Jordi Évole y el arte de usar la ficción como crítica

El director de Salvados participa en Cádiz en un coloquio sobre falsos documentales junto a la directora de cine Rocío Sepúlveda y los periodistas Trinidad Núñez y José Luis Sánchez Hachero

Rocío Sepúlveda, Jordi Évole, José Luis Sánchez Hachero y Trinidad Núñez, durante el coloquio.
Rocío Sepúlveda, Jordi Évole, José Luis Sánchez Hachero y Trinidad Núñez, durante el coloquio.

El 23-F fue un montaje. Un teatrillo montado por los actores políticos de la época, en connivencia con la Casa Real. El golpe de Estado perpetrado por el teniente coronel Antonio Tejero no fue más que una película que vivieron en directo los españoles y que pretendía reforzar el papel de la Monarquía y la joven democracia española. El director José Luis Garci fue el elegido para rodar las escenas del Congreso, donde el único que no sabía que todo era mentira fue el propio Tejero, al que engañaron para que lo hiciera. Los partidos estaban al tanto, y ellos fueron —sobre todo el PSOE— quienes forzaron la dimisión del entonces presidente, Adolfo Suárez, pocas semanas antes de la celebración del pleno en el que tuvieron lugar los hechos ficcionados.

Hasta que llegan las primeras risas, provocadas por unas palabras de Garci en las que habla del momento en el que grabaron, días antes del 23-F, el discurso que el Rey pronunció esa misma noche. Es cuando la trama de Operación Palace, el mockumentary, o falso documental, realizado por el equipo de Salvados, con Jordi Évole a la cabeza, se empieza a desmontar. El programa revolucionó al país a principios de 2014, cuando se emitió, pero cuatro años y medio después de aquello provoca risa a muchos de los asistentes en el Teatro del Títere La Tía Norica de Cádiz, donde se proyecta en un acto organizado por el Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía, la Asociación CineCádiz y la Asociación de la Prensa de Cádiz.

Muchas menos causó en su momento, cuando después de estar durante días anunciando la emisión del programa —con revelaciones que no iban a dejar “indiferente” a nadie—, congregó a más de cinco millones de espectadores frente al televisor —el 23,9% de la audiencia— y fue trending topic mundial —tema más comentado— en la red social Twitter, donde hubo casi 270.000 comentarios sobre Operación Palace esa noche de domingo. Las críticas fueron feroces, e incluso la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) admitió a trámite una queja, que finalmente no tuvo consecuencias.

Jordi Évole: "Tenemos que reconocer que lo hicimos porque nos divertía muchísimo"

“Nos sorprendió que se dedicaran a investigar una broma”, confiesa Jordi Évole durante el coloquio que protagoniza junto a la directora de cine Rocío Sepúlveda; la profesora de la Facultad de Comunicación de Sevilla, Trinidad Núñez, miembro de la Comisión Deontológica del Colegio de Periodistas de Andalucía, en un acto moderado por el periodista José Luis Sánchez Hachero. “Tenemos que reconocer que lo hicimos porque nos divertía muchísimo”, insiste Évole, que venía de hacer junto a su equipo una temporada “post 15-M”, por lo que les apetecía “hacer algo diferente”.

Y tan diferente. El proyecto llevaba, al menos, dos años durmiendo en un cajón, hasta que comenzaron a contactar con los protagonistas del falso documental. El primero fue el periodista Iñaki Gabilondo, cuya presencia aportaba veracidad a los hechos narrados, y quien alertó a Évole de “la que se iba a liar”, como confiesa el propio director de Salvados. También participaron otros periodistas como Fernando Ónega, quien fue nombrado director de los informativos de TVE poco antes del 23-F, precisamente en sustitución de Gabilondo.

El mismo Ónega, en la ficción realizada por Évole y su equipo, fue el que redactó el discurso pronunciado por el rey Juan Carlos la noche del intento de golpe de Estado. La utilidad de una caja blanca que aparece junto al monarca en la emisión de TVE es uno de los misterios que promete desvelar el falso documental, que en sus minutos finales pasa de la supuesta seriedad de los hechos a utilizar el humor como forma de suavizar el “engaño” y abrir los ojos al espectador. De hecho, la caja aparece junto al rey en un discurso de Navidad y en la famosa foto con el elefante cazado en Botsuana. Hasta Garci llega a decir que las imágenes de los guardias civiles que participaron en el 23-F saliendo del Congreso por una ventana es un homenaje a La ventana indiscreta, lo que provoca carcajadas entre el público.

Un momento del coloquio desarrollado en el Teatro del Títere La Tía Norica.

“Es de las cosas más divertidas que hemos hecho y no calibramos las consecuencias,” confiesa Évole, quien añade que le daría rabia “no volver a repetir una gamberrada así”. “El día que haga el falso documental del procés…”, dice bromeando, para regocijo de los presentes. Las reacciones que provocó Operación Palace, sobre todo entre periodistas y medios de comunicación, llegó a “acojonar” al director de Salvados, que se tranquilizó cuando en el aeropuerto de Barcelona lo pararon dos guardias civiles. “Qué cabrón, cómo nos la colaste”, le dijeron. José Luis Garci, que tardó unos días en cogerle el teléfono, ni se enteró de que se había emitido. “En ese momento me pareció el puto amo”, dice Évole, quien llegó a reprocharle a periodistas que lo criticaron, señalando que ellos, al menos, confesaron al final que todo era mentira. “En la portada de tu periódico hay mentiras que en la contraportada no me desmentís”, señala que le espetó a más de uno.

“¿A quién no le va a gustar un país en el que un golpe de Estado lo ha hecho Garci? Me encantaría que fuese cierto”, dice Évole, recordando a sus inicios como El Follonero, ese reportero irreverente que buscaba las cosquillas de los políticos con ocurrencias y chascarrillos que, además, llevaban implícita una crítica. Como Operación Palace, que en sus instantes finales, pone varios rótulos. “Nos hubiese gustado contar la verdadera historia del 23-F, pero no ha sido posible”, por lo que señalan que este capítulo de la historia de España “es tierra abonada para teorías y fabulaciones de todo tipo como ésta". "Posiblemente la nuestra no será ni la última ni la más fantasiosa", rematan.

El mismo año que Salvados sorprendía a toda España con su versión alternativa del 23-F, la directora gaditana Rocío Sepúlveda hizo lo propio asegurando que Adolf Hitler pasó los últimos años de su vida en Cádiz. El Fure es como se llama el falso documental que defiende que el dictador alemán hasta llegó a disputar un partido en los Callejones de Cardoso con Bruce Lee o Elvis Presley. “Me libré de la quema, tuvo buena acogida”, señala Sepúlveda, quien considera que “es importante usar el humor” en este tipo de trabajos.

Nos hubiese gustado contar la verdadera historia del 23-F, pero no ha sido posible”, dice el falso documental Operación Palace

A la periodista Trinidad Núñez, Operación Palace le recordó a La Guerra de los Mundos de Orson Welles, un programa radiofónico que sembró el caos en 1938, cuando aseguró que ciudades estadounidenses estaban siendo invadidas por marcianos, en la que fue una adaptación narrada de la novela del mismo nombre de H.G. Wells. “Al cerebro le cuesta discriminar la verdad de la ficción y da credibilidad a personas famosas o a las que quieres”, sostiene Núñez, quien confiesa que, como espectadora, se creyó el falso documental de Évole. “Alucinaba con los actores, eran muy creíbles”, señala. Pero como miembro del comité deontológico de los periodistas andaluces señala que a la queja sobre Operación Palace “no se le habría dado curso porque consideramos que es algo diferente y que fomenta el sentido crítico”, por lo que “rige la libertad de producción audiovisual”.

Falsos documentales. Realidad, ficción o manipulación, que es como se llama el evento, provoca un coloquio distendido que, con la serenidad que aporta el tiempo transcurrido desde la emisión de los trabajos que se analizan, permiten afilar la mirada del espectador que se cree todo lo que ve por televisión. ¿Pero qué hubiera pasado si se llega a emitir en la actualidad, cuando el nivel de ofendiditis en redes sociales está alcanzando récords antes desconocidos? Es una de las preguntas que le hace el público a Évole. La respuesta se conocerá cuando haga el falso documental del ¿procés?

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Francisco Romero

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Antes de terminar la carrera, empecé mi trayectoria, primero como becario y luego en plantilla, en Diario de Jerez. Con 25 años participé en la fundación de un periódico, El Independiente de Cádiz, que a pesar de su corta trayectoria obtuvo el Premio Andalucía de Periodismo en 2014 por la gran calidad de su suplemento dominical. Desde 2014 escribo en lavozdelsur.es, un periódico digital andaluz del que formé parte de su fundación, en el que ahora ejerzo de subdirector. En 2019 obtuve una mención especial del Premio Cádiz de Periodismo, y en 2023 un accésit del Premio Nacional de Periodismo Juan Andrés García de la Asociación de la Prensa de Jerez.

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