Ellas tienen 'La Cura'

Este equipo formado por cuatro andaluzas del sector audiovisual y las artes escénicas, surgió a finales de 2019 para crear universos propios de colectividad entre mujeres, belleza orgánica y poderío metafórico

De izquierda a derecha: Pilar Angulo, Carmen Hinojosa, Verónica Morales y Alejandra Amere.
De izquierda a derecha: Pilar Angulo, Carmen Hinojosa, Verónica Morales y Alejandra Amere. MAURI BUHIGAS

Cuatro mujeres se juntan desde la admiración por sus respectivos trabajos y lo común de sus miradas. Finales de noviembre de 2019 en el Café Piola de Sevilla. Entre café y tostada sucede la magia, el deseo de soñar en colectivo, de cuidarse a través del trabajo o trabajar desde los cuidados. Aquella mañana de noviembre, Vero le dijo a las niñas: “Quilla, yo tengo esta idea y me encantáis. Admiro vuestro trabajo y me gustaría que me dieseis vuestra visión”.

La Cura es un equipo formado por cuatro mujeres andaluzas que surge trabajando. Un proyecto voluble y vivo donde no hay nada escrito. La Cura son las ganas de aprender y de compartir una inquietud creadora. Este equipo, que es equipo y no productora, lo integran cuatro profesionales del sector audiovisual y las artes escénicas que deseaban encontrar un refugio que sustentase sus proyectos personales.

Un equipo multidisciplinar. Carmen Hinojosa forma parte del departamento de cámara, aunque suelen trabajar en grupo porque los puestos no son cerrados como en la jerarquía del cine. Alejandra Amere comparte departamento con Hinojosa, además de hacer la fotografía y el diseño gráfico del proyecto. Pilar Angulo es directora de arte, pero en La Cura, además de encargarse del departamento de arte, se permite crear, inventar y ser versátil en todos los aspectos. Y Verónica Morales trabaja la dramaturgia, la interpretación, las líneas de trabajo en equipo, dirección y escritura.  

El equipo de La Cura durante la entrevista con lavozdelsur.es
El equipo de La Cura conversa antes del encuentro con lavodelsur.es.   MAURI BUHIGAS

El sector audiovisual, fuertemente masculinizado, fue otro de los motores de la creación de este proyecto. “Aunque sobre todo ha venido de situaciones que hemos vivido”, apunta Pilar. “Estamos dispuestas a trabajar con hombres, de hecho, Juanma es el encargado de las luces y una mano más de La Cura”, añade. Alejandra asegura que no tienen exclusividad con las mujeres,” pero si me dan a elegir entre una mujer y un hombre que son igual de profesionales, prefiero a la mujer”.

A pesar de que ya se aprecian cambios sustanciales en la incorporación de la mujer al sector audiovisual, todavía no ostentan los puestos de mayor responsabilidad. Las chicas de La Cura coinciden en que deben recorrer un camino más largo para “demostrar nuestra valía”. Carmen piensa que son un equipo de género “como consecuencia de lo que pasa fuera”. Un asunto que tiene que ver con habitar los márgenes. “Los chicos no tienen tanta necesidad de salirse fuera para desarrollar su arte”, sostiene Carmen.

En La Cura funcionan de manera horizontal con un método de trabajo que califican de “muy femenino y feminista”, basado en la comunicación y en los cuidados. “Queríamos que todas las personas implicadas en el proyecto sintiesen que forman parte de la historia y que tuviesen su espacio”, explica Vero. Querían alejarse de las dinámicas jerárquicas de “polla en la mesa y aquí se hace lo que diga yo”. Por eso, en los procesos de La Cura, prima la gente y el bienestar en las jornadas de rodaje.

Alejandra Amere durante la entrevista con lavozdelsur.es
Alejandra Amere durante la entrevista con lavozdelsur.es.   MAURI BUHIGAS

Cada proyecto lo afrontan como una manera de reeducarse en el proceso de creación y en la ejecución, pues suelen variar los roles de trabajo. “Confiamos plenamente en la parcela de cada una”, comenta Vero. Pilar asiente y dice que delegan sin estar vigilándose las unas a las otras. Esto supone un aprendizaje continuo, que Carmen también lo asocia con la precariedad. “Todas trabajamos en muchas cosas porque no podemos vivir solo de realizar nuestros propios proyectos –explica– por lo que hacemos un importante ejercicio de conciliación entre cuatro personas y sus cuatro horarios”.

