precaria y transitoria cuando tus sueños y fetiches se desgastan. Tarde o temprano comprendes que aquellos versos indelebles de Aute ("¿Qué quieres que te cuente?,/hay poco que decir,/tal vez me vaya un tiempo,/no aguanto este coñazo de Madrid") son tan implacables como pegajosos porque el año tiene 365 días y la vida siempre defrauda.
La verdadera naturaleza de la fuerza se esconde tras vértelas con el lado oscuro. Luke Skywalker lo sabe.
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