julio-rosa1
julio-rosa1

“Más que de la presentación del libro, se trata de reivindicar la lectura de Julio Manuel de la Rosa”, aclaró el coordinador, José Jurado Morales. La obra sólo se va a presentar en Sevilla, Sanlúcar y Jerez. La amistad ente Julio y Caballero Bonald explica que se presente aquí: son grandes amigos y han colaborado en muchas ocasiones. José Jurado Morales, que también aporta varios escritos, ha reunido textos de Julio M. de la Rosa, José Manuel Caballero Bonald, Nieves Vázquez Recio, Juan Francisco Álvarez Macías, Francisco Núñez Roldan, Olga Rendón Infante, Antonio Rodríguez Almodóvar y Naira de Almeida Nascimento.

José Jurado realizó un esbozo del escritor y su labor creativa. “Quizás Julio M. de la Rosa sea el narrador andaluz con la obra más extensa”. Su primer libro de cuentos es del año 56. Lleva más de 60 años de escritura. Hay pocos narradores en la actualidad que lo igualen, resaltó Jurado. Además, no sólo destaca en extensión, sino también en intensidad. Y siempre ha sido perseverante en el género narrativo y la crítica literaria.

En los años 50 en España tiene mucho peso el realismo. Ignacio Aldecoa le influye en sus primeros cuentos. Sin embargo, pronto se distanció de ese tipo de realismo: “Una buena biblioteca familiar y una inmensa ambición por leer, en la Casa de América de Sevilla, le llevaron a conocer a autores extranjeros, como Hemingway y otros escritores muy poco conocidos en España: Faulkner, Truman Capote, John Dos Passos, Pavesse, Calvino, Sartre, Camus, Joyce…”. Fue uno de los primeros lectores del realismo mágico. Así, su realismo inicial se fue enriqueciendo. Le interesaba no sólo la realidad exterior, sino también el mundo interior de los personajes. Por esos sus novelas están cargadas de gran profundidad psicológica a la hora de configurar a sus protagonistas, explica José Jurado. “Su literatura fue desde el principio, por lo tanto, renovadora y experimental. Uno de sus referentes es Juan Benet. Además de realismo hay una clara voluntad de estilo”.

Ha tratado en sus novelas una gran variedad de temas, de espacios y tiempos, explica José Jurado. Una transcurre en el Coto de Doñana y narra los amoríos de la Duquesa de Alba y Goya. Otra habla del mundo del boxeo, ambientada en los años 40 (Julio fue boxeador amateur en su juventud). Tiene un libro sobre los últimos días de Pessoa vistos desde la perspectiva de su barbero. Ha escrito sobre el humanista Arias Montano y cómo se recluyó en Aracena… Le interesa la perspectiva de los personajes periféricos o derrotados. En su escritura ha creado un territorio literario propio: Etruria. Es la versión literaria del Aljarafe, un espacio social, mítico, simbólico, como Macondo o la Argónida. Entre Huelva, Sevilla y Cádiz, Etruria refleja la Andalucía occidental. “La posguerra deja sus marcas, con heridas interiores. En la narrativa de Julio, el hombre es un lobo para el hombre”. El sentido cainita de la vida y de la historia aparece en todas ellas. El ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor: “En su escritura hay un tono pesimista, nihilista, o al menos, escéptico”, sugirió Jurado.

Francisco Núñez Roldán habló de la parte humana de Julio: “Es de las pocas personas que poseen al mismo tiempo calidad y calidez”. Nos contó que Julio se zambulló en el mundo de la literatura gracias a un problema de salud que tuvo en la adolescencia y que le obligó a permanecer una larga temporada en la casa del abuelo, con una buena biblioteca. Se dedicó a leer durante un curso entero. Francisco Núñez subrayó que Julio busca la parte humana de los aparentemente derrotados. La comprensión del dolor de los demás es esencial en su escritura: “Sus novelas adquieren así una gran altura ética”.

Julio Manuel de la Rosa expresó su agradecimiento a todos los participantes en el acto y en el libro. En el diálogo con el público nos habló de la influencia de la escritura de Caballero Bonald en su obra. Su encuentro con él se produjo a través de “Dos días de septiembre”. Comprendió inmediatamente que era una novela fundacional, una novela que iba mucho más allá del realismo social. Pero el acercamiento definitivo cristalizó con “Ágata ojo de gato”, un descubrimiento que compara con su primera lectura de Proust o Faulkner. En el diálogo se habló de varios de los libros de Julio Manuel. No explicó, por ejemplo, cómo escribió un texto que le encargaron sobre cómo huele Sevilla. Un libro que luego regalaban al comprar un perfume… Habló de Guantes de seda, una novela sobre el mundo del boxeo. Una historia real acerca de la doble vida de un conocido boxeador… Habló también sobre el libro que dedicó a Alfonso Grosso. Le preguntaron por otro asunto interesante: la censura. “En Fin de semana en Etruria se pasaron”, sentenció. Luego se ha reeditado con el material que eliminaron. Y es que los censores no destacaban precisamente por su inteligencia literaria… Se hizo mención al talante poético de sus novelas. Julio reconoce que no lee mucha poesía, aunque sí conoce bien a Cernuda, Juan Ramón Jiménez, Salinas y Rilke.

Sobre el autor:

juan carlos gonzalez

Juan Carlos González

Filósofo

...saber más sobre el autor

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído