De pequeño pasó de pintar pequeñas esculturas de belenes a figuras de Warhammer. Lo suyo era la imagenería fantasiosa. Y es que siente el arte como un método de evasión de la realidad, como una necesidad terapéutica. No obstante, también entiende el arte como una herramienta responsable, de denuncia, objetivo al que también se suma. Es por ello que a día de hoy Alejandro 'Guino' García (Jerez, 1987), mantiene su exposición Fractales, en Espacio Abierto (calle Álvar López, Jerez) hasta el 28 de septiembre e inaugurará el próximo 21, en el Arqueológico de Jerez, Di Terra, una galería de retratos de mujeres de Cabo Verde (África), en el marco del II Festival Intramuros de Jerez.
Empezó en el mundo del arte por ser "una disciplina donde me siento libre, donde puedo crear mis mundos, mis fantasías... Nadie entra en mi mundo para decirme cómo tengo que hacer mis cosas, sino que yo las visualizo y las creo". Además de que lleva pintando figuras de belenes junto a su padre desde que era un crío. "Mi padre, Ramón García Sánchez, es belenista y es el actual presidente de la Asociación de Belenistas de Jerez desde hace un año", sonríe. Criado en un ambiente artístico, Guino también se vio influenciado por los videojuegos y juegos de estrategia donde "tenía que construir mundos".
Pero este artista plástico no tuvo contacto con la pintura hasta que entró en la carrera de Bellas Artes, en la Universidad de Granada, en la cual accedió por impulso, con la intención de descubrir "qué es esto de las Bellas Artes, y qué es esto de ser artista". Sin embargo, confiesa que no lo descubrió. "Estoy en proceso todavía", sonríe. En la universidad aprendió, cuenta, a abrir bien los ojos, a valorar la diversidad cultural y a no criticar. "Recuerdo que la gente me criticaba porque hago skate sin conocerme realmente. Y claro, cuántas cosas criticaba yo sin conocer. Aprendí a ser tolerante con todo lo diferente", expresa.
Guino García tras la entrevista concedida a lavozdelsur.es, en Espacio Abierto. FOTO: CLAUDIA GONZÁLEZ ROMERO.
Reside en su tierra natal desde el pasado mes de agosto, ya que Guino ha estado durante los últimos tres años en Tarrafal (Cabo Verde), primero haciendo un voluntariado y luego trabajando en Delta Cultura, un centro de educación donde llevaba a cabo actividades artísticas con niños autóctonos del país africano, entre 2016 y este año. "Aquello era el arte más puro que he realizado. No tenía otra función que crear, no era algo comercial, era diversión. Era un juego", señala. En África el jerezano también fundó Nos Kausa, un centro cultural, con una compañera natural de Guinea Bissau. "Nos dedicábamos a hacer actividades sin ánimo de lucro: payasos, pinturas murales... y también era como un estudio de arte donde realicé los retratos de mujeres de Cabo Verde que expondré ahora en el Museo Arqueológico, y me dedicaba a venderlos", comparte.
Ya de vuelta en Jerez, Guino mantiene abierta su exposición 'Fractales' en Espacio Abierto, de las hermanas Lucía y Marina Franco. "Mi idea era hacer como paisajes vistos desde el cielo, pero que se fragmentara en trozos, y que cada trozo de papel, fuese un paisaje en sí, con su propia textura, dibujo, línea…", explica el artista. "Es un juego al fin y al cabo, me gusta jugar con las técnicas, las pinturas..., ensuciarlo todo y a base de probar diferentes técnicas, de machacar papel, de tratarlo…, voy creando texturas y la propia experimentación te va llevando hacia nuevos caminos", añade.
Sus obras están hechas a base de papel reciclado, de folios que ha ido recogiendo de los contenedores de la facultad de Bellas Artes. "Lo que hice fue partirlos en trozos de papel y meterlos en baños de pintura, con diferentes densidades. Eran baños de agua cola con diferentes pigmentos: acrílico, tinta china, nogalina... Y fui experimentando con los diferentes tipos de materiales y la superposiciones del papel", cuenta. Gracias a esta muestra, Guino García consiguió el 2º premio Alonso Cano a la creación artística en la categoría de pintura, en 2014.
Guino García frente a una de sus obras de la exposición 'Fractales'. FOTO: CLAUDIA GONZÁLEZ ROMERO.
Hasta el momento sus obras han estado presentes en Granada, Tarrafal, Jerez, Rota, Loja y Viena. Y en relación a sus próximos proyectos, el jerezano adelanta que quiere continuar con su proyecto pictórico Fractales, pero ahora quiere salirse "del bastidor, para hacer otro tipo de obra más orgánica. Además de que tiene en manos otro proyecto contra el maltrato infantil en Cabo Verde. "Es un tema muy cotidiano allí, casi todos los niños sufren maltrato y abusos, es un tema que se conoce, pero del que no se habla. Es tabú, pero es bastante real", apunta. Por último, el artista desearía también montar una asociación cultural en Jerez, que funcione a modo de taller donde todo aquel que quiera pueda pintar, trabajar y desarrollarse artísticamente, donde pueda haber un intercambio de ideas y de técnicas. "Pero eso va para largo... Hace falta mucho dinero y energía", concluye.
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