Una invitación a soñar

La Cura es también una manera de mirar la vida. “No es que me aburra la realidad del día a día, pero tengo muchas ganas de soñar, de jugar. Me interesa mucho el mundo de los sueños, de los símbolos, de la magia… Dejar a los sentidos y quedarme como espectadora”, refleja Vero, que entiende el proyecto como un lugar donde contar historias desde otro punto de vista. Para Pilar, los proyectos de La Cura “me dejan interpretar lo que veo de la manera que quiero”.

Verónica Morales durante la entrevista.
Verónica Morales durante la entrevista.   MAURI BUHIGAS

Alejandra, por su parte, considera que las cuatro comparten una estética muy arraigada en lo simbólico y metafórico. En ese lugar común, Carmen destaca “las historias contadas por mujeres” en contraposición a los relatos que históricamente han sido contados por hombres desde su posición privilegiada. “Cuando la mirada es otra, el feminismo habla”, añade. De hecho, muchas mujeres del sector audiovisual se han puesto en contacto con La Cura para agradecerles su trabajo y mostrar disposición para futuras colaboraciones.

Los referentes de este grupo de mujeres son sus vidas y anhelos. Nada de aspiracional con grandes cineastas a los que parecerse. “Ahora que tenemos la oportunidad de crear con un equipo que te apoya, sale lo que llevas tiempo acumulando en tu interior, pero no con la finalidad de parecerte a nadie”, puntualiza Pilar.

Pilar Angulo conversa en la terraza del Puma Bar, donde tuvo lugar la entrevista.
Pilar Angulo conversa en la terraza del Puma Bar, donde tuvo lugar la entrevista.   MAURI BUHIGAS

Todas comparten el arraigo por su pueblo y las ganas de expresarse en esos códigos. Un costumbrismo que reflejan en sus videos, que mucho tiene que ver con las abuelas y sus mesas camilla. Porque existe cierto paralelismo entre la belleza orgánica y la comunión entre mujeres dentro de La Cura. “Nos flipa y nos une ese imaginario, pero no ha sido buscado”, espeta Vero, quien reseña que "mujer y naturaleza están unidas y no hay mayor poder que ese".

No obstante, tampoco es fruto del azar. Para Carmen, su mayor referente de vida es su abuela, con la que convivió hasta que tuvo 97 años. Pilar no hay un día que no hable de sus abuelas y de su pueblo. Alejandra reconoce que buscan enaltecer la figura de las abuelas, con las que tienen un vínculo especial. Y Vero coincide en que todas tienen mucho de abuela, de referentes maternos, de amigas…

Esa vinculación con las abuelas se refleja en la escucha dentro y fuera de los rodajes. “Para nosotras la escucha es primordial y colocamos los cuidados en primer lugar”, destacan sus componentes. Vero lo compara con ser anfitriona, como cuando las abuelas te reciben en su casa y no te falta un perejil. Del mismo modo pasa con la cámara. “En nuestros proyectos la cámara está a merced de las actrices e intérpretes, creamos un espacio seguro donde las personas se puedan desarrollar con libertad”, añade Carmen.

Carmen Hinojosa, comparte impresiones con sus compañeras.
Carmen Hinojosa, comparte impresiones con sus compañeras.   MAURI BUHIGAS

En La Cura están orgullosas de ser lentas en los procesos, de no sucumbir a los ritmos capitalistas, aunque su yugo apriete a veces. En dos años han conseguido sacar adelante nueve proyectos, tres de ellos aún están por salir. Para ellas, el verdadero trabajo se encuentra en "sentarte a escuchar y estar receptiva con las propuestas".

Siguiendo la estela de las mesas camilla, guardan recuerdos experienciales de algunos de sus rodajes. Por ejemplo, con Andrea Santalusía: "Para nosotras fue un momento mágico ver a esa mujer haciendo lo que le gusta. Era su primer proyecto y nos transmitía su satisfacción por haber podido cerrarlo, enseañarlo y sentirse acompañada en el proceso y en su manifestación. Me habéis leído, nos decía", rememora Vero.

Con Perdío de BAZOFIA, que fue el proyecto primigenio del equipo, el proceso de trabajo en el rodaje se basó en la comunicación y en la creación de un universo común previo. "Montamos un espacio, que era la casa de la abuela de Alejandra, donde todas las intérpretes tenían un rol de juego y un espacio en la casa. Loren (Bazofia) puso un listado de canciones y se dio rienda suelta a la imaginación", recuerdan. 

Perdío de BAZOFIA fue el primer proyecto de La Cura.

En el último año les han llegado varias propuestas de videoclips. Pilar revela que el último a Pedro de Dios de Guadalupe Plata no fue un encargo, sino que surgió. "Me da mucha chispa lo que hace, me inspira y pensé en hacerle un video. En este caso no había dinero, pero él nos daba la libertad de creación. No hay imposición de nadie, se trataba de jugar y crear", cuenta.

Por otro lado, La Zanfoña les encargó su primer largo, un documental sobre la cantante cordobesa Selina del Río. Para ellas, más que un encargo ha sido un descubrimiento, "porque hemos encontrado en Selina otra mujer con un bagaje, con puntos flacos de en su vida, con unos sentimientos a flor de piel, con la cosas que nos suceden a nosotras también, pero de un modo peculiar, hemos sentido la conexión para poder ayudarla y acompañarla. En definitiva, hemos sabido leerla y para ella ha sido como una sanación". Más que un documental con una narrativa, para La Cura ha sido una experiencia que trasciende de lo puramente laboral.

Y aunque reconocen que sus medios son todavía muy precarios, se enorgullecen de que sus videos tengan alma. "Somos sobre empáticas y nos involucramos mucho en cada proceso, ya que vemos a las personas y no al producto que vamos a crear", señalan. "Hemos grabado momentos de llanto, pero desde el respeto, creando el espacio seguro. Es un camino muy transitado en la intimidad y creemos que ha llegado el momento de que se convierta en algo social, de empoderar la vulnerabilidad y destacar su belleza", comentan.

La Cura sigue aprendiendo a que las ganas no aprieten, a entender sus etapas y disfrutar de los procesos creativos. "Está siendo muy bonito, porque el proyecto está creciendo y entre nosotras también lo estamos haciendo. El trabajo de relacionarnos está siendo muy fuerte, nuestro sinsabores, darnos los espacios…", reconocen.

"Los proyectos tienen que estar al servicio de la narrativa, con independencia de los medios, y el mundo audiovisual a veces se pierde mucho en la estética", aprecian. Podrían sacar un video al mes como marcan los tiempos, pero ellas mismas se preguntan: ¿Dónde queda el cariño y la mirada? No somos un McDonalds ni vamos a sacar contenido vacío por rellenar nuestras redes. Aquí la cosa va de potajes, despacito y bien reposao.

Entre sus publicaciones se encuentran el videoclip de Palomita Blanca de Sebastián Orellana, el tema de La Comare del grupo Kumbara y los trailers de Me. Laura Palmer y Mi madre Muerta de Greta & Anna, que pueden visualizarse en el canal de youtube de La Cura. Proximamente saldrán a la luz La mano de Dios de Pedro de Dios, dirigido por Pilar Angulo. New man rising de Higher Mind, dirigido por Alejandra Amere y Selina, una película documental sobre Selina del Río, dirigida por Verónica Morales, producida por La Zanfoña, con la colaboración de La Cura y Esperpento Films.

 

 

Sobre el autor:

Carmen Marchena

Carmen Marchena

Gaditana. Periodista feminista por vocación y compromiso. Empecé en las redacciones de Ideal Granada y Granada Hoy. He pasado por eldiario.es/Andalucía. Parte de El Salto Andalucía desde sus inicios. Tengo dos ídolas: mis abuelas Carmeluchi y Anita. Defensora de los Derechos Humanos y la Memoria. Sin más dilación, papas con choco o barbarie.

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