El Kanka, alegría de raíz: "Yo también tengo mis momentos. Me levanto y digo, hostia, quillo, que esto no se acaba"

Este viernes llega al Villamarta el malagueño tras una primera 'gira' de directos de confinamiento, y lo hace en uno de los pocos que contará con toda su banda. "Nunca había estado tanto tiempo sin subirme a un escenario"

El Kanka, en una imagen de archivo durante una gira anterior.
El Kanka, en una imagen de archivo durante una gira anterior.

Juan Gómez Canca (Málaga, 1982) es en realidad El Kanka, el de los acordes imposibles de cantautor  (prueben a buscarlos en internet si saben tocar y traten de evitar los esguinces carpianos) y que cantan lo que le echen, pero que sobre todo suena a Andalucía. Un fijo de festivales, este año lo ha compensado con mucha producción propia y versiones desde su canal de YouTube, un fijo para el confinamiento. Confiesa que es que pasó mes y medio solo en casa. Pero, aún con todo, como transmiten sus canciones, no pueden faltar razones para sonreír, porque su padre se está curando después de estar muy enfermo y tendrá un nuevo sobrino. Este viernes 23 de octube actúa en el Villamarta, uno de los pocos conciertos que podrá dar con toda su banda. Será especial, por si simplemente actuar en su amada provincia de Cádiz fuera poca razón.

¿Se veía volviendo a dar concierto este 2020 después de todo?

No me lo esperaba para nada, y menos la cantidad absurda que hemos hecho. Cuando vi que la cosa se iba alargando, mi perspectiva era de no hacer nada. Pero ahora lo retomamos con mucha incertidumbre. Parece que podemos dar conciertos, pero no sabemos si el fin de semana, o el mes que viene, podremos. Ha sido muy emocionante. Creo que desde que empecé a hacer conciertos, no ya como ahora sino cuando empecé sin pretensiones, desde entonces nunca había estado tanto tiempo sin subirme a un escenario, imagínate la emoción.

¿Qué sintió en su primer concierto de vuelta?

Sentí cierta torpeza. Ni enchufar la guitarra sabía. Sabia tocar, pero otras cosas, de esas idiosincrasias, se me habian olvidado. Hasta la manera de llevar el ritmo de un concierto, me vi super trope. A los dos o tres conciertos lo recuperé.  Volvimos con un miniconcierto, un streaming, media hora en Yebes, en Guadalajara. Ya me siento cómodo de nuevo. No creo que se pierda nunca del todo, es como montar en bici.

Entonces, después de todo, sí puede hacerse cultura segura. Quizás no al 100% porque quizás nada lo sea, pero no sé si se han sentido tratados injustamente.

Sí Pero eso no es de ahora. El sector está maltratado en este país desde siempre. El IVA que teníamos, que era prohibitivo, hasta que se cambió. Son maltratos que venían en el ADN del músico español, y esto ha sido una confirmación, porque no se ha pensado en medidas en concretos para el sector. Solo dificultades. Lo comparo con el tema de trenes o aviones. Seguro no hay nada como dices, no sabes si un loco se va a quitar la mascarilla y va a irse para ti. Las medidas son extremas y no lo veo malo,  nos falta lleva escafandra. Pero los conciertos, los que he hecho, tiene un control, los promotores saben nombres, DNI, y hasta donde sé no han tenido que llamar nunca, ni el 35 de este verano que hemos hecho, que son unos pocos, ni de ninguno de mis compañeros. Estamos haciendo las cosas bien.  

Su música va sobre todo de buen rollo, y la personalidad que muestra en ellas y en entrevistas es que tiene una personalidad reconocible, y que parece no haber cambiado mucho en los años que lleva arriba, sin pompa.

