Ventajas e inconvenientes del avance tecnológico implementado en este sector, así como la evolución natural del medio.
Dentro de las nuevas tecnologías existe un pequeño pero interesante mundo apartado exclusivamente para todas aquellas personas a las que les encante leer, las cuales y gracias a la gran cantidad de dispositivos que podemos encontrar en la actualidad destinados al ocio, se pueden permitir hacer aquello que más les gusta en cualquier lugar, y sin necesidad de cargar con ningún ejemplar del libro a cuestas en el bolso. Y es que la era de la digitalización en la que estamos sumidos ofrece una gran cantidad de ventajas, muchas de ellas aplicables al sector que comentamos: estamos hablando evidentemente de la facilidad a la hora de poder simplemente encender nuestro dispositivo y comenzar a leer.
Los tiempos cambian, y ahora las novelas digitales son las que ocupan en mayor medida el tiempo de los lectores, los cuáles al igual que pasa con las nuevas tecnologías, y las viejas costumbres: se actualizan, utilizando el ebook, iPad, ordenador portátil o cualquier otro instrumento informático actual para aprovechar sus momentos de soledad y ocio leyendo un buen libro, pero ahora de una manera muy diferente a como se hacía antes.
Hay lectores mucho más clásicos que prefieren única y exclusivamente el modelo de lectura común y corriente basado en aquellos libros de pasta dura o bolsillo con los que llevamos conviviendo desde que se inventaran el papel o la escritura. Otros que combinan ambas vertientes y por último una última parte (aunque muy minoritaria) que tan solo lee libros digitales. Evidentemente, es mucho mejor utilizar una u otra variante dependiendo del momento y la situación, aprovechando todo aquello que es positivo de cada una de ambas, por lo que no debemos escandalizarnos ni culpar a la digitalización del medio de su decadencia, ya que y por mucho que a los demás les pese, otra de las grandes ventajas de este medio son los libros digitales gratuitos, siempre y cuando el portal en cuestión tenga la licencia para distribuirlo y no se cometa un delito por suplantación de identidad (plagio) o debido a los derechos de autor y copyright.
Y es que es precisamente este último factor el que está acabando con la lectura, o más bien con los escritores: la gente adquiere sus libros de forma ilegal y eso repercute negativamente en la economía tanto de los propios autores como de la editorial, etc. Este es el verdadero cáncer del ámbito lectivo y el cual debemos ayudar a extirpar para que el mismo crezca y se nutra de cada vez más historias y ejemplares, dando lugar a una mayor diversidad y una evolución en el género.
Evidentemente, no todo son peros, y quizá una nueva estrategia de marketing alrededor de cada libro, así como unos precios mucho más competitivos en el mercado serían opciones viables para hacer que la mayoría de personas acabe pagando por el contenido original, y no se esfuercen en buscarlo mediante otros métodos menos legales por medio de internet.
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