A pocas semanas de poner fin a la gira de despedida de Andy y Lucas, Lucas González se ha visto envuelto en una nueva polémica. Un promotor lo acusa de mantener una deuda de 360.000 euros, una cifra que el cantante niega tajantemente y que, según afirma, se basa en hechos falsos. Este episodio llega en un momento delicado para el artista, que arrastra varios meses marcados por problemas personales y profesionales.
Lucas ha negado públicamente que exista ningún tipo de compromiso económico con el denunciante, asegurando que no existe ningún documento que respalde esa supuesta obligación. “Si yo soy millonario, ¿qué me está contando de deuda? He vendido tres millones de discos. Voy al día con Hacienda y con todo. Ese es un sinvergüenza, no tiene vergüenza”, declaró visiblemente molesto ante la repercusión del caso.
Acusaciones cruzadas y amenaza de demanda
Según su versión, el promotor decidió apartarse voluntariamente de la gira, y ahora busca obtener una parte de los beneficios sin justificación legal. “Me dejó tirado antes de la gira, no hay nada firmado. Y ahora quiere quedarse con algo que hemos hecho nosotros. Le estáis dando cancha a un sinvergüenza”, insistió el artista, que subrayó en varias ocasiones que el reclamante no tiene pruebas reales que sustenten su versión.
Lucas afirmó haber recibido recientemente un burofax en el que se le exige el pago de dicha cantidad, pero se mostró desafiante ante la amenaza legal. “Me ha llegado un burofax, ¿y qué quieres que haga? Puede escribir lo que quiera, pero es mentira. Ahora lo voy a denunciar yo, se lo voy a sacar todo por sinvergüenza que es”, declaró con dureza. Su intención, según indicó, es llevar el caso a los tribunales para limpiar su nombre.
Respecto a las pruebas que el promotor habría presentado para justificar la demanda, Lucas fue contundente al negarlas. “¿Pero qué prueba? Es mentira total. No tiene audios, no tiene facturas. Eso os lo habéis inventado”, dijo, asegurando que no teme afrontar un proceso judicial, ya que, según sus palabras, tiene toda su documentación en regla. “Le voy a ganar el juicio y cuando lo gane me tendréis que pedir disculpas”, concluyó.
Este nuevo conflicto se suma a una etapa especialmente complicada para el cantante, que en los últimos meses ha atravesado una serie de circunstancias personales difíciles, entre ellas la muerte de su hermano, problemas de salud y la posible disolución definitiva del dúo, motivada por una cardiopatía que le obliga a frenar su actividad profesional. El próximo 10 de octubre, Andy y Lucas ofrecerán su último concierto en el Palacio de Vistalegre, cerrando así dos décadas de trayectoria musical marcadas por el éxito... y últimamente, también por la polémica.
