Lebrija vivía a principios de semana un acto cargado de emoción y justicia histórica: la presentación oficial del monumento dedicado a Juan Peña 'El Lebrijano', una de las voces más emblemáticas del flamenco y símbolo de la identidad andaluza, gitana y lebrijana.
La obra, que será ejecutada por el escultor Augusto Arana, ocupará un lugar emblemático en la antigua Plaza de las Monjas. Durante el acto, el alcalde José Benito Barroso Sánchez destacó que El Lebrijano representa "la fusión entre la tradición más ancestral y una creatividad sin fronteras".
"Es de justicia que su pueblo natal empiece a saldar una deuda pendiente", subrayaba la primera autoridad municipal, agradeciendo no sólo la implicación del Ayuntamiento en su conjunto, sino también de la Asociación Legado de Juan Peña y la familia del artista.

Un enclave lleno de memoria, fe y arte
La ubicación elegida para el monumento, en la confluencia de las calles Ignacio Alcón, Antonio de Nebrija y Juan Pedro Vidal, no es casual. Según Barroso, es "un cruce de caminos donde confluyen fe, arte y memoria", junto al Convento de las Concepcionistas y el Centro Flamenco. "El Lebrijano estará, como siempre, en el centro de todo", aseguró.
La escultura será algo más que una representación física del artista. Estará compuesta por múltiples elementos simbólicos, concebidos para dialogar con el entorno urbano y la memoria colectiva del pueblo. "Será punto de encuentro, lugar de inspiración y orgullo", dijo el alcalde.
Una obra pensada para el espacio y la emoción
El escultor Augusto Arana explicó que la intervención en el espacio público conlleva gran responsabilidad. "He defendido que la obra siempre debe tener proporción con el lugar que la acoge", señaló. Y destacando que el entorno patrimonial del proyecto obliga a una especial sensibilidad, afirmaba que la ubicación implica "trabajar en uno de los lugares más sagrados de Lebrija, en su corazón".
Arana subrayó que el proyecto no es una estatua al uso, sino "un conjunto monumental" que combina escultura figurativa con elementos alegóricos que recorren la vida y la aportación artística de Juan Peña 'El Lebrijano'. La figura principal aparecerá de pie, cantando, con el dedo índice en alto, gesto cargado de iconografía flamenca.
Uno de los elementos esenciales del conjunto monumental será una alegoría compuesta por "símbolos de su trayectoria artística y personal, como la L que usaba como emblema, una figura de corchea, y detalles de familiares y maestros como La Perrata, Antonio Mairena o Pastora Pavón".
También aparecerán referencias a la música andalusí, la guitarra flamenca y el violín sinfónico. El conjunto se inspira en formas circulares con desarrollo ascendente, evocando el movimiento perpetuo y la evolución del cante flamenco. Una paloma coronando la alegoría simboliza la libertad creadora y la pureza de su arte, todo estructurado sobre "la idea de las ruedas de carro, emblema del pueblo gitano".
Materiales nobles para una memoria eterna
La escultura se realizará en bronce con pátinas marrones, verdes y ocres, tratadas con ceras especiales para garantizar su conservación. El entorno se construirá en granito gris tratado al fuego. La composición incluirá un parterre con plantas de romero, aportando aroma y sentido de pertenencia.
El concepto plástico combina llenos y vacíos, cavidades y convexidades, lo que sitúa la obra cercana a la figuración geométrica, pero profundamente emocional. "Los pies desnudos tocan la tierra, su patria. Juan era un transgresor, y eso ha inspirado esta obra", remarcó Arana.
El diálogo constante entre la figura y la alegoría busca "emocionar y enseñar porque rendimos homenaje permanente a una figura esencial para Lebrija y para la historia del flamenco", afirmaba el escultor. En definitiva, una obra que invita a "la contemplación y a la reflexión sobre el arte como herramienta de transformación social".
El hijo del artista, Juan Peña, agradeció el esfuerzo institucional y artístico implicado en el proyecto. "Llegar hasta aquí no ha sido fácil. El esfuerzo ha sido titánico", declaraba. "Augusto se ha esmerado como nunca y eso se nota porque el proyecto es magnífico y diferente: no es una estatua cualquiera", incidía.