No he cambiado mucho. Todos cambiamos por la edad. He cambiado lo que cualquier persona. He aprendido y me he llevado algunos palos. Y alegrías. Habré cambiado en eso, en ser un poco más viejo. Profesionalmente, intento ser bastante fiel a mi filosofía, sin sofisticacion, con cariño y ganas. Al principio el proyecto de El Kanka era así, tirando de naturalidad, cotidianeidad. Ser fiel. La verdad, lo que dices me lo dice mucha gente, me reconozco mucho eso, me he querido mantener en ese sentido. Lo sigo manteniendo. Creo que somos la misma persona, desde pequeños hasta adultos.

"Imagínate la alegría de juntarnos en tierras gaditanas, con el cariño que le tengo. Se va a notar en el escenario"

¿Y estos meses le han cambiado?

Seguro que sí, a todos nos ha cambiado. A quién no le va a afectar. Hemos vivido cosas que nunca imaginamos. Estar alejado de mi familia, estar solo en mi casa un mes y medio, y con el miedo, incertidumrbe, eso me ha cambiado. No hacer giras, mientras hay gente que se muere alrededor. Fue un choque muy fuerte. Pero he tenido perspectiva. No he hablado de confinamiento en ninguna canción que he compuesto, pero sí son experiencias basadas, que las escuchas y piensas que no las habría escrito de no ser por esto.

¿Sigue habiendo razones para celebrar en 2020?

Siempre hay razones. Hay mucha persona a prueba capaz de celebrar, en momentos muy malos, con mala salud y extrema pobreza. Y encuentras celebración en esos ambientes. Cómo no vamos a celebrar. En cualquier situación, por cualquier cosa. Que estamos vivos, y estamos bien de salud en algunos casos lo podemos celebrar. He tenido a mi padre muy enfermo y parece que se va a recuperar. O que voy a tener un sobrino nuevo. Son motivos que, si quieres encontrarlos, los encuentras. Igual que en lecho de muerte hay quien los encuentra, hay también gente muy bien encuentra motivos para no celebrar. La felicidad es un estado de ánimo. Creo que hay que intentar luchar por cosas buenas.

Vuelve a la provincia de Cádiz, a Jerez, al Villamarta. Supongo que por el flamenco, por ejemplo, es para usted un lugar especial donde actuar.

Justamente hace una hora he estado hablando con mi batería. José, de Algeciras, de la alegría de volver a subirnos. La gira de verano se ha ido al carajo, nos fuimos con guitarra y voz. Estamos emocionado porque volvemos a hacer conciertos de toda la banda, y lo hacemos en Jerez. Porque es uno de los que hemos rescatado de la gira que teníamos. Hicimos uno ya en Granollers y ahora este es el segundo, en Jerez. En total, tres en todo el año con banda, porque hicimos otro en febrero.  Imagínate la alegria de juntarnos en tierras gaditanas, con el cariño a la tierra que le tengo. Y a Andalucia generalmente, como a Cádiz particularmente. Y se va a notar en el escenario.

Será sin besos, ni abrazos, ni juerga después de actuar.

He aprovechado que venía para hacer unas cosas en Malaga y esto de estar dándonos coazos en la familia... Hay que aprovechar y celebrar, ya pasará lo de los codazos.

¿Es optimista?

Creo que sí. Tengo momentos. A ves me levanto y digo "hostia, quillo, que esto no se acaba". Pero otras veces recuerdo que ha habido muchas pandemias, y todas han pasado. No sabemos muy bien cómo. Hallarán la vacuna. O nos contagiaremos todos, y esto estará más controlado...

Y, como dicen, ¿saldremos mejores?

Dependerá de la persona.  Algunos saldrán mejor, y le habrá dado un paréntestis todo esto para ver lo vulnerable que es la vida, valorarla más. Y otra gente se escudará, irá más a la suya, Y no se darán un abrazo. Espero que como sociedad mejoremos. Pero de eso no estoy tan esperanzado.

Sobre el autor:

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Pablo Fdez. Quintanilla

Licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria periodística en cabeceras de Grupo Joly y he trabajado como responsable de contenidos y redes sociales en un departamento de marketing antes de volver a la prensa digital en lavozdelsur.es.

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