Alfredo Lagos estrena, dentro del XX Festival de Jerez, el directo de su primer trabajo discográfico 'Punto de fuga'.

Guitarra: Alfredo Lagos. Palmas: Miguel Téllez y Noé Barroso. Artistas invitados: Diego Carrasco, David Lagos y Rosalía. Percusión: Perico Navarro. Lugar: Sala Paúl. Día: 25 de febrero. Aforo: Lleno con las entradas agotadas. (****) 

Con todas sus toneladas de sinfonías a cuestas y una cabeza repleta de sensibilidad y renovadora musicalidad se presenta Alfredo Lagos en la Sala Paúl. Trae bajo el brazo el que, a sus 45 años, es su primer trabajo discográfico, Punto de fuga, y hay ganas de escudriñar en directo y una a una las piezas de esta inmejorable colección. La ocasión se enmarca en la fiesta por los 20 años de Festival de Jerez, donde Alfredo ha crecido hasta límites insospechados como músico; en el mismo día del segundo aniversario de la muerte de Paco de Lucía, faro intergeneracional de los guitarristas de su/nuestro tiempo; y coincidiendo además con la reciente pérdida de su tío Álvaro Aguilar, cantaor que le llevó de la mano por los senderos del toque. No podía caber más emoción contenida en el espacio mínimo de la sede de un recital que abrió con otro homenaje, en este caso al maestro Rafael Riqueni. Maestro Riqueni es una melancólica rondeña que también sirve de preámbulo al disco y en la que el toque de Lagos no escatima intensidad y emotividad, las constantes en su manejo de las seis cuerdas. Los trémolos conducen la composición hacia un crescendo que desemboca en la soleá por bulerías All free, donde las manos de Alfredo empiezan a desperezarse y a escapar de los aires desabridos del exterior.

Caliente ya en el interior de la sala, con la atmósfera ocre que baña el escenario, el tocaor jerezano, tan tímido como parco en palabras, ensimismado en su música hinchada de cadencias y armonías imposibles, nos transporta al paisaje lunar de Río Tinto con unos fandangos de Huelva de corte clásico pero obviamente con las aportaciones personales en las falsetas del músico. No parece dejar nada al azar Alfredo en su música, empeñado en replicar en vivo lo que quedó grabado en un cedé repleto de madurez e ideas. A diferencia del disco, se echa de menos en directo a las voces que acompañan a este estilo, las cuales habrían venido bien para refrescar una primera media hora de concierto puramente instrumental y, por tanto, algo monótona. Tras el fandango, Lagos conecta con Romía, una taranta donde vuelve a dar rienda suelta a todo su caudal creativo y a revelarse como uno de los compositores más solventes y emocionantes del panorama nacional.  

Diego Carrasco regala con 'Niñá', un tema de Alfredo para su último disco, la que seguro será ya la gran pincelada del XX Festival de Jerez

Más variada, con espacio para la preponderancia de su toque pero también para las voces de acompañamiento, la segunda media hora de recital se torna más diversificada sobre las tablas. Primero, con la reinterpretación de Los pájaros perdidos de Piazzolla, a la que en este caso pone voz Rosalía -en el disco es Estrella Morente la intérprete-. Una angelical cantaora barcelonesa a la que un día antes ya vimos con mucho acierto dentro de la obra J.R.T, sobre Julio Romero de Torres, pintor y flamenco. Y segundo, con Escrito en el agua, una toná cantada por su hermano David junto al recitado en off de Diego Carrasco. Un tema que enlaza con Niña, una bulería incluida en Hippytano, el último disco hasta la fecha del genial artista de Santiago, que en este caso ya sale a escena para marcarse la que desde ya será la gran pincelada del 20 aniversario del Festival.

Reposado, en buena forma, sin histrionismo gratuito, Carrasco encara esta bulería de Alfredo paladeando cada estrofa, intercalando cada verso con un chispazo eléctrico en forma de pataíta de genio. El público, claro, se pone bocabajo ante el despliegue breve pero de altas cotas de intensidad del gitano de la calle Marques de Cádiz. El resto de la tarde-noche se cierra con los ingeniosos tanguillos Piñata y con la bulería Prezo, donde al igual que en muchos momentos del recital brilla con fuerza propia el perfecto acompañamiento de Perico Navarro en la percusión. Es el colofón a un concierto vibrante y brillante donde Alfredo se consagra como autor y creador políglota, un arquitecto de sentimientos trascendentes. Lagos construye durante poco más de una hora un bello y misterioso edificio hecho de texturas musicales que calan y calan muy dentro al traspasar nuestro oído.

Sobre el autor:

Paco_Sanchez_Mugica.jpg.200x200_q100_box-190,0,950,760_crop_detail

Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

...saber más sobre el autor

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído