Olga Pericet se acerca a la figura de Carmen Amaya no desde el mito y la memoria, sino desde su fragilidad y dolor como una simple mortal en Un cuerpo infinito, que podrá verse este miércoles día 26 de febrero en el Teatro Villamarta. Así las cosas, este montaje se convierte en un viaje de autoconocimiento espiritual y físico de la propia Pericet. En la sexta jornada del XXIV Festival de Jerez el baile de mujer también se traslada a la Sala Paúl donde, dentro del ciclo Baile con Ellas, la jerezana Carmen Herrera estrena La luz que me alumbra.
Para este proyecto, una idea original de la propia Olga Pericet, la bailaora ha buscado el asesoramiento dramatúrgico de Roberto Fratini, el acompañamiento coreográfico de Marco Flores, Rafael Estévez y Valeriano Paños y la dirección escénica de Carlota Ferrer. Las dos ya colaboraron en La espina que soñó con ser flor o la flor que soñó con ser bailaora (2018), una pieza innovadora tanto desde el punto de vista teatral como desde el ámbito del flamenco.
Una investigación sobre Carmen Amaya, la mítica bailaora del Somorrostro y “materia oscura de un universo de astros”, señaló Olga Pericet ante los medios de comunicación. “Quería que pudiéramos explorar un mundo oscuro, un universo con las pequeñas estrellas que circulaban en torno a esa figura. Quería ver en mi cuerpo su poder físico y humano”, añadió. “Es un paseo muscular al límite, lo que significa mucho dolor tanto físico como del alma”, reveló.
Pericet, Premio Nacional de Danza 2018, ha recalcado que, aunque su espectáculo es un reconocimiento “a un mito, a un genio”, no se trata de un homenaje a Carmen Amaya. Por ese motivo, no hay ninguna referencia a su iconografía. “No se ve a ella y si se la ves es de una forma diferente. La busco después de la muerte porque creo que su pulso, su eco, su vibración, su esencia, es infinita y está ahí”, precisó.
Por tanto, su propósito es “reinventar el eco” de Carmen Amaya, “sacarla de ese mito lejano para acercarla, verla como mujer”. Sin embargo, no muestra sólo un prisma, sino varios desde los ojos de todo un equipo artístico, lo que da lugar a “un prisma más abierto, un universo más amplio”.
En Un cuerpo infinito todo sucede en un “universo inventado, en un espacio que es un agujero negro”. Y todo ello hace que este montaje se convierta en “un viaje espacial, buscando a esa Carmen que viaja con nosotros”. Y ese singular pasajero, “a veces, aparece como un espectro, a veces se instala en mi cuerpo”.
No obstante, Olga Pericet no imita sus movimientos, sino que ha construido “un planetario mágico de invocación inventado”, indicó Carlota Ferrer, responsable de la dirección escénica. La idea de “romper barreras” —presente en la trascendencia artística de Amaya— aquí se ve reflejada en los astros —Martes, Jupiter— en la sensación temporal o la inexistencia de la misma. Y hasta el eco que llega de la mítica bailaora está “deformado”
Un cuerpo infinito recoge además la dimensión internacional que tuvo Carmen Amaya y “hacemos un guiño a Hollywood, a ese flamenco internacional que dialoga con otras músicas”, explicó Pericet. Dos actrices van uniendo las diferentes escenas. El elenco artístico lo forman la guitarra de Antonia Jiménez, el cante de Inma ‘La Carbonera’, la trompeta de Jorge Vistel y la percusión de Paco Vega. A todos ellos se suma un cuarteto lírico.
Segunda propuesta de Carmen Herrera
Seis años después de estrenarse en Sala Compañía con Raíz y Pureza, Carmen Herrera regresa al Festival de Jerez para poner en escena La luz que me alumbra en Sala Paúl, dentro del ciclo Baile con Ellas. Una obra que nace de las sensaciones que percibe la bailaora a partir del nacimiento de su primer hijo. Bajo esta premisa, la artista jerezana ha creado su segunda propuesta, cuyo trasfondo también es un recuerdo a su padre, fallecido hace años pero que, según la bailaora, “es quien me guía, como lo hacía desde que era una niña cuando me llevaba a clases de baile”.
Así ha surgido una idea original de la propia bailaora y que cuenta con la dirección musical del guitarrista Javier Ibáñez. Partiendo desde el concepto más tradicional y en el que se ha desenvuelto siempre, la jerezana da un paso más en su carrera, adentrándose en otros ámbitos y “cuidando detalles que antes no tenía en cuenta”, aseguró.
Dentro de este abanico de nuevas sensaciones, Carmen Herrera ha querido también acordarse, “aunque sea de una manera testimonial”, de la figura del poeta y flamencólogo Manuel Ríos Ruiz. Habrá por ello un pequeño “homenaje que le hacemos a través de uno de sus poemas”.
La luz que me alumbra cuenta con un elenco artístico en el que sobresalen las voces de Miguel Ángel Soto ‘El Londro’, José ‘El Mijita’ y la gaditana May Fernández. Junto a ellos, estarán la guitarra de Miguel Salado y Javier Ibáñez, la percusión de Carlos Merino y las palmas de Carlos Grilo. Completa el elenco las bandurrias de Héctor Valle y Eduardo Torné, el laúd de José Valle y la colaboración especial de la Banda Sinfónica Ciudad de Jerez.
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