Me llega el siguiente whatsApp de un amigo :
"Si vas sugerir que te regalen un libro por Reyes que sea En movimiento, de Oliver Sacks o Paris-Austerlitz de Rafael Chirbes. No te defraudarán. ¿A caso alguna vez me he equivocado recomendándote libros?"
Es cierto. Nunca se equivoca. Caray, como preceptor no tiene precio. Soy un lector muy exigente. Antes de comprar un libro debo de estar muy seguro de que va a cumplir mis expectativas. Para echarle el diente a un nuevo autor antes he investigado por mi cuenta tanto su bibliografía como su biografía. Rastreo entrevistas, reportajes, críticas.
Si finalmente me regalan estas dos novelas, ¡alegría! Si caen en saco roto, el mismo día 7 de enero salgo y me las agencio en la librería El Laberinto. Y, cómo no, me comprometo a compartir con ustedes mis impresiones al respecto. Será divertido.
En esta suerte de ucronía constante en la que vivimos la memoria historicista únicamente sirve para vender libros y reinventarse ideologías neutras que navegan entre naderías y minutos televisivos. ¿Qué diría Vázquez Montalbán si viera a la izquierda catalana que él conoció travestida en juez y parte de la burguesía? Escribió Aldous Huxley: "Quizá la lección más grande de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia." Los profesionales de la revolución pendiente dejaron de reunirse en el burguer universitario más cercano para ocupar sedes. Los antisistema ya cobran del estado. Ayer El País regalaba con el periódico su funambulesca revista masculina de moda Icon. Sacan en portada a Yanis Varoufakis, el archifamoso exministro de Finanzas griego. Al parecer creen ver en este señor una suerte de gurú y playboy a tiempo completo. No traten de entender nada. No hace falta. Sonrían y a otro cosa. La posmodernidad debe ser esto. Y el fin de las ideologías ya ni les cuento.
Había olvidado la importancia de subrayar ideas para volver (una y otra vez) a ellas. Mil años después, por las paredes se vierte el mismo zumo de sangre que alguna vez abrigó tus venas. Subrayo el poema Los espejos de Borges. Para mí, el laberinto es un teorema apetecible. Soy, etimológicamente hablando, un escritor político por las mañanas y lírico por las tardes. Curro con el sudor del buen artesano. El talento o el éxito son asuntos de dioses y lacayos. Ellos etiquetarán o censurarán cuanto escriba.
No soy nadie. No sé nada. Guardaré silencio por cada instante violado por el ruido de fondo. Cuando piensas que lo has perdido todo descubres que siempre puedes perder un poco más. No quiero ocupar ningún estante. No me preocupa que me lean. Hace tres años que ya no escribo. Ahora, como Sinatra, vendo un estilo.
Lidia acaba de ver Todo sobre mi madre. Está entusiasmada. Me comenta detalladamente la película. Ha apuntado varias frases. Su favorita es la siguiente: “Una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma”. Cuando a la noche se le transparenta el azul, en una atmósfera de embriaguez, me dice: "Usemos el pasado como un trampolín no como un sofá".
A dos años de victoria y soledad, la hibernación con una doula por única compañía es el estado ideal para cualquiera. Rafael Sarmentero define este período caprichoso (en su caso denominado como "etapa rosa") de una manera magistral: "Lo que yo llamo 'etapa rosa' es un periodo durante el cual me resbalan todas las tonterías y las atrocidades que leo en las redes sociales. Es un periodo de paz absoluta en la que soy incapaz de tomarme nada en serio. Es un estado deseable para mi espíritu, y mi aspiración es hacer de estos periodos una filosofía de vida a tiempo completo."
Hago mía la siguiente frase de Luis Aragonés: "No me hace daño la crítica. Me molesta el insulto". Me crezco en la adversidad como buen madridista. Sabemos por el clásico que el halago debilita. Un tonto jamás se recupera de un éxito. Decía Manuel Jabois que, pase lo que pase, el Real Madrid siempre pierde. Ser del Real Madrid no es fácil. La persecución es brutal. No obstante, en nuestro "ADN" viene acarrear con ello. Tituló L'Équipe: "El Real es eterno". ¡Cuánta hermosura en un simple titular! En la adversidad, nunca viene mal recordar las palabras del maestro Yoda: “El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento." La derrota es una parte sustancial del proceso. Cuando entiendas que no se trata de luchar sino de aceptar y fluir, habrás entendido la vida.
Tercer día del año. Salgo a correr escuchando Yankee Hotel Foxtrot de Wilco en bucle. Feliz semana.
Comentarios